1 En la primera quincena de octubre de 2019 un levantamiento de los indígenas del Ecuador, convertidos en el caudillo del pueblo trabajador y oprimido del país latinoamericano, le imprimió un duro golpe al ajuste neoliberal, pactado con el FMI, del gobierno de Lenin Moreno.
2. Los indígenas ecuatorianos protagonizaron una verdadera insurrección del pueblo pobre del Ecuador enfrentando un aumento del 123% en el precio de los combustibles que, junto al recorte salarial a los empleados públicos y el despido de miles de ellos, la reducción de vacaciones y la introducción de diversas normas de flexibilidad laboral, entre otras medidas, constituyen un paquete de ajuste acordado por el gobierno pro imperialista de Moreno con el FMI a cambio de un prestamo del organismo por 4.300 millones de dólares.
3. En respuesta al paquetazo se cortaron las rutas del país, se tomaron municipios y gobernaciones, se ocuparon los pozos petroleros más importantes y el 60% de la estructura vial estuvo interrumpida por las manifestaciones. Se produjeron numerosos enfrentamientos con efectivos del ejército y la policía, que sufrieron significativas deserciones y los insurrectos llegaron a tener como rehenes a integrantes de las fuerzas represoras del Estado. El levantamiento ocupó por decenas de miles Quito, la ciudad capital, resistiendo a la represión que intentó desalojarlos sin éxito, y a diferencia de levantamientos anteriores tuvo un carácter nacional. No se detuvo pese a la dura represión que ocasionó siete muertos, centenares de heridos y más de 1.300 detenidos que registraron las filas insurrectas.
El levantamiento contó con la participación de un importante sector de los trabajadores que, sobrepasando la pasividad de sus conducciones sindicales tradicionales, participó activamente de las protestas. En un principio los transportistas salieron a un paro nacional que fue levantado por su traidora conducción sindical, luego hay que destacar a los trabajadores estatales. También hay que señalar la importante participación de las mujeres y los jóvenes, que jugaron roles de vanguardia en la pelea. La juventud compuesta por estudiantes universitarios, secundarios, jóvenes ni-ni, tuvo una actuación heroica en la primera línea del enfrentamiento a las fuerzas represivas hasta el último momento de la pelea.
Las protestas pusieron al gobierno de Lenin Moreno totalmente en crisis, obligándolo a refugiarse en Guayaquil, ocuparon durante horas la sede de la Asamblea Nacional que nunca logró reunirse, poniendo en jaque a todo el aparato del Estado. Durante los días en que se desarrolló la insurrección hubo de hecho dos poderes en el país, el de un gobierno y sus fuerzas represivas totalmente en crisis y a la defensiva y el de los indígenas, los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, el pueblo ecuatoriano en las calles, dominando parte del país y paralizando gran parte de las actividades económicas.
4. Como consecuencia del levantamiento estuvo planteada la caída de Moreno. La dirección del movimiento indígena, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), no lo planteó, más allá de tal o cual discurso aislado. Su objetivo era lograr la derogación del decreto 883 que fijaba el alza de los combustibles y la renuncia de los ministros responsables de la represión. La dirección sindical más importante, la nucleada en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) no llamó al paro general.
5. En esta situación de crisis absoluta del régimen capitalista ecuatoriano, los organismos internacionales corrieron en auxilio del Gobierno con el objetivo de «retomar la paz y la tranquilidad” para facilitar «el diálogo». Desde la OEA, la Conferencia Episcopal, los Gobiernos del Grupo de Lima intentaron apuntalar a Lenin Moreno. Pero los llamados al diálogo fueron acompañados desde el Gobierno, con medidas de represión brutal, el toque de queda, asesinatos, detenciones en masa, la presencia de grupos paramilitares organizados por la burguesía de Guayaquil.
6. Finalmente, luego de 13 días de insurrección, la dirección de la CONAIE acepta el llamado al dialogo logrando en la negociación la derogación, el 15 de octubre, del odiado decreto de aumento de los combustibles. Esto constituye un triunfo parcial del levantamiento y a partir de este retroceso de Moreno, la CONAIE retira las medidas de fuerza de los indígenas y acepta ser parte de una comisión para elaborar un nuevo decreto.
7. Este primer enorme y heroico triunfo de la lucha del pueblo ecuatoriano es un logro parcial de la pelea. Muestra por un lado que la fuerza de la movilización popular puede frenar y hacer entrar en crisis los planes pactados con el FMI, pero a su vez por las debilidades de su conducción no se ha enterrado definitivamente el paquetazo de ajuste, destituido al repudiado gobierno de Moreno como estaba planteado e impulsado un gobierno de las organizaciones sociales en lucha, que dominaban gran parte del país en medio de la insurrección popular.
El enfrentamiento de los indígenas y el pueblo ecuatoriano con Lenin Moreno produjo un recambio en la dirección de la CONAIE. Quedaron de lado aquellos dirigentes que ocupaban cargos en el gobierno, a los cuales debieron renunciar, y otro sector de la dirección se hizo cargo de la conducción del levantamiento. Estos dirigentes si bien lograron que se derogara el decreto 883, fueron incapaces de organizar la pelea para derribar al gobierno de Lenin Moreno como lo reclamaba el pueblo en lucha y mucho menos de generar una dirección alternativa del pueblo movilizado dispuesta a hacerse cargo del poder en un Ecuador insurrecto. Las expresiones de Jaime Vargas, el presidente de la CONAIE, en relación a la aspiración de obtener zonas de administración indígena autónoma dentro del Estado como la aspiración política central de su conducción, explica esta enorme debilidad de la conducción indígena.
8. Las vacilaciones de la dirección indígena le han permitido a Moreno maniobrar para tratar de escatimar el triunfo obtenido en las calles. Mientras mantiene la intención de avanzar en las otras medidas de ajuste pactadas con el FMI, la comisión negociadora de un nuevo proyecto de decreto se estancó con el retiro de la CONAIE de la misma.
No hay ninguna investigación en curso que castigue a los responsables de las muertes, heridos y enormes violaciones a los derechos humanos cometidos por las fuerzas represivas. Al contrario, como nos informan los compañeros ecuatorianos, el gobierno está desarrollando numerosos actos de persecución y amedrentamiento a dirigentes sociales y políticos. Este es el caso de la detención de dirigentes correístas como la prefecta de Pichincha, Paola Pabón y la persecución de la asambleísta Gabriela Rivadeneira, que ha debido exiliarse. La Justicia mantiene, además, una investigación criminal sobre los dirigentes de la CONAIE por la detención temporal de agentes represivos por parte del movimiento insurrecto.
9. La fuerza política y los dirigentes que responden al ex presidente Rafael Correa, promotor de la presidencia actual de Lenin Moreno, quien fue su vicepresidente durante sus dos mandatos, no fue parte de la movilización y solo se limitó a criticar a su antiguo aliado, hoy convertido en su archienemigo y a exigir “elecciones inmediatas” con el objetivo de reposicionarse.
Durante su mandato Correa enfrentó a los reclamos indígenas. La CONAIE que hoy luchó y derrotó el decreto de alza de los combustibles, en un principio había apoyado a Moreno en su pelea contra el correísmo.
La actual detención y persecución de dirigentes correístas por parte del gobierno es inaceptable. No le reconocemos ninguna autoridad al gobierno asesino y entregador para juzgar a nadie y mucho menos a opositores.
10. En el mismo sentido rechazamos la persecución judicial sobre los dirigentes de la CONAIE y otros dirigentes sociales. A la par que exigimos una investigación independiente a cargo de los organismos de DDHH, en torno a las responsabilidades sobre los muertos, heridos y la brutal represión, y la necesidad de Juicio y castigo para sus responsables políticos y materiales.
11. La salida para la actual crisis del Ecuador pasa por, como ya lo expresó claramente el pueblo ecuatoriano en el reciente levantamiento, expulsar al FMI y derrocar al Gobierno de Lenin Moreno, imponiendo una salida independiente de los trabajadores, los indígenas y los sectores populares. Es necesario en ese sentido la convocatoria a una Asamblea Constituyente que reorganice el país sobre bases anti capitalistas.
12. Para imponer este programa es más necesario que nunca empujar y desarrollar la auto organización de los trabajadores, los estudiantes y el heroico pueblo indígena. Apuntalar el desarrollo de diferentes agrupamientos que han surgido a lo largo y ancho del país por fuera de las direcciones tradicionales. Nuevos agrupamientos que, a la par de exigir a la dirección de la CONAIE y de los distintos sindicatos el plan de acción necesario para desarrollar la movilización, vayan desarrollando una dirección alternativa del pueblo ecuatoriano en lucha, dispuesta a ir hasta el final en la tarea de derrocar al gobierno asesino de Moreno y romper con los planes del FMI.
13. La pelea del pueblo ecuatoriano contra el FMI y el gobierno que aplica sus planes de ajuste, es parte de un levantamiento mundial contra el ataque del capitalismo al nivel de vida y los derechos del pueblo trabajador, de los cuales la revolución que hoy encabeza el pueblo chileno es la vanguardia de esta pelea en Latinoamérica, y a la que hay que sumarle los levantamientos de Haití y Puerto Rico, como la resistencia a Bolsonaro en Brasil, el hundimiento de Macri en la Argentina y el proceso de movilización colombiano. Procesos que son parte una coyuntura mundial en la que otros pueblos de regiones muy distantes del planeta, como el Líbano, Irak, Cataluña, Hong Kong o Etiopía, enfrentan los ataques del capitalismo imperialista colocando al movimiento de masas claramente a la ofensiva.
14. Desde la Liga Internacional Socialista (LIS-ISL) hemos apoyado el levantamiento del pueblo ecuatoriano. En en los países donde tenemos presencia participamos de acciones frente a las embajadas ecuatorianas exigiendo el ¡Fuera Moreno, Fuera FMI! Nuestras publicaciones y acciones estuvieron al servicio del triunfo del pueblo ecuatoriano, porque la derrota de Lenin Moreno y el FMI, fortalecerá la lucha de todos los pueblos que luchan contra los planes de ajuste imperialistas.
15. La insurrección ecuatoriana, sus enormes logros, así como la debilidad de no tener a su frente una dirección capaz de llevar la pelea hasta el final, colocan a la orden del día una tarea imprescindible para derrotar a los planes de ajuste, a los gobiernos e instituciones estatales al servicio del sometimiento a los dictados imperialistas: la construcción de una alternativa socialista revolucionaria de los trabajadores y el pueblo ecuatoriano.
La construcción de una herramienta revolucionaria que sea capaz de desarrollar la movilización popular hasta derrotar completamente con los planes de ajuste, los gobiernos capitalistas que los aplican y apoyado en el desarrollo de las organizaciones populares en lucha, imponer un gobierno de las organizaciones sociales del Ecuador, que implemente un programa anti capitalista, de ruptura con los planes del FMI y toda variante pro patronal, y que en unidad con los pueblos latinoamericanos que enfrentan estos planes, luche por un Ecuador y una América Latina socialistas.
Octubre 2019