El pueblo colombiano se sumó al proceso de rebeliones y levantamientos que se vienen desarrollando en el mundo y en América Latina contra el ajuste impulsado por el imperialismo en medio de su crisis económica, mecanismo necesario para garantizar el pago de la deuda pública y privada y así recuperar la tasa de ganancia. Por eso organismos como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE, exigen un cumulo de reformas como la pensional, laboral y tributaria a las semi-colonias y así poder garantizar el pago de la deuda, precarizando los derechos ganados con lucha por la clase trabajadora en el mundo, porque hoy en medio de la crisis no tienen otra salida.
Desde el 21N el pueblo colombiano se ha venido movilizando no solo en contra de estas reformas regresivas conocidas como el “paquetazo” impulsadas por el Gobierno de Duque, sino también por el asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales como política de Estado. El paramilitarismo es la herramienta ilegal utilizada por el régimen de Duque para aplastar la lucha de los sectores oprimidos y el ESMAD como músculo represor principal de la protesta social, el cual se ha llevado los ojos y la vida de muchos jóvenes luchadores que hoy se levantan contra el régimen.
¿Por qué no se ha podido derrotar el paquetazo?
Dos millones de personas en las calles, constantes movilizaciones masivas en gran parte del territorio nacional, completan más de un mes de resistencia evidenciando un ascenso en el nivel de conciencia del pueblo en nuestro país. Aunque este proceso de lucha ha sido histórico (no se veía fuertes escenarios de movilización desde 1977), su fuerza de movilización no ha podido frenar el paquetazo del gobierno de Duque, reflejo de ello es la aprobación en diciembre del Holding financiero, la ley de trabajo parcial, la reforma tributaria, entre otras. Este fenómeno, desde nuestra perspectiva tiene explicación: a pesar de la existencia de espacios asamblearios de decisión en el movimiento social, las centrales obreras no generaron condiciones similares para que la clase trabajadora tuviera garantías de realizar un verdadero paro de la producción, replegando el músculo y fuerza de movilización de los sectores hoy en las calles, a un espacio de negociación a las espaldas del movimiento, debilitándolo y causando el fortalecimiento del gobierno de Duque. Gracias a esa política de conciliación de clases adoptada por las Centrales Obreras y toda la actual dirección del Comité Nacional de Paro (CNP), gran parte del paquetazo fue aprobado, el gobierno se revitalizó y sectores como el estudiantil por su desgaste, están entrado en procesos de repliegue.
La movilización histórica de los últimos meses demuestra la disposición de lucha y la fuerza suficiente para ganar. No obstante, las direcciones sindicales junto a los partidos de oposición y demás fuerzas políticas tradicionales hoy atomizadas en el Comité Nacional de Paro, no han estado a la altura del movimiento permitiéndole al gobierno pasar parte de su ajuste y levantar cabeza, bajo falsas excusas legales. Por eso los y las luchadoras más consecuentes tenemos que organizarnos y coordinarnos para enfrentar y obligar a las direcciones a convocar al plan de lucha que hace falta e ir construyendo la nueva dirección sindical y política consecuente que necesita el pueblo trabajador en nuestro país.
Es por esto que el Bloque Nacional por el Paro General Indefinido, -constituido para combatir a la burocracia sindical y los partidos de oposición, debido a su papel servir como la pata izquierda del régimen, conteniendo al movimiento de masas para impedir rebeliones y encausar toda la energía de lucha a un marco electoral- debe fortalecerse en todas las asambleas populares, territoriales y regionales, e impulsar las asambleas de trabajadores y trabajadoras que hacen falta para generar las condiciones necesarias hacia un paro general indefinido.
Contra la burocracia que ninguna victoria nos quiere dar
El Comité Nacional de Paro (CNP) está conformado por las centrales obreras y algunos movimientos sociales, sin embargo hay fuerzas políticas que actúan fuertemente sobre esta forma de organización, buscando dar solución a la indignación expresada en las calles, a través del parlamentarismo (elecciones). Por eso su orientada postura a la movilización pacífica evitando el paro real de la producción, cediendo el programa de lucha levantado por el movimiento en las calles y las asambleas populares, canalizando la fuerza hacia la búsqueda de una mesa de negociación, donde solo la burocracia sindical y los partidos alternativos sean quienes se sienten a puerta cerrada con el gobierno de Duque.
Estas fuerzas políticas ya no hablan del desmonte del ESMAD, ahora hablan de protocolos de la protesta social mientras criminalizan a los y las jóvenes que crean diversas formas de defensa contra la represión. En Bogotá ya gobierna una de estas tendencias que se muestra falsamente progresista, el partido Alianza Verde, que ante las movilizaciones, Claudia López no dudo mucho en quitar rápidamente el protocolo y reprimir con el ESMAD, así como ya lo hicieron Clara López como parte del Polo Democrático Alternativo dirigido por el MOIR o Gustavo Petro en la Bogotá humana.
Las centrales obreras de la CUT, la CGT y la CTC ya no hablan de lograr un salario mínimo acorde al costo de la canasta familiar como lo reclama el movimiento en el pliego, por el contrario, se reunieron en diciembre con el gobierno de Duque a espaldas de la movilización para exigir solo un 8,1% de aumento, acuerdo que no resuelve en nada el problema teniendo en cuenta el aumento de la inflación. Esto no es todo, ante la posible reforma pensional no exigen la anulación de las AFP y ante la actual crisis de la salud tampoco exigen la desaparición de las EPS como formas de privatización de nuestros derechos básicos.
Dentro del movimiento estudiantil estas mismas fuerzas por medio del ACREES–MOIR y otras organizaciones que fueron parte de la UNEES como espacio que recogía democráticamente las asambleas por región y a nivel nacional, decidieron como lo hace la burocracia sindical, firmar acuerdos a espaldas de los espacios asamblearios y con la gravedad de ceder el programa del movimiento sin ganar una victoria real para resolver el problema central del congelamiento del presupuesto de la Educación Superior Pública. Las migajas aceptadas por la burocracia estudiantil, por un lado debilitó política y organizativamente al movimiento, y por el otro, al no darle solución real al problema, volcará de nuevo a las calles al estudiantado.
El movimiento estudiantil, junto al movimiento indígena, Negro y campesino fueron impulso a partir de sus paros y movilizaciones para que Colombia despertara, sin embargo sus direcciones burocráticas no dejan que se logren verdaderas conquistas.
¡A recuperar de la burocracia nuestros espacios de lucha, para derrotar el paquetazo de Duque y construir el Paro General Indefinido!
El 30 y 31 de enero se llevó a cabo el II Encuentro Nacional de Paro en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán y la Universidad Nacional en Bogotá, y desde las regiones se dieron diferentes luchas contra la burocracia de cara a este espacio de decisión:
- Diferentes sectores en lucha se opusieron en las asambleas regionales a que el 21 de enero se hiciera solo un cacerolazo a las 5pm, sin afectar la movilidad y sin mostrar en las calles nuestra fuerza, el movimiento una vez más paso por encima de la burocracia sindical que esta enquistada en el CNP y salió en movilizaciones masivas por todo el país desde muy temprano.
- En las mismas asambleas regionales se hizo sentir el descontento de grandes sectores contra la imposición de metodologías que no se ponen en consideración, que no se votan y que inician con una mesa de ponentes donde solo habla la burocracia sindical auto elegida como dirección, los falsos partidos alternativos y los movimientos que se montaron negociando con la burocracia, evitando que se lleguen a conclusiones y se concreten las agendas de lucha de manera democrática y participativa.
- En todos los sectores organizados en asambleas populares, territoriales y regionales se expresó el rechazo de uso de cupos para acceder al encuentro, ya que la burocracia bajo la excusa de la logística del evento, ponía casi al dedo los nombres y filtraba la participación para evitar oposición durante el desarrollo del mismo.
El día 30 de enero frente al Teatro Jorge Eliecer Gaitán nos aglutinamos más 300 personas de diferentes regiones del país, exigiendo un encuentro democrático, abierto y participativo, ante esto la burocracia sindical uso los cupos y la guardia indígena y cimarrona para evitar nuestra entrada, pero la consigna «la guardia con el pueblo, no con la burocracia« se hizo sentir y a pesar de que querían evitar la entrada apelando a que no había suficiente aforo, cuando logramos entrar, después de recibir empujones y golpes, lo que encontramos fue un teatro vació con la burocracia sentada al frente. Entrar fue un gran logro, pero la burocracia impidió discutir la metodología y elección democrática por asambleas regionales y territoriales de la dirección del CNP.
Después de intentar poner diferentes propuestas para que se votara la agenda, la burocracia maniobro para que no se votara ninguna, dilato el espacio, se levantó de la mesa y a puerta cerrada y sin consultar decidió terminar el evento y hacer dos encuentros el 31 de enero, uno de la burocracia y otro de quienes exigíamos un encuentro democrático, abierto y participativo.
El encuentro de quienes exigíamos más democracia se realizó en la Universidad Nacional, y lejos de ser un espacio democrático, sectores que ya están sentados en el actual CNP, como congreso de los pueblos, el MODEP, PC y el CRIC decidieron reunirse antes de iniciar el encuentro e imponer una metodología que no se votó, ni recogió la propuesta del Bloque Nacional por el Paro General Indefinido. Estas fuerzas políticas estaban al mismo tiempo en la reunión de la burocracia sindical y de los falsos partidos alternativos, donde contradictoriamente no impusieron una metodología de 80 informes cada uno de 3 a 5 minutos, sino que sacaron cerca de la tarde una agenda de lucha, que en nuestro espacio no pudimos elaborar, es decir, trabajaron para que la burocracia sindical impusiera de nuevo la agenda.
La agenda de lucha impuesta por la burocracia no resuelve el cómo preparar las condiciones para un verdadero paro de la producción, no toma la responsabilidad de impulsar por medio de los sindicatos las asambleas de trabajadores por gremio, y llama solo a movilizaciones, incluso para el 8 de marzo que es domingo no hablan de participar del paro internacional de mujeres y no recogen la propuesta de que sea un paro de 24 horas del 8 al 9 de marzo para garantizar la organización de las mujeres trabajadoras.
Por último, ante la necesidad de democratizar nuestro espacio, varios sectores políticos dentro y fuera del CNP ya claudicaron ante esta necesidad y se pronunciaron a favor de la metodología llevada en la Universidad Nacional, planteando que ya es más democrático por que se amplió la mesa a pesar de que la burocracia sigue decidiendo. Ante todo esto los y las revolucionarias tenemos tareas por delante:
- Debemos exigir que la dirección del Comité Nacional de Paro sea elegida democráticamente en las asambleas regionales, con el fin de que recoja los debates y la agenda de lucha de cada sector, no podemos permitir que esa burocracia auto-elegida y funcional a la derecha siga ocupando nuestros espacios. La burocracia se tiene que retirar y el CNP tiene que ser de los y las trabajadoras y todos los sectores que queremos derrotar a Duque, su paquetazo y toda política retardataria.
- Es importante fortalecer el Bloque Nacional por el Paro General Indefinido para que sea una fuerza nacional que impulse el paro real de la producción y ayude a consolidar un verdadero método democrático para impedir que el movimiento se asfixie y termine canalizado hacia una maniobra electoral que ningún triunfo le va dar a los sectores oprimidos de este país.
¡Para derrotar a Duque, vamos por un CNP democrático y de lucha!
¡Contra Duque y el FMI, Paro General Indefinido!
Impulso Colectivo en la
Liga Internacional Socialista
4 de febrero de 2020