Brasil: unidad para tirar a Bolsonaro, Mourão y todo el gobierno

La crisis del gobierno escala rápidamente y Brasil hoy es un barco a la deriva. Los bandidos que están en el poder, con Jair Bolsonaro a la cabeza, no pueden seguir gobernando porque lo que está en juego es la vida de millones. Hace falta expresar la bronca del pueblo con movilización (en tiempos de pandemia con los debidos cuidados claro), porque sólo así romperemos las trabas que impiden la caída de éste, cada vez más debilitado, gobierno.


La reunión ministerial publicada en un video que envió a los medios el STF fue una escena digna de una película de cine bizarro. Desbocados ministros vociferando sus intenciones, sin escatimar en insultos y lenguaje soez. En ese marco Bolsonaro deja clara su intención (que luego concretó) de intervenir la Policía Federal de Río de Janeiro para evitar que sus hijos y amigos sean investigados. Sobra decir que es esa la policía encargada de investigar el asesinato de Marielle y Anderson, y en los que el “clan Bolsonaro” y amigos están fuertemente implicados. Por su parte, Salles, el ministro de Ambiente, dice que hay que “aprovechar” este momento que los medios están con el tema coronavírus para avanzar en leyes y regulaciones, que por supuesto serían contra el medioambiente y a favor de las corporaciones extractivas y del agronegocio viniendo del ministro depredador. El de Educación, Weintraub, se despachó con su odio al “término pueblos indígenas” y su voluntad de meter preso a todo el STF. Y el súper ministro de Economía, el ultraneoliberal Guedes, al grito de: “Tienes que vender esa verga…”, expresó su deseo por privatizar el Banco do Brasil. Estas son apenas las más resonantes de una larga lista de barbaridades que se dijeron en esa reunión de ministros de gobierno de un país con algo más de 220 millones de habitantes. Parece una película de cine bizarro, pero en realidad se acerca más a las de terror si le sumamos que todo eso acontecía en el medio de una pandemia que está matando alrededor de 1.000 personas cada 24hs en el país.


La bronca no se hizo esperar y los cacerolazos volvieron a replicarse a lo largo y ancho del país. Las redes sociales estallaron. Las editoriales de los burgueses diarios O Globo y Folha no escatimaron en denuncias y análisis contra la continuidad del gobierno. El festejo, fruto del acuerdo cerrado días antes con los partidos del “centrão” dándoles cargos en secretarías con sus respectivos abultados presupuestos, por un lado, y por otro, el acuerdo con los gobernadores (de todos los partidos incluídos el PT, PCdoB y PDT de Ciro Gomes) para congelar salarios por 1 año (que todavía falta vetar), se vio opacado con la nueva tormenta que sobrevuela el Planalto después de la publicación del video. Un Bolsonaro cada vez más solitario intenta fortalecer su “núcleo duro” convocando una movilización en su apoyo, el domingo pasado, frente a la casa de gobierno. Pero una vez más, la táctica no funciona como lo espera y las imágenes muestran una nueva raquítica movilización convocada por el presidente de la nación, sin partido y con pocos aliados.


Entonces,¿por qué no cae? Es evidente que ni Maia, ni el conjunto de la oposición burguesa están decididos a deshacerse de Bolsonaro y la banda de impresentables que están en el gobierno. Es muy posible que estén esperando a que, a costa de mucho desgaste, éste gobierno termine con lo que vino a hacer, esto es aplicar todos los ajustes necesarios, con sus respectivas reformas legales y estructurales, que den garantía de ganancias capitalistas y por ende, retrocesos en derechos conquistados por el pueblo trabajador y pobre. El otro actor importante, de peso suficiente para mover la balanza en contra el gobierno, es el PT y su principal dirigente, Lula. Pero, a pesar de estar viviendo una crisis sanitaria y económica sin precedentes y con un alto costo para las clases trabajadoras y populares de este país, la principal oposición y que aun cuenta con legitimidad en muchos sectores, a pesar de haber perdido gran parte de su base social, tiene la política criminal de poner paños fríos, llamando a confiar en las instituciones y a esperar hasta el 2022, si es que por la vía institucional y parlamentar del Impeachment no se logra sacar a Bolsonaro de la presidencia. O sea, a Lula y al PT no les importan las terribles consecuencias de la crisis provocada por la pandemia, que golpean con toda virulencia contra la mayoría de los brasileros. Pueden decir lindas frases y escribir lindos textos, pero la realidad es la realidad y una vez más el partido que alguna vez habló de lucha de clases para defender nuestros derechos, hoy sólo tiene palabras de conciliación y paz frente a quienes descargan planes de guerra contra el pueblo.

La CUT y demás centrales sindicales, siguen durmiendo. Siguiendo la línea de sus direcciones, en manos del PT y el PCdoB, no hacen nada cuando lo que hace falta es unificar las luchas que existen en una gran Huelga General. Y poner todo al servicio de impulsar la mayor movilización posible para acabar con este gobierno de hambre, enfermedad y muerte.
Desde la izquierda, para tirar a Bolsonaro, algunos compañeros plantean Impeachment, dándole un peso importante a la salida institucional y parlamentar, dejando la tarea de impulsar, desarrollar y fortalecer la movilización para después. Otros planteamos que no hay salida si no es desde la movilización, en las calles, en las redes, desde las ventanas, con huelgas de las trabajadoras y los trabajadores formales. Sólo así podemos tirar a Bolsonaro, su gobierno y todo su plan de ajuste, nuestra movilización es la única garantía para lograrlo. El Impeachment, como táctica válida, debe ser impuesto por la fuerza de la movilización si queremos tirar a Bolsonaro, Mourão y todo su gobierno de ajuste, hambre, enfermedad y muerte, sino se queda en una propuesta más que no tiene salida real para quienes lo sufrimos.

Es hora de hacer una gran convocatoria, unitaria en las calles, respetando el distanciamiento y las medidas de seguridad necesarias. Un llamado a expresar la bronca contra Bolsonaro, Mourão y todo el gobierno, por que se vayan todos. En defensa del SUS y por un Sistema Único, Universal y Gratuito de Salud Estatal. Contra los despidos y suspensiones, en defensa del salario. Por la cuarentena y el lockdown para salvar nuestras vidas pero sin pérdida de condiciones laborales y salariales. Por una renda básica real para los trabajadores y las trabajadoras informales y desocupados. Es urgente unirnos con todas las corrientes políticas y sindicales, con la CSP-Conlutas y los sindicatos que están dispuestos a luchar y que de verdad quieran echar a éste gobierno, reconociendo las diferencias que tenemos pero apostando a fortalecer e impulsar la movilización. Tenemos que convocar a reuniones en cada ciudad con el objetivo de impulsar una gran campaña, para construir y desarrollar una movilización que se exprese nacionalmente.


Desde Alternativa Socialista y la Liga Internacional Socialista (LIS), nos comprometemos a hacer los mayores esfuerzos para que esto se concrete. Hoy más que nunca: ¡Fuera Bolsonaro y Mourão! ¡Por un gobierno de los trabajadores y trabajadoras!