Por Oleg Vernik, Vitali Dudin. Sindicato “Protección del Trabajo”
Este material se está escribiendo cuando en Ucrania acaba de estallar un gran escándalo. La presidenta de la Comisión parlamentaria de política social, Galina Tretyakova, autora del proyecto de la ley antisindical número 2681, ha declarado públicamente que en las pobres familias ucranianas que necesitan asistencia social del Estado nacen los niños de «escasa calidad». Además, ha dicho que le impresiona la experiencia de Singapur con su esterilización forzada de las madres que no pueden criar a sus hijos sin el apoyo del Estado.
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En este contexto de tristes analogías con la eugenesia, seudociencia hitleriana, parece absolutamente esperado el ataque del partido presidencial «Siervo del Pueblo» contra los derechos sindicales y laborales de los ciudadanos ucranianos. Durante los últimos 15 años, las sucesivas autoridades burguesas de Ucrania van tratando de «modernizar» la legislación laboral de Ucrania y, en primer lugar, decretar la nulidad de las normas del Código del Trabajo que sigue en vigor desde 1971. Por supuesto, el Código del Trabajo de 1971 ya se ha actualizado muchas veces y, paso a paso, ha ido perdiendo sus funciones de protección de los derechos laborales de los trabajadores. Sin embargo, en este momento el Código sigue siendo nuestro puesto avanzado en la lucha contra la liberalización de las relaciones laborales en Ucrania exclusivamente a favor de la patronal.
¿Qué innovaciones antisindicales ofrece el Siervo del Pueblo en su proyecto de la ley No. 2681?
1. Se revocan los poderes de los comités sindicales (órganos sindicales electos) de exigirles a los propietarios de las empresas que rescindan el contrato de trabajo con el jefe de la empresa si éste infringe las leyes laborales;
2. Se introduce una restricción absolutamente insensata sobre la formación de más de dos sindicatos en una empresa. Actualmente, muchas empresas importantes de Ucrania pueden tener incluso más de 10 organizaciones sindicales diferentes. Es decir, los patrones crearán 2 sindicatos «amarillos», mientras que otros sindicatos combativos ya no podrán organizarse en la empresa;
3. Los comités sindicales pierden su derecho a coordinar la aplicación de sanciones disciplinarias (amonestaciones) a los miembros de los comités sindicales;
4. El despido de los miembros de los comités sindicales se efectuará sin acuerdo del organismo superior del sindicato;
5. Ahora, para crear una organización primaria del sindicato, serán necesarios al menos diez miembros, y no tres como hoy. Esto resultará en que será imposible fundar sindicatos en pequeñas empresas y en subdivisiones autónomas de las empresas.
6. Los sindicatos ya no podrán controlar las actividades de los comedores, residencias, jardines de infancia y otras instalaciones sociales pertenecientes a la empresa;
7. Los sindicatos no podrán exigirles a los empleadores que presenten documentos sobre las condiciones laborales de los trabajadores;
8. Los sindicatos no podrán controlar la nómina y las cuentas de seguro social del Estado;
9. Cesan las deducciones obligatorias de las empresas a las organizaciones sindicales primarias para la organización de actividades culturales, deportivas y recreativas;
10. Se elimina la prohibición a los jefes de despedir a los ex miembros de comités sindicales durante 1 año.
11. El empleador no paga a los miembros de los comités sindicales por 6 días al año que se les asignan para su capacitación sindical.
No están enumeradas todas las innovaciones antilaborales del proyecto de la delictiva ley número 2681 promovida por el grupo parlamentario del partido presidencial «Siervo del Pueblo». Hoy, los derechos sindicales son sometidos a una constante presión. Debido a los casos impertinentes de inobservancia de las garantías e incluso de la persecución de los sindicatos, Ucrania, junto con Bielorrusia, ocupan los puestos más bajos en Europa en el ránking del Índice Global de Derechos de la Confederación Sindical Internacional (ITUC Global Rights Index – 2019). Una oleada de reformas neoliberales del gobierno de Zelensky le ahoga a Ucrania. Sin embargo, cada día se está fortaleciendo la resistencia a esta ofensiva contra las masas populares. Tanto la postsoviética Federación Sindical de Ucrania como los nuevos sindicatos independientes se han unido para contrarrestar los planes del gobierno. La Confederación Sindical Internacional (CSI) y su líder Sharan Burrow han declarado claramente a todo el mundo: «Cualquier promoción sucesiva del proyecto de la ley No. 2681 sin una real y significativa participación de los sindicatos, así como su inconsistencia con las normas laborales internacionales y la Constitución de Ucrania, socavará la reputación de Ucrania como un confiable socio comercial e internacional».
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Los trabajadores y los sindicatos tienen por delante las batallas decisivas por la preservación de los derechos laborales de los trabajadores ucranianos. ¡De la unidad nace nuestra fuerza!