Irak | Informe de agosto de Trabajadores Contra el Sectarismo: el diálogo EE.UU.-Irak y el asesinato de activistas

Los compañeros de Trabajadores Contra el Sectarismo de Irak publicaron su informe de agosto que explica el desarrollo mensual de la política iraquí y la lucha popular en curso en Irak. Los temas más importantes del mes son la Declaración conjunta sobre el diálogo estratégico entre Estados Unidos e Irak y los asesinatos de activistas en la ciudad de Basora por parte de las milicias respaldadas por Irán.

El segundo diálogo iraquí-estadounidense y el asesinato de activistas

Diálogo Estados Unidos-Irak II

El segundo diálogo tuvo lugar en la sede de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, que fue seguido por la visita del primer ministro iraquí Mustafa Al-Kazemi en Washington, DC, donde se reunió con Trump. Celebraron una conferencia de prensa en la que discutieron tanto el futuro de las relaciones entre Estados Unidos e Irak como el futuro de las milicias pro-Irán. Ambas partes enfatizaron la necesidad de un Estado nacional militarmente fuerte en Irak que considere los intereses de las empresas estadounidenses y garantice que estos intereses no serán amenazados por ninguna fuerza armada.

Además de eso, Mustafa Al-Kazemi firmó contratos económicos y acuerdos con empresas energéticas estadounidenses por un valor de 80.000 millones de dólares.

Estos contratos económicos incluyen el desarrollo de campos de electricidad y petróleo por parte de empresas como General Electric, Honeywell, Baker Hoggers, Stellar Energy y Chevron para la industria petrolera.

¿Cómo entender esta visita y el diálogo?

Hemos dejado en claro en informes anteriores que Irak sufre de dos políticas geoestratégicas de potencias globales. Por lo tanto, Irak es víctima del conflicto global entre China y Estados Unidos y sus respectivos socios regionales en Medio Oriente.

Por lo tanto, China y Rusia están navegando dentro de Irak y Siria a través de sus socios iraníes, mientras que Estados Unidos se está moviendo dentro de Irak a través de las fuerzas nacionales iraquíes y el estado iraquí, así como los Estados Árabes del Golfo.

Hoy, Estados Unidos está explotando la ira del pueblo iraquí contra el gobierno y las milicias iraníes para expandir su influencia en Irak.

La ira del pueblo está aumentando a medida que las milicias llevan a cabo operaciones criminales diarias contra el pueblo iraquí para obtener una influencia política más profunda dentro del Estado.

Además, las milicias jugaron un papel muy negativo en el levantamiento de octubre, llevando a cabo asesinatos, ataques armados a barrios con francotiradores y ataques armados contra manifestantes, matando a cientos de personas.

Irán no logró implementar con éxito el “Proyecto de la Ruta de la Seda China”, como se le llama en Irak, a través del ex primer ministro Adel Abdul Mahdi. Durante su mandato como primer ministro, los iraquíes vivieron duras condiciones de seguridad, por ejemplo, con francotiradores colocados en edificios, matando a activistas y alrededor de 700 manifestantes, hiriendo a 23.000 manifestantes pacíficos.

Como resultado, Estados Unidos y sus aliados dominan el terreno político iraquí, gozando una influencia más fuerte, especialmente desde de que Mustafa Al-Kazemi llegó al poder. Trump dijo que está en perfecta armonía con Mustafa Al-Kazemi, ya que tienen un alto nivel de comprensión, y dijo que es el mejor primer ministro iraquí que Estados Unidos haya visto.

Asesinatos de activistas en Basora

Las milicias pro-iraníes están llevando a cabo una campaña organizada para deshacerse de los opositores políticos en Irak, especialmente los principales activistas del levantamiento de octubre. Así, las milicias explotan la debilidad del movimiento de protesta en este momento y la preocupación de la sociedad con la pandemia de coronavirus.

Estos manifestantes son activistas progresistas que rechazan la interferencia iraní y estadounidense en Irak. Siempre han enfatizado que todas las decisiones relacionadas con el futuro de Irak deben ser tomadas por la mayoría del pueblo iraquí.

Esto, por supuesto, se opone a los intereses de las milicias, que están controladas por Irán, y niegan a los iraquíes cualquier poder en la toma de decisiones políticas, privándolos de su libertad, implementando políticas económicas desastrosas y saqueando la riqueza de Irak.

Esta serie de asesinatos ha comenzado desde el inicio del levantamiento y continúa hasta ahora. El número de activistas asesinados ha llegado a casi 230 en Bagdad y otras ciudades iraquíes.

Estos activistas eran bien conocidos, de gran importancia y gran valor para la sociedad iraquí.

Recientemente, y especialmente en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, fueron asesinados varios activistas. La razón para elegir Basora es que es una ciudad muy importante para la economía iraquí, especialmente la industria petrolera. Por lo tanto, Basora es la capital económica de Irak y está muy cerca de la frontera de Irán.

Por lo tanto, las milicias pro-Irán eligieron la ciudad de Basora para enviar un mensaje a Al-Kazemi de que tienen el control de Basora y la economía iraquí, por ejemplo obteniendo suministros o logística de la cercana frontera iraní.

Los asesinatos también se produjeron en respuesta a la visita del primer ministro iraquí Mustafa Al-Kazemi a Washington. Las milicias comenzaron a darse cuenta del peligro de la influencia estadounidense para su propio futuro en Irak, especialmente cuando el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Fuad Masum, y el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, hablaron sobre la presencia de milicias en Irak. Al comentar sobre la visita de Al-Kazemi, Pompeo dijo que ahora puede imaginar a Irak como un país libre de milicias.

A pesar de estos ataques, el pueblo iraquí está resistiendo, aunque en soledad, y su revolución continúa y su llama sigue ardiendo.

Al mismo tiempo, sobre la base de la situación política actual y las tensiones de seguridad entre el gobierno iraquí y las milicias pro Irán, la estabilidad de la situación política en Irak no puede resolverse pacíficamente. Esto podría conducir al surgimiento de una guerra civil entre las milicias pro-Irán y las fuerzas militares iraquíes con el fin de proporcionar un ambiente comercial seguro para las empresas estadounidenses en Irak.

Los efectos de la epidemia de coronavirus en los estudiantes iraquíes

El 16 de agosto de 2020, estudiantes iraquíes salieron a protestar en la Plaza Tahrir de Bagdad para exigir una forma justa y equitativa de tomar exámenes o cancelarlos y calcular las calificaciones que obtuvieron antes de que comenzara la pandemia de coronavirus.

La crisis de coronavirus tuvo un fuerte impacto en los estudiantes iraquíes durante un período de 6 meses, ya que se vieron privados de estudiar por el cierre de escuelas pero también debido a la educación a distancia a través de Internet.

Esto causó problemas a los estudiantes, porque algunos estudiantes no tienen internet debido a su difícil situación financiera y algunos no están familiarizados con el uso de internet.

En cuanto a las mujeres que provienen de familias conservadoras, sus familias les impiden usar Internet.

Esta crisis educativa que están viviendo los estudiantes se expresa con fuerza este mes por la fallida política educativa del gobierno y por la proximidad de los exámenes finales sin solución a la vista.

La presencia militar estadounidense en Irak: la visita de Kazemi y sus posiciones dentro del parlamento iraquí

La presencia estadounidense en Irak se discutió durante la visita de Mustafa Al-Kazemi a Washington, y Trump ha declarado que retirará a los soldados de Irak pero mantendrá algunos soldados en el Kurdistán iraquí en caso de amenazas iraníes.

La presencia de soldados estadounidenses en Irak también es un tema controvertido dentro del parlamento iraquí entre sus partidos sectarios. Debido a la naturaleza sectaria del parlamento iraquí posterior a 2003, hay una lucha sunita, chií y kurda en curso.

Como resultado, los partidos políticos se basan en identidades étnicas y sectarias, por ejemplo, “el eje chiíta” quiere limitar y expulsar a las fuerzas estadounidenses de Irak en respuesta a la solicitud de Irán. Sin embargo, el eje sunita y kurdo quiere mantener a las fuerzas estadounidenses porque han sufrido la influencia iraní sobre Irak y el control de las milicias.

Por lo tanto, vale la pena señalar que no se puede esperar que Estados Unidos desmilitarice completamente su enfoque en Irak considerando la naturaleza de la presencia de Irán y el número de bases militares estadounidenses que tiene allí. Aquí, es importante recordar que Estados Unidos tiene siete bases militares en las provincias de Kirkuk, Erbil, Salah Al-Din, Bagdad y dos en Anbar. Estas bases tienen misiles defensivos y aviones de ataque, depósitos de misiles y puntos de tránsito para las fuerzas estadounidenses entre Siria e Irak y entrenan a las fuerzas antiterroristas iraquíes.

Por lo tanto, la presencia estadounidense debe entenderse también con respecto a la invasión estadounidense de Irak y sus intereses económicos y geopolíticos creados en el país. Estos dependen de mantener la presencia militar.

Trabajadores Contra el Sectarismo

31 de agosto de 2020