Por Martin Miranda
Luego una intensa campaña para reunir los patrocinios necesarios, el Movimiento Anticapitalista, sección chilena de la Liga internacional Socialista presentó las candidaturas de Maura Fajardo Gálvez y Camilo Parada Ortiz en los distritos 12 y 10 respectivamente, los más importantes de la región Metropolitana de Santiago. Casi 4000 firmas entre patrocinios virtuales y recolectados “mano a mano” son apenas una pequeña muestra de la gran voluntad de que surja una nueva propuesta política y organizativa contra los partidos e los “30 años”
Un proceso con una revolución en su origen y la presión del régimen por controlarlo
No se puede pensar el proceso constituyente abierto en Chile sin anclar su origen en el estallido social de octubre del 2019. Frente al desborde generalizado y la posibilidad real de la caída del gobierno los partidos del régimen político, desde la derecha hasta el Frente Amplio, impusieron el “Pacto por la paz y la nueva Constitución”. Una maniobra nefasta para realizar un proceso constituyente en los marcos del régimen, con limitaciones claras y un poder de veto sobre las transformaciones reales que la movilización impuso como su programa. La llegada de la pandemia de COVID-19 le otorgó al régimen un respiro en cuanto al desarrollo de la movilización de masas que se “suspendió” durante varios meses debido a las medidas de confinamiento y si bien existen importantes muestras de lucha en la actualidad, lejos estamos de aquellos meses.
Sin embargo, es evidente que Chile vive una nueva etapa política desde esas jornadas, etapa que en esta coyuntura sigue expresando una ruptura enorme con los partidos tradicionales, con la casta política en general y con las instituciones del régimen. El Presidente Piñera no llega al 5% de aprobación y se encuentra entre los mandatarios con peor imagen de la región, los partidos se encuentran en un proceso de rupturas, divisiones y realineamientos para buscar una reconfiguración que les permita seguir al timón de un barco que navega en aguas tumultuosas y muy deteriorado.
La masiva votación por el Apruebo y la Convención Constitucional, los retiros del 10% de las AFP, la pelea por la libertad de las y los presos, el sostenimiento de niveles de movilización muy superiores a la etapa previa son muestras de esto, al mismo tiempo el gobierno aprovecha sus últimos momentos para avanzar con su política nefasta de represión, entrega y saqueo, disponiéndose en los próximos días a avanzar con el TPP11 un acuerdo de saqueo al servicio de las transnacionales. A pesar de sus exiguos niveles de aprobación, se sostiene en el poder por el apoyo del conjunto del régimen que apuesta todo a una transición lo más ordenada posible y requiere tiempo para consolidar a sus figuras para aquello.
Brevemente, este es el contexto en el que se llevará adelante la convención constitucional, sin descartar la posibilidad de que la movilización vuelta a cobrar fuerza.
Candidaturas con el programa de la revolución y para construir una nueva referencia política
En este contexto, desde una profunda crítica del proceso nos lanzamos a concretar la tarea de poder inscribir nuestras candidaturas, el objetivo fundamental está dado por la agitación masiva de nuestro programa, que empalma en franjas amplias de la población y en la construcción de una nueva referencia de izquierda, anticapitalista, feminista, ecosocialista y profundamente internacionalista. El formato de “independientes” responde a una variante que ofrece el propio régimen, pero todo el proceso de recolección de patrocinios, nuestros videos y volantes y toda la agitación desplegada ubica a nuestro Movimiento Anticapitalista como la referencia organizada. Nuestres compañeres Maura y Camilo lo han expresado en las apariciones en los medios, foros y demás actividades. Este es el centro de nuestra estrategia, poder avanzar en el marco del actual proceso en la construcción, organizando junto a nosotros y nosotras a una parte de la vanguardia y pelear por un reagrupamiento de las fuerzas de la izquierda hoy dispersas.
En poco más de 20 días logramos reunir casi 4000 patrocinios, la mayor parte de ellos certificados notarialmente, y desplegamos una gran actividad en distintas comunas de la región metropolitana, pusimos en pie un comando con numerosas compañeras y compañeros que se pusieron la campaña al hombro, con quienes ya nos preparamos a empezar la nueva etapa que será sin dudas muy intensa.
El apoyo de una brigada internacionalista de la LIS fue clave para sumarle impulso a la actividad y poder superar las barreras del propio régimen y además el recrudecimiento de las medidas represivas, disfrazadas de sanitarias por el gobierno, debido al alza de casos de COVID como se está viendo en todo el mundo.
Terminamos esta etapa fortalecidas y fortalecidos y empezamos a diseñar lo que se viene con todo el entusiasmo y las ganas de dar vuelta todo.