Visto y considerando
*Que desde abril de 2018 se produjo un levantamiento contra las políticas de ajuste del gobierno de Ortega-Murillo dictadas por el FMI contra el conjunto del pueblo nica;
*Que para intentar derrotar ese proceso, el régimen desplegó una violenta represión con un saldo de centenares de muertos, heridos, presos y desaparecidos;
*Que en el campo de la genuina movilización popular, de organizaciones sociales, campesinas, de trabajadores y la juventud, el movimiento estudiantil ha tenido una relevancia sustancial y por eso ha sido el sector más perseguido y hostigado por el régimen;
*Que la contradicción fundamental radica en que la oposición patronal, empresaria al régimen, socia durante años, se ha montado sobre el proceso de resistencia para desactivar la actividad de lucha de clases, desviando todo a un estéril “diálogo” con la dictadura que no hace otra cosa que darle tiempo político a esta;
*Que el régimen no logró derrotar de conjunto al movimiento de masas, y que existen de forma molecular acciones de lucha y resistencia, aunque sin centralización, sin coordinación, ni estrategia global unificada;
*Que la política del “diálogo” es directamente una traición a la lucha del pueblo nica y que por ese camino se dilapidan las energías populares y su genuina indignación;
*Que la Alianza Azul y Blanca está hegemonizada por el COSEP (la superestructura del empresariado nica) y que por lo tanto, no representa los intereses sociales del pueblo, sino de la burguesía;
*Que junto a un grupo de estudiantes y activistas exilados, militantes de nuestra corriente internacional, venimos levantando una política de oposición al régimen, de rechazo al diálogo, de exigencia de la libertad de los presos y el cese de la represión, y una salida democrática a partir de echar con la movilización a la dictadura y que el pueblo decida con una Asamblea Constituyente Libre, Soberana y Democrática, una reorganización de Nicaragua sobre bases verdaderamente socialistas en el camino de preparar un gobierno obrero, campesino y popular en ese país;
*Que para todo eso, la clave para nuestra corriente consiste en impulsar la construcción de un alternativa política socialista y revolucionaria en ese Nicaragua;
Esta Conferencia resuelve:
- Apoyar la política levantada por nuestra corriente hasta ahora de rechazo al diálogo, libertad a los presos, fuera Ortega-Murillo, Asamblea Constituyente y gobierno obrero, campesino y popular.
- Realizar charlas, foros, jornadas y actividades de agitación y propaganda para divulgar nuestras posiciones en relación a este proceso.
- Continuar polemizando en artículos permanentes contra las posiciones del campismo, todas las falsas ideologías reformistas que siembran confusión en la vanguardia en relación al proceso nica y en especial, demostrar que el sandinismo con Ortega-Murillo es la antítesis de un proyecto antiimperialista, de izquierda o socialista.
- Seguir preparando la formación de un grupo militante revolucionario para activar la construcción de una sección de nuestra corriente en Nicaragua ni bien existan condiciones objetivas para hacerlo.