Entrevistamos a Lorena, joven activista de SOS Nicaragua – Chile, espacio que nace al calor de la solidaridad con el pueblo nica y en contra el autoritarismo del gobierno de Ortega y Murillo, agrupando a diversos jóvenes del país centroamericano en nuestro país. Un dialogo que nos aproxima a la crítica situación que atraviesa el país, un llamado de atención a la izquierda y como se perspectiva la resistencia.
Entrevista Maura Gálvez – Bernabé (Movimiento Anticapitalista – Juntas y a la Izquierda).
Maura: Desde Abril del año pasado estalló una revuelta en Nicaragua en respuesta a una drástica reforma del sistema jubilatorio, medida dictada por el FMI que atacaba directamente a los actuales y futuros jubilados ¿Cómo está la situación hoy para el pueblo nicaragüense a casi un año de ese hecho y el estallido callejero?
Lorena: La situación es incierta, pero principalmente desesperanzadora, el pueblo tras ver cómo se transformaba de forma sistemática la represión, en su mayoría, han optado por intentar volver a la “normalidad”, una normalidad mediada por el miedo, por la sombra de más de 300 muertes, más de 700 presas y presos políticos, más de 20,000 personas en el exilio, canales independientes censurados y sus periodistas condenados a la cárcel o al destierro. Este es el panorama actual, un estado de excepción que de acuerdo al reporte del 21 de diciembre realizado por el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes), el estado de Nicaragua, cometió crímenes de lesa humanidad en la represión a las manifestaciones y demás intentos de movilización ciudadana en la defensa de la libertad y los D.D.H.H. No bastando con este crudo panorama, representantes de la empresa privada y el cardenal, accedieron a tener un primer encuentro de apertura a la “negociación” con Daniel Ortega; a puertas cerradas e incumpliendo con los principios establecidos por la CIDH como mínimas para el restablecimiento de las conversaciones. La desconfianza reina sobre quienes habían sido considerados como potenciales representantes de los intereses del pueblo.
M: Este año se cumplirán 40 años de la revolución sandinista contra la dictadura de Somoza, hoy de aquella vanguardia revolucionaria poco y nada queda. Daniel Ortega, dirigente histórico del FSLN, es quien en la actualidad enfrenta al pueblo nicaragüense con persecución y autoritarismo ¿Qué opinas de la izquierda chilena que ha tomado posición de defensa al régimen de Ortega y Murillo?
L: Con certeza y como Nicaragüense hija de la pos guerra y de padres que participaron activamente en el proceso revolucionario y militaron por muchos años en las filas del frente sandinista, de este, no queda nada, más que sus símbolos, que siguen siendo manipulados y usados vilmente por la pareja presidencial.
Después de más de 12 años en el poder, Ortega no ha dudado en aliarse con la derecha; antiguos representantes de la contrarrevolución y el gran empresariado. Estas alianzas se han caracterizado por ser paternalistas, autoritarias y clientelares, todo ello, con el fin de asegurar su permanencia en el poder.
Es necesario tener presente que Daniel Ortega fue reelegido según las leyes vigentes en 2011, pero luego reformó la constitución y en 2017 es reelegido por tercera vez acompañado por su esposa Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Desde su retorno al poder, en su forma y fondo, este gobierno ha tejido una red de mecanismos que progresivamente le fueron permitiendo adueñarse del país. Desde 2008, controla todos los poderes del estado: Ejecutivo, Judicial, Electoral, Contraloría y Parlamento. Todo intento por construir una fuerza de real oposición, fue aplastado. Prácticamente el total de los medios de comunicación fueron comprados por la familia en el poder, reduciendo la libertad de expresión. En cuanto a la movilización social, progresivamente se fue normalizando que estas eran desarmadas con represión y grupos de choque vinculados directa y públicamente con el partido y en muchas ocasiones, como en la actualidad, la policía misma.
La corrupción, es un modo de vida de representantes emblemáticos de los poderes del estado, el caso más emblemático, el del Presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, un magnate con jets privados, mansiones y casas en la playa, además de propiedades en España y Costa Rica, a quien Estados Unidos le aplico la Ley Global Magnitsky.
La lista de faltas es larga, entre ellas, también encontramos: acoso a las organizaciones de Derechos Humanos, Movimiento Feminista y Ambientalista. Supresión de la autonomía universitaria, entrega del país a intereses extranjeros con la concesión del canal, entre otras, que sólo alargarían la alta traición a los mártires, mujeres y hombres, que dieron su vida por un proyecto de sociedad donde todos y todas pudieran vivir en paz y libertad.
Por las razones antes mencionadas, estoy convencida que la izquierda Chilena actúa desde su más profunda desinformación y romanticismo de lo que fue la revolución. Es como si se hubieran quedado atrapados en el tiempo, sin observar lo que la población Nicaragüense venía viviendo desde el retorno de Daniel Ortega al poder. Si bien, el panorama del país no mejoró en los 16 años de gobiernos neoliberales, el partido de turno no hizo más que continuar implementando las políticas impuestas por Estados Unidos, pero camufladas por un discurso de izquierda y sostenido desde las bases con prácticas populistas que lo único que buscaban era asegurar su permanencia indefinida en el poder.
M: ¿Nos podrías contar sobre SOS Nicaragua – Chile, su conformación y sus propuestas?
L: Como consecuencia del rechazo que fue generando la política en Nicaragua y de que las pocas formas de organización estaban centralizadas por el gobierno o de lo contrario eran suprimidas, la pluralidad política y las oportunidades que esta ofrece fueron significativamente aplastadas. Es necesario dar este contexto, para explicar que como nicaragüenses en Chile hemos tenido serias dificultades para organizarnos y construir desde la diversidad de pensamiento, una alternativa de salida a la situación de nuestro país. No tenemos cultura de organización política, extraño, pero cierto, y aún más extraño cuando se decía que las y los nicaragüenses organizábamos hasta las piedras. Por lo antes referido, hoy puedo hablar de la conformación, pero no de alguna propuesta, porque esta no existe como colectivo.
Sobre la conformación, nos organizamos de forma más o menos reactiva cuando iniciaron las primeras movilizaciones y asesinatos, organizamos vigilias y colectas de dinero para las y los heridos. La última actividad que coordinamos un grupo de aproximadamente 10 personas, fue el acompañamiento a la caravana informativa.
M: En ese sentido, hace unos días surgieron vídeos desde las cárceles de Managua, confirmando lo que todos sabían en Nicaragua. Detenciones ilegales, torturas físicas y psicológicas, las cuales son acompañadas con el hostigamiento constante a los familiares de las y los detenidos. En la cárcel de mujeres las compañeras denuncian los sistemáticos abusos, golpizas que han provocado abortos forzados a jóvenes, entre otras consecuencias de las vejaciones. Aquel contexto represivo del Estado de Nicaragua se sigue desarrollando en un momento en que las mujeres salen a las calles a cuestionar las violencias, la ola feminista que se da en varios lugares del globo interpelando a gobiernos y al propio sistema. Este año se articula positivamente la huelga internacionalmente ¿Qué llamado podrías hacer para el 8M?
L: ¡Este 8M Paramos por Nuestras Presas Políticas! A la fecha, se contabilizan 63 compañeras que han sido encarceladas con condenas absurdas que reflejan el estado de excepción que vive Nicaragua. Las presas políticas, son jóvenes estudiantes, obreras, médicas, ingenieras; mujeres valientes que abanderaron e hicieron suya la lucha de las y los jóvenes que se movilizaron desde Abril. Este 8M, las mujeres nicaragüenses estaremos más en pie de lucha que nunca! Nos quitaron tanto, que se llevaron hasta el miedo! Las mujeres en Nicaragua no podrán salir a protestar a las calles, como a pesar de todo, lo venían haciendo en años anteriores, pero hoy la batalla la luchamos desde las redes sociales, desde el convencimiento de que esto acabará y que como hormigas trabajamos para que acabe, acabe pronto y con justicia. Desde visibilizar la historia de la Amaya Coppens, la chavala de la sonrisa eterna, de Tania Muñoz, detenida por llevar alimentos a los tranques, de Ruth Matute, vendedora de cosméticos en el barrio indígena de Monimbó, de Kenia Avilés, de María Adilia, y de tantas mujeres más que hoy están presas físicamente, pero más libres que nunca. Ojalá, las mujeres en Chile sepan que hay 63 mujeres recluidas por creer en la libertad!
M: ¿Algunas palabras para finalizar?
La frase trillada dice que “no se muere quien se va, sólo muere el que se olvida”. No dejemos morir a la Nicaragüita, ese país chiquitito de 6 millones de personas, de gente amable y querendona, de gente que recordó que el poder siempre había sido suyo y una vez que lo volvió a conquistar no lo va a soltar jamás!