Enormes explosiones en Beirut causaron la muerte de más de 100, 4000 heridos, cientos perdidos y 300 miles desplazados. Las explosiones fueron tan destructivas que afectaron a más de la mitad de la ciudad. El Líbano, desgarrado por el sectarismo, las guerras étnicas y los enfrentamientos durante 40 años, nunca había vivido explosiones tan destructivas.
Se dice que fueron 2.750 toneladas de nitrato de amonio pero aún no se sabe si es un sabotaje o no. Hay muchas especulaciones sobre el motivo de las explosiones. Otra fuente cercana a un empleado del puerto afirma que un equipo que inspeccionó el material hace seis meses advirtió que podría “volar todo Beirut” si no se retiraba. La agresión imperialista sobre el Líbano ha creado conflictos tan profundos que la verdadera responsabilidad no se revelará en el frágil sistema sectario, que se asienta sobre los intereses de los grupos sectarios burgueses.
El pueblo libanés ha estado en las calles contra la pobreza, el colapso económico, el sistema sectario y la influencia imperialista desde octubre de 2019. La pandemia afectó a los pobres libaneses tan profundamente que provocó una ola de protestas que quebró la cuarentena.
La explosión, independientemente de su origen, agravará la pobreza y la miseria del pueblo libanés. Mientras que los trabajadores libaneses están luchando con el brote de Covid-19 por un lado, por otro lado, tienen que hacer frente a la crisis económica, que empuja a casi la mitad de la población al hambre y la miseria. Si bien hay problemas para proporcionar electricidad a los hospitales incluso en el período normal, es obvio que este problema puede volverse más candente con el colapso de la salud de la ciudad, la infraestructura eléctrica ya colapsó.
Los trabajadores libaneses, que han estado luchando durante años bajo las garras de las polarizaciones étnicas y religiosas por un lado, y las presiones imperialistas y sionistas por el otro, son las víctimas, no los líderes burgueses del sistema sectario como Nasrallah, Hariri y Aoun, quienes están ahora en el blanco de la ira del pueblo.
Las fuerzas imperialistas-capitalistas y sus colaboradores locales que convirtieron al Líbano en zona de guerra son los principales responsables de este desastre. Aquellos que derramaron lágrimas de cocodrilo por el Líbano y han enviado una supuesta ayuda humanitaria desde ayer deben eliminar de inmediato el bloqueo imperialista y retirarse del Líbano.
El baño de sangre interminable en Medio Oriente solo puede detenerse con una revolución socialista. La Federación Socialista de Oriente Medio es el único proyecto de futuro real contra el sectarismo, el imperialismo y el capitalismo.
Nosotros, los revolucionarios de todo el mundo, somos los únicos amigos verdaderos de los libaneses pobres. Enviamos nuestro más sentido pésame al pueblo libanés.
Llamamos a la juventud libanesa y a los trabajadores a unirse a la LIS y a nuestros camaradas del Movimiento Juvenil por el Cambio en el Líbano.
¡Viva la revolución permanente!
¡Socialismo o barbarie!
¡Viva la Federación Socialista de Oriente Medio!