Luego de anunciar su propuesta de “partido unificado de la izquierda” el PTS ha publicado una carta a los partidos que se reclaman obreros y socialistas. Dejamos nuestra opinión y propuesta al PTS y a toda la izquierda.
El PTS habla de la necesidad de enfrentar el ascenso de Bolsonaro en Brasil y sus nefastas implicaciones en nuestro país, cuestión que compartimos. ¡Cómo no hacer los mayores esfuerzos unitarios contra Bolsonaro y el peligro que representa! Tenemos que estar a la vanguardia en esta lucha que recién comienza.
En su carta también propone unir esa pelea a la lucha contra Macri, el FMI y la falsa oposición del PJ, incluyendo al kirchnerismo y toda la centroizquierda; cuestión que compartimos, por ser una necesidad del presente y una tarea de toda la izquierda.
Para esto hay que impulsar la mayor movilización obrera, popular, de las mujeres y la juventud; aquí y en Brasil. Con la movilización y coordinación de las luchas se enfrentan estos planes, sin esperar al 2019 como quiere la burocracia y el PJ, sino impulsando que se vaya Macri y el FMI ahora y haya elecciones a una Asamblea Constituyente libre y soberana.
Para todo esto la organización activa de miles de militantes, la postulación de una alternativa de izquierda y la construcción de un gran partido revolucionario con un programa socialista, anticapitalista y antiimperialista, es una necesidad estratégica. De ahí la importancia del debate.
Una primera cuestión a aclarar
Porque hablamos del futuro de millones de trabajadorxs y la juventud y del rol de la izquierda, es que no puede haber confusiones ni ultimatismos. Hagamos un debate claro y abierto entre todas las fuerzas que somos obreras y socialistas. Hasta ahora no vemos en el PTS ni esa claridad ni una convocatoria unitaria.
Hay una aclaración que la dirección del PTS tiene que hacer: ¿su propuesta incluye al MST o no? Porque el MST es una de las principales fuerzas obreras y socialistas, con gran extensión nacional e importante presencia en gremios, barriadas populares, lugares de estudio y en el movimiento feminista y disidente. Sin embargo mientras la dirección del PTS no se comunicó con nosotros para debatir su propuesta, sus militantes nos dicen que la propuesta “no incluye al MST”.
Si es así, el PTS debería explicar porqué, lejos de ser unitaria, su propuesta arranca excluyendo a una parte importante de la militancia socialista y anticapitalista, o lo que es peor, comienza el debate creyéndose con la potestad de decidir quién puede o no ser parte de un partido unificado de la izquierda.
Recordemos que el método de creerse con derecho a veto es muy ajeno a la clase obrera, que siempre parte de necesidades concretas y de propuestas democráticas. El método correcto es poner un programa y proyecto por delante, convocar a reuniones para que todos opinemos y que la realidad determine que corrientes sí están de acuerdo o no. Nunca en la izquierda el método es excluir de antemano por diferencias. Menos aún entre quienes nos reclamamos trotskistas, que combatimos por décadas a corrientes burocráticas y pequeñoburguesas que excluyen por cobardía política y evitan dar los debates. Por eso el PTS tiene que aclarar este tema.
Contradicciones políticas en la propuesta
Yendo a los temas en cuestión, en su carta hay algunas cuestiones contradictorias entre lo escrito y la política que llevan adelante.
Por un lado aclaran que su propuesta “no es un partido en común de reformistas y revolucionarios”. Sin embargo en Brasil han pedido reiteradas veces su ingreso al PSOL, que es un partido de izquierda de reformistas y revolucionarios, y en su dirección actual cada vez más peso del ala reformista. ¿Por qué está bien ser parte de un partido así en Brasil y acá no? Además la corriente del PTS en EEUU hace parte del DSA (Democratic Socialists of América) que actúa en disputas dentro del Partido Demócrata. ¿Porqué el PTS apoya esa política que incluye reformistas y dentro de un partido del régimen?
Para nosotros es lícito ser parte del PSOL en Brasil aunque haya sectores reformistas, porque es una organización amplia de izquierda. Y lo mismo es correcto acompañar la experiencia del DSA en EEUU. No vemos ahí el problema sino en la incoherencia del PTS, que tiene una política en Brasil y EEUU y nos dice que acá está mal, lo que hacen ellos allá.
Otra contradicción de su carta es cuando dicen que tampoco quieren un partido “de los anticapitalistas en general”. Si es así, deberían avisarle a sus compañeros de Francia que son parte del NPA, un partido que es de “los anticapitalistas en general”.
Y si además el PTS confirma que excluye al MST de su propuesta, entonces la misma ni siquiera contempla a todo el trotskismo, lo cual es el colmo del sectarismo y una contradicción peor, que choca con su carta que dice “es un partido de quienes compartimos la estrategia de construir un partido revolucionario de la clase trabajadora”, algo en lo que creemos y hacemos en el MST.
Hay que despejar las confusiones y partir de la realidad y no de un esquema. Construir un partido revolucionario es una tarea estratégica que hacemos todos los días construyendo el MST. Y a su vez puede ser positivo que haya construcciones comunes con otros sectores de la izquierda anticapitalista y socialista. Puede haber varias formas de hacerlo, siempre que haya un acuerdo programático y de proyecto. Pero equivocadamente el PTS arranca cerrándose a diversas posibilidades.
Está claro que aquí el trotskismo tenemos un fuerte peso y eso puede fijar positivamente las características de un partido unificado de la izquierda. ¿Por qué entonces temer a distintas variantes de confluencia? ¿Por qué no apostar a la construcción de un gran partido de tendencias con corrientes de izquierda democráticamente organizadas en su interior? ¿O acaso se quiere un pensamiento único que es lo opuesto de lo que hace falta construir?
Táctica y estrategia
Otro debate táctico, pero importante, es sobre las alianzas electorales y los acuerdo políticos. En su carta los compañeros hablan críticamente de experiencias pasadas como Pino Solanas o Syriza en Grecia, y en otros textos critican a Izquierda Unida. A todo eso le llaman “acuerdos con la centroizquierda”.
Algunas reflexiones sobre esto. Si queremos unir, no es útil ingresar a un debate por el balance de hechos pasados. Lo correcto es debatir qué se propone ahora y ver quiénes tenemos acuerdo con eso. Solo desde esa ubicación los debates del pasado se pueden hacer con tranquilidad, sin ocultarlos y sin ponerlos como condición para un acuerdo. Porque condicionar por cuestiones de balance es ajeno al método obrero y revolucionario.
El MST ha sido parte de algunas de esas experiencias tácticas, y hablando con militantes del PTS nos surge que este sería un motivo por el cual no se nos quiere integrar a la propuesta de partido unificado. Si es así sería un razonamiento muy electoralista; ¿desde cuándo para los revolucionarios los debates electorales son tan decisivos? ¿Divergencias en torno a tácticas en una elección son más importantes que acuerdos programáticos, en las luchas o en la clase obrera? Si todos somos parte de listas sindicales, estudiantiles y organizamos paros generales activos en común ¿Esto no debe estar por encima de un debate de táctica electoral?
Además tomarse de algunos desacuerdos electorales con el MST muestra otra incoherencia política. Porque el PO llamó a votar por Syriza en Grecia y propuso “un gobierno de la izquierda”; Izquierda Socialista fue parte de las dos Izquierda Unida y a ese frente PO también pidió ingresar. Si tan importante es el tema para el PTS, debería excluir a PO y a IS de los debates hacia un partido unificado. ¿Por qué entonces según sus propios militantes, excluye solo al MST? Que además es el partido que hace años propone un acuerdo con el FIT, no con la centroizquierda.
En el debate de fondo sobre tácticas el PTS no debate con el MST sino con toda la historia del leninismo y el trotskismo, que siempre tuvo todo tipo de tácticas políticas. Lenin llamaba a votar y ayudar a que gane el partido laborista y reformista inglés; ¿fue un centroizquierdista? Trotsky llamaba a ingresar a los partidos socialdemócratas en Europa ¿Fue otro centroizquierdista? ¿Tuvieron problemas de principios o de clase? No, eran solo tácticas políticas. Y confundir las tácticas y ponerlas en el plano de las estrategias es un mal método marxista y no ayuda en nada a generar un gran partido revolucionario.
Por ejemplo los compañeros del PTS en Brasil llamaron a votar por Boulos, que no tiene posiciones revolucionarias sino muy apegadas a Lulay al reformismo. ¿Fue un problema de principios? No, fue una táctica política que comprendemos. Nuestro partido también llamó a votar al PSOL, aunque aclarando que hubiéramos preferido otro candidato y otra política. Pero no se pasa ninguna frontera de clase en elecciones votando por Boulos, o votando por Syriza antes que fuera gobierno y traicione, o por Pino Solanas en el momento que tenía un programa antiimperialista contra el PRO y el PJ. Son todas tácticas lícitas, que pueden apoyarse o no, pero nunca significan diferencias de principios. Por eso una organización que se dice revolucionaria tiene que ubicar el debate en el plano táctico y real que tiene. Sino pareciera que se los quiere utilizar, como excusa, para dividir.
Nuestra propuesta política
Pongamos seriamente las propuestas arriba de la mesa y sin exclusiones. Desde el MST proponemos unir a toda la izquierda bajo un programa socialista, anticapitalista y antiimperialista, para disputarle al gobierno y a todas las alas del PJ incluido al kirchnerismo y demás fuerzas de centroizquierda. Unirnos frente a todas las variantes del régimen burgués argentino, conformar un gran tercer espacio de toda la izquierda de manera independiente. ¿Le parece bien eso a la dirección del PTS? Porque es una propuesta que no tiene nada que ver con la centroizquierda y de hecho la enfrentaría con fuerza.
Además proponemos hacerlo ahora, en las luchas y la coordinación del sindicalismo clasista. También en las elecciones nacionales y en las elecciones de todas las provincias del país sin excepción alguna. ¿Por qué el PTS no podría compartir con el MST un proyecto común alrededor de esta propuesta? ¿Qué problema de clase o de principio lo impediría? Ninguno. Solo depende de la decisión política de su dirección, de querer o no, unir a la izquierda anticapitalista y socialista. Eso es lo que el PTS tiene que decidir sin maniobras.
En el MST estamos a favor de discutir todas las posibilidades de unidad de la izquierda, incluida la propuesta de un partido unificado de la izquierda obrera y socialista. Y creemos que dar varios pasos unitarios ayudaría mucho más que grandes debates que pueden tornarse abstractos.
A lxs compañeros del PTS, del FIT y de toda la izquierda que quiera construir algo unitario e independiente del régimen, les proponemos dar pasos para lograrlo. Impulsando juntos el proceso de luchas contra Macri, el FMI y los gobernadores. En el plano sindical fortaleciendo y ampliando la unidad del sindicalismo clasista lograda desde el Plenario de Lanús. En el movimiento estudiantil uniendo a toda la izquierda y terminando con el veto que en algunos lugares realiza el PTS contra nosotros. En el movimiento feminista promoviendo en común la lucha por Aborto Legal y la separación de la Iglesia del Estado. Y conformando un gran frente político hacia las próximas elecciones; para que tanto a presidente, como a las gobernaciones y las listas legislativas desde la izquierda vayamos unidos en un solo frente. Si diéramos estos pasos, cuanto más cerca estaríamos de un partido común.
Proponemos reunirnos y avanzar en esto. Y también discutir la propuesta del PTS de un partido unificado. Para eso, lxs compañeros tienen que aclarar cuál es su propuesta para el MST. Esperamos que se decidan a iniciar un diálogo franco, privilegiando los acuerdos que son muchos, por encima de las diferencias. Es el método obrero y socialista que corresponde.
Sergio García