Por Alternativa Socialista
Las elecciones para la presidencia de la Cámara de Diputados y el Senado están programadas para principios de febrero. Desde finales del año pasado, parte de la vanguardia debate qué posición debe tomar la izquierda. En la Cámara, hay una disputa hasta ahora entre Baleia Rossi (MDB), apoyada por Rodrigo Maia, y Arthur Lira (PP), apoyada por Bolsonaro.
La elección para la presidencia no es una mera ceremonia. Se trata del cargo en la línea de sucesión del gobierno en caso de impedimento o vacante de la Presidencia y Vicepresidencia. También es un cargo decisivo en el aplazamiento o continuación de los programas en el Congreso.
Como se esperaba, la elección sirve como una extensión de las pasadas elecciones municipales y un ensayo para la elección presidencial de 2022. En medio de las negociaciones burguesas, la izquierda se confunde entre ser otro accesorio del «mal menor», o luchar por una posición independiente contra nuestros enemigos de clase.
El campismo del «mal menor» vuelve a la superficie con el discurso de la Democracia (Maia-Rossi) versus la Dictadura (Bolsonaro-Lira). Por esta lógica, cualquier otro camino es favorecer al campo contrario. No hay duda para nosotros los socialistas de que el gobierno de Bolsonaro de extrema derecha es el enemigo número uno a combatir hasta las últimas consecuencias: su completa caída. Es un gobierno de miseria, desempleo, ataques a nuestra clase y persecución de las minorías. En este sentido, la candidatura de Arthur Lira (PP) representa una parte de ella.
Decimos una parte, porque Rodrigo Maia (DEM), la otra parte, es uno de los principales responsables hoy en día del apoyo al Bolsonaro. Es una parte fundamental del «acuerdo burgués» que mantiene este gobierno, incluso con todas las fricciones. Maia fue el gran vencedor de la aprobación de la Reforma Jubilatoria, uno de los mayores ataques a la clase obrera en décadas. Es el mismo que ha archivado docenas de peticiones de Impeachment abiertas contra Bolsonaro con la excusa de que no hubo crimen. Representa la Reforma Administrativa contra el servicio público, que seguramente Rossi o Lira seguirán jugando.
¿Qué democracia defender?
Los progresistas y la izquierda del régimen- PDT, PSB, REDE por un lado, PT y PCdoB por el otro – tiran bajo la alfombra todos los ataques emprendidos por Maia para vender la ilusión de defender la democracia, con un contenido cínico, genérico y abstracto incluso desde la misma agenda defendida por Maia-Rossi. Una vez más, en un momento en que la mayoría de la gente agoniza por el desempleo, la desesperanza y las muertes por Covid-19 (200.000), la izquierda del régimen, que desacredita todo lo que viene de fuera de las instituciones, sirve de garante para Maia-Rossi que, a la primera oportunidad, tirará a la basura todas las «demandas» para el apoyo.
El parlamento es una de las principales instituciones del estado democrático burgués, y concentra gran parte del poder. Por ello, los diputados o senadores gozan de amplios privilegios que los alejan de las condiciones de vida de toda la población a la que deben responder, al menos según la formalidad indicada. La realidad es que el parlamento es una institución que aleja la democracia del pueblo. En este sentido, la tarea de los diputados de la clase obrera es utilizarlo como plataforma de denuncia constante.
Entonces, ¿Qué democracia defender? Nosotros reivindicamos una democracia directa, donde todos puedan decidir, una democracia de y para el 99%. Donde los diputados elegidos sean verdaderos representantes del pueblo sin privilegios, con salarios iguales a los de cualquier trabajador y si no hacen su trabajo como representantes, o son corruptos, se les revoque el mandato. Los socialistas no tenemos nada que defender del parlamento burgués, sólo trabajar para construir una verdadera democracia participativa que represente a la mayoría.
Es el deber del PSOL lanzar su propia candidatura
Hay un debate en todo el PSOL sobre cuál debería ser la posición. Recordamos que la posición del partido en 2019, en las elecciones que eligieron a Maia con el apoyo del Bolsonaro, fue que «Apoyar a Maia es sostener al Bolsonaro». En ese momento, el PSOL lanzó la candidatura de Marcelo Freixo. ¿Qué ha cambiado en Maia desde entonces? ¿Se convirtió en una oposición a Bolsonaro? ¿Podemos confiar en Rossi? ¿Bolsonaro es más fuerte o más débil hoy en día?
Lamentablemente, las compañeras diputadas Fernanda Melchionna, Sâmia Bonfim (MES/PSOL) y Freixo entre otros, caen en la trampa campista del «bloque democrático» y pueden sacrificar la cabeza del PSOL. Es esencial que el partido actúe en el parlamento como un espacio de agitación para la reanudación de la movilización de Fora Bolsonaro y Mourão y en defensa de los derechos democráticos mínimos. Dejar este estiércol hasta el 2022, para intentar vencerlo en la próxima elección, es arriesgarse a su recomposición y a otros 4 años de Bolsonaro en el gobierno.
El PSOL tiene el deber de lanzar su propia candidatura con un programa independiente contra la crisis con los ejes: Fuera Bolsonaro y Mourão; Vacunación para todos, ya; Defensa del empleo, el salario y renta; No pago de la «deuda» externa; Tasar a los súper ricos; Plan Nacional de Salud 100% público en la lucha contra Covid-19; Anulación de las reformas impopulares; Recuperación del bioma nacional; Estabilización de los sectores estratégicos bajo control democrático de la clase obrera.
Nuestra lucha contra este miserable gobierno encuentra una voz en las calles. Para eso, es necesario reanudar la movilización con amplia unidad para Fora Bolsonaro y Mourão. Al mismo tiempo, dar un paso concreto, sin sectarismos ni autoproclamaciones, hacia la construcción de un Frente de Izquierda Socialista que dispute a nuestra clase por una salida radical de la crisis.