Los días que transcurren han sido enormes por la presencia social que enfrenta al Estado de Excepción que invocó Piñera al perder gobernabilidad ante el pueblo movilizado. Desde las movilizaciones que empezaron contra el alza del pasaje, rápidamente se transformó en el repudio contra los años de democracia pactada que mantiene intacta la herencia de la dictadura. Altos endeudamientos, privatización de derechos fundamentales, precarización de los trabajos y de la vida en general; es frente a todo esto que el pueblo se alzó, contra el régimen pinochetista.
Toda aquella demostración contundente de rebelión popular es sintomática de un mundo convulsionado, en dónde los pueblos se alzan antes los planes del capitalismo mundial para descargar la crisis sobre los pueblos. Ecuador, Haití, Hong Kong, Honduras, Catalunya viven explosiones sociales masivas y los regímenes actúan con la fuerza antidemocrática, fuertes polarizaciones que ponen en cuestión la continuidad de gobiernos. Nuestro país demostró no ser aquel “Oasis” que propagandizaba Piñera.
Ahora que llamó la CUT, el PC y FA.
La rebelión popular que lleva días enfrentando la militarización del país a través de masivas movilizaciones, asambleas, cacerolas, barricadas y una huelga general a la cual se plegaron los Portuarios y otras organizaciones, demostrando las capacidades que hay para frenar el Estado de Emergencia. Aquella dinámica es la contraparte a la represión de Piñera que lleva decenas de muertes, lesionados, tortura, el ejercicio de la violencia política sexual y detenciones masivas, un diagrama social que nada tiene que envidiarle a años de terrorismo de Estado de Pinochet. Aquel marco represivo del régimen antidemocrático y de rebeldía popular, no ha encontrado respuestas positivas de las principales direcciones sindicales, estudiantiles y sociales que dirige el PC y el FA, política conciliadora que no se sumó al paro del día lunes.
Esta situación debió cambiar debido a la presión social. «Unidad Social», frente común del PC y el FA que involucra a la CUT, el No Más AFP, el Colegio de Profesores, entre otros gremios, que presionados por la insurrección popular, debió convocar a un paro nacional para el día miércoles 23 y jueves 24 de octubre, una posición tardía pero fundamental que debe seguir desarrollándose en tener continuidad hasta que los milicos vuelvan al cuartel y que los responsables políticos de la situación actual caigan.
Garantizar el Paro, autoorganización como motor y presión.
El pueblo ha demostrado tener mayor valor que dichas direcciones, sin duda seguirá estando y aportando la masividad a los días miércoles y jueves, es por eso que hay que desarrollar instancias autoorganizadas como motor deliberativo de todo, seguir presionando a las direcciones en mantener la movilización hasta que caiga el Estado de Excepción, a su vez potenciando organismo propositivos para pensar que país se debe construir, desmantelando el régimen pinochetista y fundando los cimientos de una Asamblea Constituyente, libre y soberana.
Es por todo esto que creemos que hay que hacer como las y los Portuarios, un paro efectivo impulsando el desbaratamiento del Estado de Emergencia y el Fuera Piñera desde el primer día que estallo la revuelta popular. Aquel marco de la movilización se debe expresar con fuerza para ambos días de paro, traspasando con fuerza la voluntad que se escucha en las calles de poner termino al gobierno de Piñera, dicha perspectivas defendemos como Movimiento Anticapitalista como garantía mínima para salir de la crisis.
Movimiento Anticapitalista