Por Veronica O’Kelly y Alejandro Bodart
A raíz de la presentación del documental “Hugo Blanco Río Profundo”, surgieron una serie de ataques contra él, acusándolo de terrorista y asesino. Queremos expresar nuestro profundo repudio a los ataques y la mayor solidaridad internacional con Hugo Blanco y su historia de lucha.
Los ataques provienen, claro, de aquellos portavoces de la derecha peruana que ven como en el mundo entero la defensa del medioambiente, la tierra, el salario o la igualdad se convierten en motores de rebeliones y revoluciones. Es por eso que atacan la heroica lucha del pueblo peruano que tuvo a Hugo Blanco como uno de los más importantes referentes, protagonizando el colosal levante de masas en el Cuzco de principios de los ’60, organizando sindicalmente al campesinado en defensa del derecho a la tierra. Una experiencia histórica que fortaleció al campesinado y a la clase obrera en su lucha contra terratenientes y latifundistas, obligando a la burguesía a aplicar una reforma agraria que, aunque limitada, significó una conquista arrancada al poder terrateniente y corporativo.
Hugo Blanco fue preso y condenado a pena de muerte en aquel momento. Pero con una gran campaña de apoyo y solidaridad internacional, en la que la corriente histórica fundada por Nahuel Moreno fue impulsora, se evitó y unos años después se consiguió la libertad. Durante muchos años compartimos el mismo camino de construcción de una herramienta política revolucionaria, obrera y socialista y luego tomamos diferentes rumbos políticos. Hoy compartimos la lucha contra la depredación medioambiental del capitalismo y por la distribución da la tierra para quienes la habitan y trabajan.
Campesinos, obreros, mujeres, jóvenes, en definitiva, los oprimidos y las oprimidas del mundo entero no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras el capital se dispone a resolver su crisis con más explotación y violencia. Así como en el Cuzco de los ’60, hoy la rebelión de los pueblos ya se está comenzando a ver en algunos países y regiones, por eso los gobiernos burgueses responden con ataques y represión, y por esa vía intentan frenar estos procesos. Los ataques a gestas heroicas como las que en nombre del compañero Hugo Blanco se hacen, sólo demuestran el terror del 1% de capitalistas que ven en peligro sus ganancias.