Poquito antes de comenzar a trabajar estas líneas me encontraba observando algunos videos sobre los enfrentamientos de los Chalecos amarillos en Francia contra la policía. También pude observar en uno de esos videos, en donde no sé qué actividad, al señor Emmanuel Macron le dan un Huevazo en la cabeza. Y, con la idea rondándome de que, en última instancia, es muy frágil la gobernanza mundial una vez que los pueblos se movilizan, con esa idea, me he animado a escribir este artículo respecto al tema de las candidaturas a concejales que algunos compañeros de Marea Socialista hemos asumido en el Municipio Libertador de la capital del país. Por cierto, nuevamente nos presentamos en un evento electoral con la tarjeta de los amigos de UPP 89, pues no está de más recordar que Marea Socialista es una organización proscrita por el régimen autoritario que encabeza Nicolás Maduro.
No es secreto para nadie que, históricamente, incluso en los mejores momentos del llamado proceso bolivariano, y ni hablemos en el periodo de los últimos cinco años, el papel de los concejales ha sido bastante opaco, totalmente desentendido de las atribuciones que les competen y su desenvolvimiento político muy marcados por el clientelismo burocrático, donde ha primado en todo momento subyugarse a líneas de los partidos o de los propios gobiernos, ya sean municipales o el mismo gobierno central, quedando así la relación directa con la comunidad como algo de quinto orden o peor aún, tomando ejemplos de los concejales del PSUV y el GPP, se han reproducido como los primeros ejecutores del autoritarismo de la cúpula madurista cual policías del pensamiento.
Lo anterior es el resultado de un proceso que degeneró y no solo se ve en las concejalías, porque obviamente que ello cabe para los alcaldes, diputados, gobernadores y hasta el mismísimo señor presidente de la República y sería incorrecto o irresponsable de parte de quien diga que quiere ser concejal para de manera aislada resolver problemas que tienen que ver con la comunidad, sobre todo en medio de la descomunal crisis por la que estamos pasando y donde los principales responsables de dicha situación se han asimilado a esa gobernanza mundial que por supuesto está en crisis, pero ostenta poder y en el caso nuestro de Venezuela, se han hecho de una armazón como la llamada ANC desde donde administran los privilegios para unos pocos y las miserias para las mayorías y por tanto deciden a conveniencia perversa hacia dónde van los recursos y hacia donde no. Es por ello que en la medida que nos imponen más sueldos de hambre a los trabajadores, vemos en paralelo como nos montan un «suena caracas» o gastan cualquier dineral en afiches de bienvenida por toda la ciudad al oprobioso Erdogan.
Nosotros, los candidatos de Marea Socialista que vamos en la tarjeta de UPP 89, lo que si decimos es que solo la lucha puede permitirnos encontrar una salida a toda esta situación desde nuestras perspectivas e intereses como trabajadores y como sectores populares. Y es desde esa premisa que queremos hablarle no solo a la población caraqueña sino además al resto del país. Estamos incursos de lleno en las luchas que hemos venido dando los trabajadores respondiendo al brutal paquetazo anti obrero de Maduro, cuya dinámica ha permitido que se levantara la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV) en donde hacemos vida con el firme propósito de que ese espacio sea el convocante para que los trabajadores peleemos juntos. No desentendemos una lucha de otra, por eso en su momento, en la medida que impulsábamos la Plataforma por la Nulidad del Arco Minero del Orinoco, paralelamente le pusimos también el hombro a la Plataforma en Defensa de La Constitución, porque nuestra lectura nos llevó a entender que el PSUV-Gobierno iba a necesitar otro marco legal para consagrar definitivamente su proyecto de hacerse parte del plan global donde se mueven los gobiernos norteamericano, los europeos, los chinos y los rusos.
Digo todo lo anterior porque es desde ese marco y la lucha como respuesta, que también asumimos el reto de no abandonar el aspecto electoral. Hemos estado en algunas plazas, hemos hecho recorridos, hemos dialogado con la gente, a nuestra capacidad por ahora claro está, pero siempre con espíritu indoblegable y confiando en la capacidad-posibilidad movilizadora de quienes sufrimos los grandes desmanes, que somos la inmensa mayoría. Una mayoría cansada de lo mismo de siempre: del engaño, del maltrato, del abuso y que tienen que ver como algunos de sus seres queridos parten a otras partes del mundo ante la falta de oportunidades para vivir dignamente. Sin embargo, decimos también que no hay pueblo vencido, que la última palabra no se ha dicho todavía y que es muy importante mirar el ejemplo que han venido dando amplios sectores de los trabajadores nacionalmente. Es un espejo en el que debemos mirarnos todos y que así como debemos asumir la tarea de organizarnos desde la personificación del trabajo y seguir desarrollándonos, así mismo debemos preparar el encuentro con el resto de la sociedad que protesta por la falta de agua, la falta de transporte público, la falta de gas y un sinfín de calamidades al que nos han llevado Maduro y el resto del combo psuvista.
Comencé hablando sobre los chalecos amarillos en Francia que obligaron a Macron a retroceder en la decisión de aumentar los precios de los carburantes, porque claramente es una demostración de que salir a las calles a decirle que no a los gobiernos cuando pretenden lesionarnos con sus intenciones para privilegiar las ganancias de los poderosos, nos da resultado. ¡Movilizarnos da resultado! y es el ejercicio que nos enaltece como poder originario. Por eso, desde Marea Socialista y UPP 89 les convocamos a ir a las urnas el próximo 9 de Diciembre a votar «seleccionando todo» en la tarjeta UPP 89 y desde el 10 procuremos encontrarnos en las calles que es lo fundamental, confiando solamente en nuestras propias fuerzas y nuestras propias capacidades. Asumamos el desafío juntos.
Gustavo Martínez Rubio