Luego de las elecciones primarias donde apoyamos y llamamos a votar a Compromiso Socialista, organización política integrante de Unidad Popular (UP) explicando los motivos en su momento que nos llevaron a tomar esa posición política, hoy decidimos en esta instancia no solo apoyar y llamar a votar a la lista 565 de Compromiso Socialista, sino que además varios compañeros y compañeras también integran la lista. No solo en Montevideo si no también en el interior. Eso no cambia nuestra posición de seguir fuera de la UP (ya que tenemos con su orientación predominante diferencias político – estratégicas y también con su accionar), pero entendemos que la experiencia para las elecciones primarias con Compromiso Socialista fue altamente favorable en sentido de avanzar en la construcción de una alternativa revolucionaria, de proyecto socialista, que ponga en discusión y levante el programa histórico de la clase trabajadora, y que además trabaje de una forma no sectaria por la unidad de los revolucionarios. Para nosotros significa un paso importante en ese sentido y necesario, en esa construcción, la cual no termina con las elecciones nacionales, si no que comienza al otro día.
Estas elecciones están cargadas de un marco muy especial a nivel de América Latina, donde las masas hacen rápidas experiencias y se desencantan con las diferentes direcciones que no cumplen con las expectativas de los pueblos.
En nuestro país, los partidos políticos que se disputan el gobierno, si bien con características distintas y con diferentes raíces desde lo ideológico, no distan mucho en cuanto al programa a aplicar. Tanto el actual partido de gobierno como la oposición centran su campaña en cómo administrar la crisis, reducir el déficit fiscal y mantener el grado inversor; en temas tan importantes como medio ambiente, salud, vivienda, educación, seguridad social, no hay diferencias tan grandes que los separen a la hora de gobernar el país.
Sin olvidar los antecedentes de los mismos y sin entrar en un análisis minucioso de las diferentes corrientes ideológicas que están en pugna en esta contienda electoral, podemos decir en pocas palabras y centrándonos en el problema real, que gane quien gane no queda duda que el cometido será administrar la crisis, aumentar la tasa de ganancia de la clase dominante, reducir los salarios y atacar las conquistas del pueblo trabajador, así como mantener las exoneraciones al gran capital.
Algunas de estas medidas ya suceden en la actualidad. En el actual gobierno en los últimos tres años se ha laudado consejos de salarios por parte del gobierno al lado de las patronales y a la baja, lo que significó objetivamente pérdida salarial en varios casos y en otros apenas se ha podido mantener el poder adquisitivo para los trabajadores y trabajadoras. Sumado a esto se ha dado la pérdida de más de sesenta mil puestos de trabajo reales así como el cierre de cientos de empresas, y la generación de empleo es de forma precaria, ya sea a través de la tercerización de puestos de trabajo que deberían ser permanentes en el Estado y en la actividad privada, así como con la nueva modalidad de trabajo a través de plataformas virtuales sin ningún tipo de regulación.
En cuanto al tema educación, no sólo hubo un incumplimiento con lo prometido por el partido de gobierno en las elecciones anteriores, sino que además se han venido deteriorando los planes de estudio en la educación pública más de lo que ya estaban. No sólo se ha mercantilizado la educación, sino que se piensa seguir con un programa de deterioro y de exoneraciones hacia los privados.
En medio ambiente se levantan consignas que van a contrapelo con lo que se hace, ya que se habla del cuidado del medio ambiente, de legislar y avanzar en ese sentido, pero se legisla muy mal. Para prueba tenemos una ley que prohibió las bolsas de plástico que se daban en los diferentes comercios y a cambio obligó a las empresas a vender bolsas biodegradables trasladando el costo de las mismas al consumidor final. A su vez firman un contrato para instalar la tercera pastera que cuenta con el apoyo de los principales partidos políticos que pueden llegar a ser gobierno, siendo las diferencias apenas administrativas. Siguiendo así la profundización del deterioro de nuestro medio ambiente. Sumado a esto está la reciente Ley de Riego aprobada, que beneficia a los privados, así como la falta de controles en fumigaciones con pesticidas que viene deteriorando hace años nuestros suelos.
En salud, la reforma de la salud que se creó a partir de 2007 transformó la misma en un sistema mutual integrado y mixto público-privado que terminó favoreciendo a las grandes corporaciones médicas y que nada tiene que ver con el proyecto de los trabajadores de un Sistema Nacional de Salud gratuita Estatal y Pública. Si bien con el FONASA se logró llegar a un alto porcentaje de personas que no contaban con atención médica ya sea por sus recursos o por no estar dentro del sistema de aportes, la cuantificación de la salud no redundó en la calificación de la misma, sino que profundizó la mercantilización.
La vivienda es otro debe del cual ninguno de los programas de gobierno de los diferentes partidos dice nada. El gobierno actual tampoco lo puso dentro de las prioridades. Simplemente se ha dejado en manos de los especuladores y se han generado exoneraciones a privados que entraron en el mal llamado plan de vivienda social que es inaccesible para trabajadores y trabajadoras.
En el tema seguridad social, siendo este uno de los temas más importantes de interés general de nuestra clase, pareciera que hay un pacto entre los partidos de avanzar en una reforma, y la misma en ningún caso será favorable a los intereses de la clase trabajadora. Por el contrario, busca abatir también el déficit fiscal bajando el monto jubilatorio y extender la edad de aportes cambiando la tasa de reemplazo. Todo esto en detrimento de los ingresos jubilatorios. Y no ataca al sistema mixto que sigue manteniendo a las AFAPS y el sistema de ahorro individual, que ha permitido que los privados lucren con el dinero de los trabajadores y trabajadoras.
En cuanto a la lucha de las compañeras por el reconocimiento de derechos en contra de la cultura patriarcal, si bien se ha legislado en ese sentido y se puede decir que tanto en esto como en materia de la defensa de las minorías disidentes se ha avanzado en legislación, a la hora de llevar a la práctica estos avances es imposible hacerlo si no se contempla dentro del presupuesto. Pero no nos quedemos solo en eso. Entendemos que hay que seguir peleando por igualdad de derechos y sobre todo combatir la violencia machista que día a día sigue asesinando mujeres impunemente, ya que el estado no ejerce su rol como corresponde para garantizar no sólo los derechos si no proteger la vida de inocentes que terminan asesinadas.
Por último, en conjunto con las elecciones se plebiscita una reforma a nuestra constitución que permite utilizar a las fuerzas armadas en tareas de represión a través de la creación de una guardia nacional para intervenir en “caso de ser necesario” según se dice. Esto profundiza la injerencia de las mismas en asuntos que corresponden al Ministerio del Interior. Pero ya lo hacen en la frontera, donde tienen potestad para actuar en un rango de 30 km en tareas que fueron asignadas en el actual gobierno. Esto fortalece nuestra posición no sólo en contra de la reforma, ya que también entendemos que es necesario el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas, que, a instancias de ser educados bajo la consigna de la defensa de la patria, siguen manteniendo en plena vigencia la idea de reprimir a nuestro pueblo con total impunidad.
Con este panorama se hace imperante la necesidad de construir una alternativa que ponga otra voz no sólo en el parlamento sino también en la lucha organizada. Entendemos que es necesario hacerlo desde la unidad y con un programa en común, cuestión que en términos generales compartimos con los compañeros y compañeras de Compromiso Socialista con quienes hemos venido transitando estos últimos tiempos y con los cuales coincidimos políticamente.
En todos los temas antes mencionados, la izquierda tiene propuestas y están expresadas en la lista 565 de Compromiso Socialista, que además integran nuestros compañeros y compañeras. Es necesario que las mismas se conozcan para terminar con las falsas propuestas de los demás partidos que solo van en sentido de profundizar la crisis y seguir cargando el peso de la misma sobre el hombro de la clase trabajadora.
En ese sentido valoramos políticamente el acto y la campaña conjunta, donde pudimos encontrarnos Compromiso Socialista y Rumbo Socialista. No sólo compartiendo estrado y posiciones comunes sino sobre todo haciendo material un proceso de unificación con perspectivas políticas y sociales.
Hacemos un llamado a todos a votar a la Izquierda con la lista 565 el 27 de octubre, que es un voto útil con el que se está defendiendo los intereses de la clase trabajadora. Teniendo en claro que no es un fin en sí mismo si no que es además un llamado a conformar una alternativa revolucionaria para enfrentar los tiempos que se avecinan.
Rumbo Socialista