Campaña de la ANC en la Argentina por la libertad de los presos políticos y la autodeterminación de Cataluña

La Asamblea Nacional de Cataluña en la Argentina está realizando distintas actividades como parte de una campaña internacional que le exige al Estado Español la libertad de los presos políticos catalanes y el respeto al derecho de autodeterminación. Realizaron el pasado 12 de febrero de 2018 un acto frente al Congreso Nacional, en ocasión de iniciarse en arbitrario juicio a los dirigentes catalanes presos y ahora están circulando una declaración dirigida al pueblo argentino pidiendo la solidaridad con su justa causa. Desde el MST y Anticapitalistas en Red acompañamos estas acciones exigiendo la anulación de esa fraudulenta instancia judicial y en defensa de la independencia catalana votada en el referéndum del 1-O de 2017.

A continuación, reproducimos el reportaje a Carlos Vilanova, coordinador de la ANC en la Argentina, y la declaración de esta organización catalana.

¿Qué nos puedes decir sobre el juicio que hoy comenzó en España?

CV: Es un juicio político. Son los representantes del gobierno catalán que no se fueron al exilio, más la presidenta del parlamento de Cataluña, más los Jordis, qué son los representantes sociales. Los acusan de rebelión, sedición y malversación ¡casi nada!

No son militares, no hubo ningún momento de violencia, salvo el de las fuerzas españolas cuando intentaron reprimir el referéndum. Por lo tanto, ni rebelión, ni sedición. Y malversación tampoco, porque el gasto no se hizo a través de la Generalitat, si no de las organizaciones sociales, que fueron las que pusieron el dinero para hacer el referéndum.

Porque todo esto viene ni más ni menos que a causa de presentar un referéndum a pesar de que el gobierno español dijo que era ilegal. La resolución era muy simple, si no se lo quiere reconocer, no lo reconoces y ya está. No, ellos tuvieron que enviar a las fuerzas policiales españolas, porque no se fían de las catalanas, y vimos lo que vimos el primero de octubre. Y a raíz de ahí vino el problema.

El primero de octubre los catalanes votaron por la independencia ¿cómo ves la lucha por la autodeterminación?

CV: El 1-O se votó por la República Catalana y el 43% fue voto contabilizado. Se calcula que las fuerzas españolas lograron secuestrarnos 700.000 votos. Y en cualquier caso el 98% del voto escrutado era Sí a favor de la República Catalana. Con esas cifras si el referéndum habría sido legal, muy probablemente hubiera habido más, no se puede negar la aprobación de la República Catalana.

En función de esto y teniendo en cuenta que en su momento el gobierno del presidente Puigdemont dijo que al referéndum lo iban a considerar vinculante, el 27 de octubre se declaró la independencia de la República Catalana consecuentemente.

Pero acto seguido se suspendió la declaración para dar pie y tiempo a una posible negociación con España. Como consecuencia de eso todavía estamos así….

¿Cómo sigue la pelea por la libertad de los presos?

CV: Los catalanes siempre hacemos la misma, qué es expresarnos. Y hacerlo siempre de punto de vista de la no violencia lo máximo posible. En la Argentina estamos muy lejos, Aun así, haciendo lo que estamos haciendo ahora, nos damos a conocer, que ya es bastante.

Claro allí la cosa se ve de otra manera. Allí la cosa es mucho más comprometida. Ahora mismo hay como una huelga general. Hoy ha sido cortada Barcelona desde varios puntos. Y en varios sitios de Cataluña ha habido cortes importantes. De hecho, a medida que avancen los juicios, a medida que avancen hacia adelante, la cosa se va a ir calentando, calentando y calentando….

Como es previsible, ya está cantado que va a ser así, la sentencia que va a ser culpable. A partir de ahí, ya veremos… Pero yo creo que, si esto es así, tal cómo va, sólo va a quedar una opción y es que el gobierno de Quim Torra levante la suspensión de la declaración de independencia y vayamos ¡A por la República y A por todas! Esa tiene que ser la salida final.

Entrevisto Gustavo Giménez

CARTA DE LOS CATALANES A LOS ARGENTINOS

Hay escrito en un monumento de Buenos Aires la siguiente frase:

«Hacer obrar a un pueblo en contra de las condiciones naturales de su ser como pueblo libre es malgastar su actividad es desviarlo del progreso encaminándolo al retroceso

Esteban Echeverria (1.805 – 1.855)

304 años llevamos los catalanes queriendo volver a tener el derecho a ser.

Con la Constitución del 78 creímos, al menos la mayoría, que podríamos volver a tener ese derecho como pueblo y como ciudadanos a ser lo que siempre hemos sido, catalanes. Pero resultó que ese derecho estaba limitado. Los catalanes somos españoles de cuota, nos quieren para que paguemos y callemos, o al menos esa es la sensación general.

No es que nos quejemos de contribuir al estado más que nadie puesto que somos la comunidad que más produce, nos quejamos que esa contribución solamente tiene una dirección, hacia España. Cada vez que se les solicitó a los sucesivos gobiernos españoles inversiones necesarias, que nunca sobrepasan nuestra contribución y que además eran buenas para todos, nos ningunearon, nos mintieron o no cumplieron sus promesas. Tan sólo cuando había gobiernos de minoría eran escuchados los diputados catalanes, necesitaban su voto, mientras tanto el Partido Popular ganaba votos insultándonos. Entonces, ahora es la extrema derecha y Ciudadanos los que ganan votos amenazándonos.

Hasta que en 2.010 nos plantamos. Vino el, entonces, presidente Zapatero y, ante un enojo creciente, dejó ir aquella famosa frase que todavía resuena: «Aprobaré lo que apruebe el Parlamento Catalán». Mintió. 24 artículos le sacaron o modificaron al proyecto de estatuto que había aprobado el Parlament, volvió a Cataluña y fue votado y aprobado en referéndum con un 43% del total del censo electoral, la abstención fue récord. Y entonces, el Partido Popular, sabiéndose dueño del Tribunal Constitucional, lo recurrió, 14 artículos más fueron suprimidos en una sentencia más que discutible jurídicamente. Habíamos sido despreciados de nuevo, la voluntad del pueblo ya no era soberana por el simple hecho de que éramos catalanes. Ellos tenían derecho a castigarnos por defender nuestro propio idioma, nuestra idiosincrasia, nuestro propio ser.

Y los catalanes, ofendidos, nos enojamos y soñamos con lo que habíamos perdido 300 años atrás.

Y entonces, tras manifestaciones de un millón de personas cada 11 de septiembre, vinieron los acontecimientos de octubre del pasado 2.017, de todos públicamente conocidos y cínicamente negados por España. Nos negaron el derecho a hablar y ser escuchados democráticamente con un referéndum esclarecedor. Nos quisieron quitar los votos con porras, aun y así casi dos millones y cuarto votaron, el SÍ a la independencia se acercó al 90% del voto contabilizado. Se calcula que la acción represiva de las fuerzas de ocupación – que como tal actuaron – secuestraron el voto de casi tres cuartos de millón de ciudadanos.

Y yo pregunto: ¿Acaso los pueblos no tienen derecho a su libre determinación? Y lo que es aún peor ¿Acaso los catalanes no tenemos derecho a nuestra dignidad democrática siendo como hemos sido a lo largo de toda nuestra historia un pueblo profundamente democrático?.

La respuesta de España a estas cuestiones es poner en la cárcel a los legítimos representantes políticos y sociales, cuya única culpa es haber cumplido con sus promesas electorales o representar a sus asociaciones cívico-culturales pacíficamente, o como el caso de Carme Forcadell, haber permitido una votación en el Parlament de Catalunya que en ese momento presidía. Poniendo en evidencia ante todo el mundo que son víctimas de la represión política, son presos de conciencia, presos políticos con más de 500 días de prisión preventiva. Lo ha dicho Europa y el Comité para los Derechos Humanos de la ONU además de varias ong internacionales. Claro, no podían detener a varios millones de catalanes, es más fácil «descabezar» el movimiento de unos «políticos irresponsables», dice su propaganda, para ocultar que existe una mayoría social autoorganizada, que es un pueblo en movimiento no un simple grupo radical y populista, que es una reivindicación popular, democrática y pacífica, y que la violencia siempre se ejerce por parte de España.

Decidnos argentinos: ¿Os acordáis de aquellos catalanes que, en 1.810, quisieron ser argentinos?, ¿De aquellas reuniones en el Cabildo? ¿De Blai Parera? Aún y a pesar de las diferencias del momento histórico ¿Acaso no es el mismo espíritu republicano que les movió a ellos el que mueve ahora a los herederos de aquel pueblo que les vio nacer? Decidnos en el alma: ¿No haréis honor a su memoria apoyando a la nueva República de un viejo pueblo?

Decidnos, argentinos: ¿Nos dejareis solos?

¡¡VIVA LAS REPÚBLICAS CATALANA Y ARGENTINA!!

Carles Vilanova, Coordinador de la ASSEMBLEA NACIONAL CATALANA en la Argentina