Argentina: Frente a Macri y el FMI ¿Qué unidad, cuándo, para qué?

El desastre económico, político y social al cual el macrismo y el FMI nos están llevando, reactualiza la necesidad de terminar con este modelo y suplantarlo por otro. El PJ se propone como alternativa, pero ¿realmente es la salida o es continuidad del ajuste? ¿Qué tenemos que hacer en la izquierda? Dejamos nuestra opinión acerca de qué unidad, qué programa y qué proyecto hacen falta.

Es cada día más evidente que la situación no se aguanta más. Inflación incesante al 55% anual, despidos, salarios de miseria, deterioro constante de la salud y educación pública, aumento de la pobreza. Negociados financieros, caída de la producción, entrega del país a las grandes corporaciones, pérdida de la soberanía a manos del FMI. Los últimos meses se han ido ensanchando las capas de la población que quieren salir de este calvario.
Por eso el gobierno macrista vive su peor momento, repudiado por millones, con la economía en medio de tensiones y una seguidilla de resultados electorales provinciales que lo golpean de frente, una y otra vez. La pérdida de apoyo social es enorme, el futuro del macrismo y su proyecto reaccionario es negro. Por eso debaten a diario cómo tratar de salir de una situación que pareciera no tener retorno.

La falacia del PJ

El PJ en general y el kirchnerismo en particular se ubican como la supuesta salida a esta tragedia. De repente, pareciera que la conducción de esta fuerza política nada tiene que ver con la hecatombe que vivimos, pero no es así. No se puede no tomar en cuenta que el macrismo no ha gobernado solo, ha sido acompañado en el Congreso y en las Legislaturas provinciales por los representantes pejotistas, que le han votado más de cien leyes claves. Como tampoco podemos olvidar que los gobernadores del PJ, tanto los más amigos de Macri como la supuesta opositora Alicia Kirchner en Santa Cruz, aplican ajustes tan salvajes como el nacional. Ni hablar la burocracia sindical peronista, que anduvo estos años entre traiciones, evitando convocar paros y planes de lucha o en algunos casos tan solo convocando acciones aisladas, para descomprimir. Todos ellos son cómplices del macrismo y parte responsable de la crisis actual.
Además, no se trata de ver solo su responsabilidad en lo ya sucedido, sino también sus propuestas hacia adelante. Para empezar, no hay ni una ni un solo candidato del PJ que se plantee romper con el FMI y anular los acuerdos. De una u otra forma, seguirán atando los destinos del país a este organismo: a lo sumo piden rever algunos puntos del acuerdo, sin salirse de los compromisos asumidos y pagando una deuda ajena e inmoral. Con el PJ en el gobierno, sea con CFK, Solá, Scioli o Massa, seguirá el FMI y el ajuste en alguna forma, en un país que no afrontará un viento de cola económico sino más crisis y vencimientos de deuda millonarios. Frente a ese panorama, su receta es acordar lo que se pueda con el FMI. Es decir que aún sin ser iguales que Macri, con ellos también habrá ajuste y entrega, aplicado de otra forma y por otra gente. Dirigentes que en el afán de convencer al poder que son su alternativa, se reúnen con los grandes empresarios e inversores para prometer reglas claras burguesas, y con las iglesias para afianzar su regresiva política de unir pañuelos verdes con celestes, contra la lucha del movimiento feminista y disidente.

El programa posible, la unidad necesaria

Lógicamente, al igual que vos y millones, queremos salir de Macri lo antes posible. Por eso estamos siempre en la calle apoyando e impulsando cada lucha. Por eso seguro hemos compartido peleas estos años de ajuste macrista. Ahora se trata de saber qué proyecto apoyar para que haya cambios verdaderos y positivos. Y esos cambios no vendrán de los mismos de siempre. Ellos cuando gobiernan no hacen ningún cambio de fondo y administran las crisis, y cuando son «oposición» acompañan el ajuste y lo permiten. Es la hora de hacer algo distinto.
Solo en la izquierda anticapitalista y socialista proponemos cambios de fondo, de ruptura con el modelo actual y con medidas alternativas. Nuestras propuestas no solamente son las más sólidas, sino además las únicas que cambiarían la actual situación. Somos muy claros; lo primero es romper con el FMI y suspender todos los pagos de la fraudulenta deuda externa. Sin esta medida, no hay ninguna posibilidad de mejorar. Quien te dice lo contrario, te miente.
Junto a esto el ajuste que hace falta realizar es a los que más tienen y se puede hacer con firmeza e impulsando la movilización popular y el protagonismo obrero, de las mujeres y de la juventud. Hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior, terminar con las privatizadas y poner los servicios públicos bajo control social. Prohibir los aumentos de precios y sancionar a quienes los suban. Prohibir despidos y suspensiones y estatizar toda empresa que no cumpla. Ponerles fuertes impuestos a las grandes corporaciones y empresas, sacar el IVA a los productos de la canasta básica y eliminar el impuesto al salario. Aumentar los salarios, jubilaciones y planes sociales de acuerdo a la inflación real, y reducir el sueldo de funcionarios al equivalente a una directora de escuela. Eliminar los subsidios estatales a la Iglesia y a la educación privada y con esa plata fortalecer la educación y la salud pública, hacer efectiva la ESI y hacer ley el aborto legal. Estas y otras medidas en igual sentido, provocarían un cambio de verdad en la vida de la población.
Solo desde la izquierda impulsamos este programa y tenemos voluntad y convencimiento para llevarlo adelante. Por eso necesitamos avanzar en conformar una gran alternativa unitaria de toda la izquierda anticapitalista y socialista que sustente este marco programático y se transforme en un hecho muy positivo que abra un nuevo curso en la situación política y en el plano de la disputa en las luchas sociales. Para ese objetivo venimos teniendo reuniones con los partidos del FIT y desde el MST esperamos poder avanzar en conformar una alternativa común para las luchas, para las elecciones que vienen y para lo que viene después. Este es el principal desafío político planteado.

Unir a la izquierda, sin demora

El retraso en conformar esta unidad viene actuando en contra de las posibilidades de la izquierda. Cada semana que el FIT sigue dilatando su decisión hace que sigamos divididos en cada elección provincial, en cada debate nacional, en cada lucha de importancia y en el próximo 1º de Mayo, que podría haber sido una oportunidad extraordinaria de hacer sentir en la calle y de a miles, una perspectiva mejor para la izquierda. No se puede seguir regalándole a los partidos del ajuste tanto tiempo y posibilidades. Seguir dejando pasar el tiempo es, en última instancia, un error político del FIT que debilita las posibilidades de la izquierda.
Hacía falta una fuerte unidad de izquierda desde mucho antes para intervenir con más fuerza, como propusimos desde el MST y como lo seguimos sosteniendo. Una vez más, convocamos al FIT y demás fuerzas anticapitalistas y socialistas a avanzar en un acuerdo político lo más rápido posible, sin más demoras, para cambiar la tendencia y aparecer en el escenario político nacional anunciando la conformación de una nueva y mayor unidad de la izquierda. No se puede seguir retrasando esa decisión que además es la única que permitirá enfrentar en mejores condiciones todos los intentos del régimen capitalista por polarizar las elecciones y achicar el espacio político de la izquierda. La mejor respuesta a esta situación compleja es la unidad bajo un programa y proyecto común de independencia de clase, la peor decisión es seguir perdiendo meses y oportunidades.
El FIT tiene la responsabilidad de convocar rápidamente a una nueva reunión para debatir estos temas y tomar decisiones en común. No perdamos más tiempo. Pongamos manos a la obra como lo esperan miles y miles de trabajadores, de sectores importantes de la juventud y del movimiento feminista y disidente. Abramos paso a un salto político y social de la izquierda, en la perspectiva de un gobierno de las y los trabajadores, frente a los desafíos enormes que tendremos el tiempo que viene.

Sergio García