Vivimos un verdadero Chubutazo que lleva casi dos meses y conmueve hasta los cimientos toda la provincia.
El pueblo trabajador de Chubut no se resigna a la explotación y al abuso de la casta política empresarial que digita la destrucción y saqueo de la provincia. Un pueblo que vuelve a protagonizar una rebelión que hace historia en el largo derrotero de la lucha contra el orden capitalista que oprime, explota y estruja hasta el último de los recursos estratégicos a manos de las corporaciones extractivistas (nacionales y extrajeras), terratenientes e industriales. Una provincia vaciada que a su vez es la principal productora del petróleo del país y usina del aluminio, entre otras riquezas. Nada de eso es para el pueblo, único hacedor de las riquezas y el verdadero convidado de piedra en este festín de despojo. Esta pelea tiene al gobierno en el aire, sostenido con el respirador artificial de burocracia sindical.
La provincia tomada por lxs trabajadorxs y el pueblo
El eje disparador de la disputa actual es la reinstalación del pago escalonado a la administración pública y el incumplimiento flagrante de las paritarias firmadas por el gobierno a inicios de este año. A eso debe añadirse el robo de los aportes previsionales de la clase trabajadora y quite de servicios de los prestadores de la obra social provincial. Por ese ariete se ha colado y cobrado centralidad en los reclamos obreros y populares la situación desastrosa de abandono de los servicios públicos y la infraestructura social en salud, educación, y en todas las áreas. Con un gobierno que hace más evidente que nunca la farsa de la democracia burguesa y la demagogia más vil al servicio de mantener incólumes los privilegios de las grandes corporaciones que operan en la provincia y de los pagos del endeudamiento público provincial, fraudulento y en un 80 % en dólares a acreedores externos que se cobran automá-ticamente de las flacas regalías que ingresan al Estado provincial fundamentalmente del petróleo.
La respuesta obrera y popular es contundente. Huelgas en todos los sectores de la administración pública, ocupaciones de edificios públicos, movilizaciones callejeras que aglutinan a miles por región con dos marchas provinciales hacia la capital provincial y en las últimas dos semanas los cortes de rutas en todas las latitudes de la provincia han puesto virtualmente en el aire a un gobernador que acaba de ser reelecto el pasado 9 de junio. Un poder ejecutivo completamente deslegitimado con ministros que han volado de sus puestos (Economía y Educación) y otros en la cuerda floja producto de la movilización. Es el mismo gobernador el que está sostenido por la burocracia sindical, ese funcionariado cooptado, corrompido y socio del poder del Estado y los gobiernos de turno.
Una pelea de fondo. ¿Quién paga los platos rotos?
La lucha es una pulseada vital entre los capitalistas y el pueblo trabajador. Los planes de ajustes en el orden nacional y provincial vienen ocasionando penurias y padecimientos sociales ya insoportables. Los frentes son claros: de un lado la clase trabajadora al frente del amplio espectro popular (estudiantes, desocupados, cuentapropistas, comerciantes, junto a las clases medias) y por otro, el gobierno y su casta de funcionarios sentados en la falda de las grandes corporaciones.
Ante este escenario, el MST plantea la urgencia de un plan alternativo para que la crisis no la pague el pueblo trabajador, sino sus responsables: los capitalistas, banqueros, las corporaciones del saqueo y la casta de funcionarios.
Mientras las mayorías de Chubut ni siquiera cobramos nuestro salario, las grandes corporaciones y ricos como Pan American, Aluar, Conarpesa, Benetton o La Anónima amasan fortunas. Es fundamental aplicar impuestos de emergencia sobre todos ellos para volcar esa plata al cumplimiento de los salarios, la paritaria y el funcionamiento de la seguridad social.
Es preciso suspender inmediatamente el pago de la deuda externa del Chubut y conformar una comisión investigadora independiente para determinar el carácter real de la misma. Mientras tanto, que esa plata vaya a garantizar la infraestructura necesaria en escuelas y hospitales.
Además anular los tarifazos y estatizar los servicios públicos y el sistema de transporte bajo control de sus trabajadores y usuarixs. Estas son apenas algunas de las medidas necesarias para iniciar un camino alternativo. Tenemos que dar la pelea por concretarlas ya que para resolver la crisis actual no hay salidas intermedias.
Algunas conclusiones políticas
Los militantes del MST en el FIT-Unidad somos categóricos: nuestra intervención se ordena en la prioridad absoluta de derrotar en las calles el ajuste de Arcioni e imponer con la movilización política de nuestra clase un plan económico alternativo. Para eso es vital conjugar la fabulosa fuerza de lucha desplegada en estas semanas en un congreso o asamblea provincial de los sectores en lucha, con centralidad en que la crisis la paguen quienes la generaron y no lxs trabajadorxs. Junto a estas tareas de vida o muerte, Que se vaya Arcioni y se convoque una Asamblea Constituyente para refundar nuestra provincia sobre otras bases, ya que no se trata de tal o cual figura política. La pelea es de fondo.
Convencidos de que estas tareas no son imposibles, quienes estamos inmersos en los espacios de lucha también advertimos que la enorme disposición de lucha y de capital político acumulado en el activismo de nuestra clase corre un grave riesgo si no logra superar completamente el cerco de la política conciliadora de las conducciones sindicales de la Atech, Ate, Sitravich, que se ordenan por «superar el conflicto» y no «hacer olas», para lo que cuentan con la complicidad de las centrales sindicales nacionales obstinadas en aislar a las luchas de Chubut. Desde el MST sostenemos que hay condiciones para el triunfo de las demandas obreras y populares a condición de superar el estratégico punto de conquistar nuevas referencias en los planos sindicales, socioambientales y políticos. Para eso construimos nuestro partido, que se juega el todo por el todo en las luchas de nuestra clase.
Una provincia en llamas
El frío no se siente por el calor de la lucha. Desde el martes temprano me encuentro en la provincia acompañando la lucha que vienen llevando adelante las y los trabajadores estatales, en respuesta al incumplimiento del gobierno de Arcioni del acta acuerdo firmada luego de derrotar su política de ajuste en 2018, y la vuelta del pago a las salarios de los estatales de forma escalonada.
En Comodoro Rivadavia estuve acompañando los cortes de ruta de las rotondas de zona norte y zona sur, llevando la solidaridad del MST, compartiendo el guiso popular que suele hacerse a diario en la ruta. Por la tarde estuvimos junto a Emilse Saavedra en Plaza Kompuchewe, en una actividad de conversatorio sobre la situación de la provincia y nuestras propuestas para salir de esta crisis. Al cierre de esta edición estaré viajando hacia la cordillera.
El frío invierno no frena esa lucha, que viene de una gran experiencia el año pasado, cuando superaron los frenos de la burocracia con organización desde las bases. Esa es la fuerza que se ve en la provincia, trabajadores que hartos de las mentiras de campaña, de la política a favor de las corporaciones, salen a las calles a seguir exigiendo sus derechos.
Hoy, martes 27, hubo cortes en Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Esquel. El gobierno esperaba que anunciando que el 28 terminaban de cobrar los jubilados y el 30 los trabajadores activos del último sector vendría la calma, pero causó más bronca. La salida del ministro de educación es cambiar un fusible, pero la crisis política continúa. Queda claro para la mayoría de los trabajadores que la política de este gobierno es seguir garantizando el pago de una deuda, que nadie pidió contraer y que no se destinó a resolver los problemas estructurales de la provincia, a costa de seguir ajustando al pueblo.
Lo que vive hoy Chubut es lo que nos espera a nivel nacional si se sigue de la mano del FMI, tanto Macri como Fernández siguen dando garantías a los pulpos capitalistas. La salida es seguir en las calles y fortalecer una alternativa política que tenga como prioridad garantizar los derechos de los trabajadores, las mujeres y la juventud, en la provincia pero también a nivel nacional. Hoy este apoyo es para seguir nacionalizando el conflicto, exigiendo una acción directa por parte de los sindicatos para que llamen al paro nacional en apoyo a la lucha y seguir exigiendo que Arcioni se vaya ya y que se convoque a una Constituyente para que el pueblo decida todo.
Maximiliano Masquijo