La rebelión educativa en Colombia

Una rebelión educativa sacude Colombia, con histórica marchas de decenas de miles el 10 y el 17 de octubre, 23 universidades en huelga, y un paro con nuevas movilizaciones el 23 de octubre, los estudiantes y docentes luchan por el presupuesto y la defensa de la educación superior pública. Entrevistamos a Jerson David Reyes, Vocero de la Universidad de Antioquia ante la UNEES.

Anticapitalistas en Red: ¿Cómo surgió el conflicto actual por el presupuesto educativo?

Jerson: En el movimiento estudiantil colombiano, hace unos seis meses, comenzaron los debates gruesos en torno a la política educativa. Es decir, sobre las reformas educativas impulsadas desde los gobiernos anteriores, para cambiar el enfoque pleno de la educación. Estas empezaron a materializarse a través del Acuerdo por lo Superior 2034, que se ha incluido en el plan de desarrollo del ex-presidente Santos. Ese acuerdo trataba de estandarizar la educación en todos los niveles, de acuerdo a las orientaciones internacionales del FMI, la OCDE y todas esas organizaciones multilaterales que cumplen la función específica de «alinear» a los estados subdesarrollados.

Eso desembocó en ciertas cuestiones, como el sistema nacional de educación terciaria, que intenta poner al mismo nivel (valga la redundancia) a todos los niveles de la educación. Es decir, educación técnica y tecnológica, educación universitaria, educación para formarse en el trabajo y desarrollo humano, a un mismo nivel. Cosa que, a grandes rasgos, no tiene ningún problema. Pero lo que buscaba esa política era nivelar la educación universitaria al nivel de la técnica y tecnológica, y no al contrario. La tarea era nivelar toda educación al grado de la universitaria, pero lo que se está tratando de hacer es bajar la calidad de la educación universitaria a los niveles más bajos que existen en el país.

Se vienen dando muchas discusiones a nivel nacional, porque después de la caída de la reforma de la Ley 30, planteada por el gobierno de Santos, ellos empezaron a atacar a los sectores educativos por separado y no al conjunto. Es decir, se atacaba a la pedagogía, a la ingeniería, al trabajo social por su lado y eso no permitía que hubiera cohesión entre el movimiento estudiantil.

Estas discusiones, que se vinieron planteando desde noviembre del año pasado, crearon una dinámica de reactivación en el movimiento estudiantil, que se conglomeró en marzo en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior (ENEES), realizado en Bogotá. Esto permitió que nos fuéramos encontrando las diferentes instituciones de educación superior (IES) a nivel nacional, y potenció ciertos elementos de organización y unidad al interior de la lucha de masas.

La coyuntura actual estalló en este segundo semestre, a partir de un planteamiento del nuevo gobierno nacional de reformar el decreto 1279, aumentando la carga tributaria a la clase media, y eso afecta directamente a los profesores. En la Universidad de Antioquia, en la cual yo estudio, los profesores convocaron a los demás sectores, y allí mi Facultad de Ciencias Económicas se pegó a ese elemento coyuntural para declararse como primera facultad en asamblea permanente.

Esto empezó a tener resonancia a nivel nacional en las universidades, y se activó la coyuntura actual, específicamente porque la Universidad de Antioquia, después del cambio de administración en el segundo semestre, empezó a presentar los balances financieros de la anterior administración y expuso que la universidad, en este semestre, en pesos colombianos, tiene un déficit de 68 mil millones de pesos. Y eso, teniendo en cuenta la deuda histórica acumulada que tiene el gobierno nacional con la educación superior pública -que es de aproximadamente 15 billones de pesos- alimentó la coyuntura, porque lo que denuncia la Universidad de Antioquia es que si no se subsanaba ese déficit no iba a tener la misma facilidad para cumplir con sus ejes misionales.

Esto es clave, porque esa ley lo que hace es sacar una formula económica para darle los recursos a las universidades, pero esa formula no tiene en cuenta el crecimiento de los servicios educativos que tienen las IES. Es decir, el dinero que le dan en 1992, se lo siguieron dando en 1993 y así sucesivamente. Esto generó un hueco fiscal al interior de las universidades, porque no podían suplir los avances tecnológicos, los avances de cobertura, los avances de calidad exigidos. Entonces las universidades entraron en un nivel progresivo de privatización. Es decir, que el Estado sólo le garantiza actualmente a las instituciones educativas el 30% de los recursos y el restante se lo tienen que gestionar las propias universidades e IES.

La pelea actual es por el presupuesto, para que subsanen el déficit actual. Esto permitió que el movimiento estudiantil convocara a un segundo ENEES, donde se creó la plataforma UNEES (Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior) con dos objetivos: primero, sacar un pliego de peticiones, y segundo, convocar una transformación más allá de la financiación y disputar el enfoque de la educación. Porque allí se vio que el problema real, más allá de lo financiero, era el enfoque mercantil que tenía la educación, y la tarea era transformar esa realidad.
Así empezó la coyuntura, y en estos momentos ya hay más de 23 universidades e IES que entraron en paro nacional.

AeR: ¿Qué aumento presupuestal ofrece el gobierno?

Jerson: En lo que va del año, el gobierno nacional no ha ofrecido nada en concreto. Dice que no hay dinero para sustentar la crisis de la educación superior pública, y han intentado desmovilizar al movimiento estudiantil con dos elementos claves: el primero es que anunció un adición presupuestal de 500 mil millones de pesos. Pero no es un adición presupuestal real a la educación superior pública, ya que sólo entrarían a la base presupuestal 55 mil millones, el resto iría a la financiación de la demanda (becas).

El segundo elemento discursivo del gobierno nacional, fue el anuncio, hace poco, desde la presidencia de que iba a entregar un billón de pesos colombianos a la educación superior. Pero ese billón iba ser entregado en un plazo de dos años. Es decir, que no está definido específicamente cómo lo va a dar. Además apuntó que iba a «extraer» esos recursos de las regalías, y esa discusión de las regalías en el país es clara, porque las regalías en Colombia son focalizadas. Entran directamente a los territorios en los que se hace la explotación de hidrocarburos. Entonces para hacer eso primero debería pasar por las discusiones tanto nacionales como regionales y locales, y eso toma un tiempo sumamente complejo. Además que la proyección del crecimiento del precio del petróleo tampoco es clara, porque depende de la volatilidad del mercado.

Estos son los elementos más generales de lo que el gobierno ha ido planteando, pero el movimiento estudiantil sigue exigiendo que eso no soluciona los problemas de este año, ni del próximo, ni del futuro de la educación superior, en términos financieros. Nosotros seguimos parados en los 4,5 billones que es lo que realmente se necesita este año. El gobierno sigue diciendo que están haciendo todos los esfuerzos suficientes para poder conseguir dinero, pero eso en la realidad no es así. Ayer aprobaron el Presupuesto General de la Nación (PNG), y el presupuesto de la educación disminuyó prácticamente un 10%, mientras que el de la guerra (Defensa) aumentó casi un 15%.

Además de esto, el ministro de Hacienda Carrasquilla ha hecho una propuesta de aumento de presupuesto general de 14 billones, extraídos de la deuda externa, para distribuirlo en inversiones. Dentro de estas inversiones, se ha dado un rubro específico para educación superior, pero entra directamente al ICETEX (Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior). Entonces, el gobierno nacional no da soluciones reales al problema de la financiación. Simplemente le da capacidad adquisitiva a los individuos para que hagan la relación de oferta y demanda en el mercado y aumentar la capacidad de demanda y que esta oferta se vaya directamente a las universidades privadas. Está subsidiando la demanda, pero no la oferta, y esto genera grandes huecos fiscales al interior de la educación superior pública.

Nuestra respuesta ha sido una movilización histórica, el día 10 de Octubre, que ha sido una de las más grandes que ha tenido el movimiento estudiantil en su historia, y esto ha permitido que se logre una conciencia sobre el problema. Pero esa conciencia es especifica de un elemento a corto plazo. Es decir, una lucha económica, por una reivindicación concreta que no trasciende el escenario de lo específico coyuntural.

La respuesta ha sido contundente, de los estudiantes defendiendo en las calles a la universidad pública y las IES públicas. La consigna que manejamos es «Pública la recibimos, pública la entregamos». Esto nos ha permitido agrupar elementos fuertes y avanzados de movimientos estudiantiles para conformar espacios de base totalmente definidos. Esta respuesta del movimiento estudiantil se concretó en la UNEES, que articula a la mayoría del movimiento estudiantil, Es una plataforma programática que nos permite proyectar una ley nacional de estudiantes de educación superior para subsanar, no sólo cuestiones financieras, sino para transformar el enfoque dado a la educación superior en Colombia.

AeR: ¿Como está organizado el movimiento? ¿Como continua la lucha?

Jerson: El movimiento estudiantil empezó a organizarse en noviembre en un encuentro distrital en la ciudad de Bogotá, y en Medellín, donde ya se venían impulsando encuentros regionales para discutir las dinámicas de las políticas educativas que atacaban sectores como las licenciaturas y trabajo social. Este encuentro convocó al ENEES de marzo. En ese encuentro se trató de proyectar y construir espacios de coordinación, tanto locales como regionales y nacionales, para volver a incitar a un proceso organizativo de masas al interior del movimiento estudiantil que posibilitara plenamente una pelea directa contra el gobierno nacional en torno a cómo se estaba enfocando la educación superior en el país. Sobre en el tema de la financiación, pero también intentando salir del estrecho horizonte de la pelea plenamente por dinero, hacia cómo estamos concibiendo la educación superior en Colombia.

A partir de ello, se proyectó un segundo ENEES, que empalmó con la coyuntura que empezó a generarse a comienzos del segundo semestre, a partir del cambio de administración y la revelación de la situación financiera de la universidad, que nacionalizó la discusión. En ese ENEES se creó la plataforma UNEES, cuyo objetivo nodal es organizar el movimiento estudiantil en pro de la construcción nacional de la educación superior que transforme la realidad de la educación como tal en Colombia.

Este espacio está enfocado en una lucha por una reforma que es totalmente necesaria, pero consideramos que esta pelea de masas tiene que transformarse en una lucha sistémica que profundice la discusión. Estos principios responden a la necesidad de blindar el movimiento de procesos anteriores que terminaron siendo cooptados por procesos políticos que priorizaron su agenda particular por encima de la agenda del movimiento estudiantil. Este espacio intenta discutir escenarios plenos de construcción y participación, de democracia participativa, de un funcionamiento mucho más delegativo que permita recoger cada una de las expresiones, tanto de individuos como de los procesos organizativos existentes en la plataforma.

Al ser un frente de masas, convergen en la plataforma diferentes tendencias ideológicas. Hay que entender que pertenecen a la plataforma tanto corrientes ideológicas revolucionarias como corrientes socialdemócratas progresistas, etc, que confluyen por el fin de defender la educación pública, pero además apostar a esa ley nacional de educación superior.

También hay espacios más específicos de representación, como la ACLES, que es un espacio que está cooptado plenamente por una organización colombiana de estudiantes que pertenece al Polo Democrático Colombiano, y esta organización lo que intentaba hacer es utilizar el movimiento estudiantil como trampolín hacia el parlamentarismo, y eso es algo totalmente definido. Eso es un espacio aparte de la UNEES, con el que se ha tratado de articular para dar una pelea frente al gobierno, pero los intereses de cada espacio son totalmente antagónicos y eso no ha permitido que haya una unidad verdadera, sino un acuerdo externo y no interno con ellos.

Lo principal es que el movimiento estudiantil se siga movilizando, que las calles son el elemento principal en estos momentos, porque ya el gobierno nacional aprobó el PNG y no nos va a garantizar los recursos necesarios para que la universidad pueda funcionar en mejores condiciones.

AeR: ¿Qué propone la UNEES?

Jerson: La primera propuesta es que nosotros sacamos un pliego desde la UNEES de 10 puntos, que es un pliego de exigencias al gobierno nacional para dar soluciones a corto, mediano y largo plazo a los problemas de la educación. Para el problema del déficit actual que tiene la educación superior pública lo que nosotros estamos pidiendo son 4.5 billones de pesos. Eso estará anclado a propuestas de dónde saldrá el dinero, porque eso tampoco es una cuestión abstracta. Nosotros lo que estamos diciendo es que esos 3 billones aumentados a Defensa en el PGN se trasladen a la base presupuestal de las IES. Pero como ya se aprobó el PGN, eso va a ser una pelea que habrá que ganar en las calles.

Otra de las propuestas concretas y específicas es que los recursos aumentados al ICETEX no se le sigan aumentando y que eso se repliegue a la base presupuestal de las IES. Y otra es que realmente se garantice que el articulo de la reforma tributaria del 2016, que reglamenta un impuesto que le asigna una destinación específica a las IES públicas, que no se siga desviando para el ICETEX, sino que entre directamente a la base presupuestal. Eso es lo que planteamos a corto plazo.

Y el elemento estructural, que es el objetivo de la plataforma, es la ley nacional de educación superior. Creemos que es necesario transformar la ley y que se convierta en una política de estado que esté por encima de los gobiernos de turno y que sea el debate esencial.