Turquía: golpe de interventores contra la voluntad del pueblo kurdo

Turquía está en medio del fuego en los últimos días. Por un lado, el Ministerio del Interior ha nombrado interventores para los municipios de Diyarbakır, Van y Mardin, que son ciudades kurdas ganadas por el HDP en las elecciones municipales del 31 de marzo. La brutal violencia del Estado intenta oprimir las protestas contra «el golpe de estado». Ayer en Van una persona kurda discapacitada fue linchada por la policía y detenida. ¡La hostilidad del Estado turco hacia los kurdos se muestra una vez más en la calle y en la política! Los parlamentarios del HDP también estuvieron expuestos a la violencia política mientras defendían sus municipios en la calle. Durante las protestas, más de 400 personas fueron detenidas, incluidos los líderes y miembros del HDP.

Por otro lado, esta medida del gobierno del AKP es parte de los preparativos para la guerra en Rojava. El AKP, que ha estado llevando a cabo negociaciones con los Estados Unidos en el este del Afrin, ya ha comenzado a reprimir a la oposición dentro del país. Mientras el pueblo kurdo es atacado por las operaciones policiales y la presión estatal intensificada que siguió, se puede prever fácilmente que el régimen unipersonal no se parará ahí e intentará expandir la presión hacia todos los grupos sociales opuestos a él. Así ha sido en el pasado.

¿Están preparados los partidos de oposición para resistir este proceso? En la parte occidental del país, el golpe de los interventores generó bronca, ya que es un ataque claramente ilícito de Erdogan a los kurdos para fortalecer su poder. Por lo tanto, para Erdogan, es difícil convencer a los turcos que este golpe de estado sea en respuesta a las supuestas «actividades terroristas» del alcalde. Porque existe el temor general de que el AKP no se detenga aquí y expanda la ola de operaciones hacia grandes ciudades como Estambul, Ankara e Izmir. Pero debe verse que las reacciones en las redes sociales no pueden detener estos ataques. Si bien el HDP es el actor principal de las movilizaciones callejeras, esto le permite al Estado aumentar la dosis de violencia. El CHP no está en las calles, sino que solo brinda apoyo en políticas de alto nivel. Mediante el uso de prejuicios nacionalistas, se está tratando de aislar al pueblo kurdo. La oposición social y especialmente los trabajadores socialdemócratas no deben dejar al pueblo kurdo solo si quieren evitar la intensificación de la opresión y dar un suspiro de alivio.

La cuestión de la opresión no es solo un problema del pueblo kurdo o e los socialistas. Estas personas han sido oprimidas por décadas. El mismo palo llega a la cabeza del trabajador que exige en la calle por salarios dignos contra la crisis económica, la inflación y el aumento del desempleo. Sin embargo, los trabajadores socialdemócratas tienen que estar un paso por delante de sus líderes. De hecho, no hay garantía de que incluso la resistencia contra la megaminera en las montañas de Ida, con el pretexto de la guerra, no sea atacada por el gobierno, como criminalización. La ola de represión y arrestos durante la Operación de Afrin no debe olvidarse.

No debe olvidarse que el CHP está codo con codo con el gobierno del AKP cuando se trata de los kurdos, como lo hemos visto muchas veces en el pasado. Kılıçdaroğlu dijo: «no estoy de acuerdo con tomar las calles para protestar (contra el golpe de los interventores)». Para él, ser crítico a los ataques contra los kurdos con palabras es suficiente. ¡Piensan que pueden luchar contra un régimen autoritario solo con palabras!

Defendemos el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo incondicionalmente. Contra el golpe de estado del régimen, se debe demostrar una solidaridad incondicional con el derecho al voto del pueblo kurdo. Debemos oponernos a la política de guerra y la opresión que el gobierno nos impondrá en el futuro cercano. Las aventuras militares del gobierno y la supresión de la voluntad del pueblo kurdo deben detenerse.

 Emre Güntekin