Por Alternativa Socialista-PSOL
El Fuera Bolsonaro recibe un nuevo aliento. El agravamiento de la pandemia con la pérdida de miles de vidas (más de 230.000 hasta la fecha), la política antivacunas del gobierno, la nueva variante del coronavirus que gana terreno en el país, el desempleo oficial de más de 14 millones, el fin del subsidio de emergencia, los más de 60 millones de personas en situación de pobreza y extrema pobreza y los ataques a los derechos democráticos reabren el espacio de lucha contra el gobierno. Al mismo tiempo, dejan las movilizaciones en una encrucijada.
En las últimas semanas se han destacado tres opciones. El regreso de la agenda por el impeachment de Bolsonaro, acompañado de importantes caravanas en las grandes ciudades. El nuevo acuerdo entre sectores burgueses que quieren que el gobierno continúe hasta finales de 2022. La disputa por el derrocamiento completo del gobierno, el Fuera Bolsonaro y Mourão. Aportamos una pequeña contribución al debate sobre estas vías.
El nuevo acuerdo para mantener a Bolsonaro hasta 2022
La significativa victoria de Arthur Lira (PP) en la presidencia de la Cámara de Diputados y de Rodrigo Pacheco (DEM) en el Senado, con el apoyo de Bolsonaro y en el Senado incluso del PT, puso de manifiesto al menos dos cuestiones: la primera, la viciosa corrupción que es la elección interna con la negociación de más de 3 mil millones de reales del gobierno a diputados y senadores; la segunda, el objetivo de los partidos tradicionales de la clase dominante por el orden gubernamental de avanzar en las reformas a todo vapor.
Si bien el ex presidente de la cámara Rodrigo Maia (DEM) se sintió «abandonado», Bolsonaro tampoco fue el mayor ganador. Los medios escandalosos utilizados en la victoria de Lira -los 3.000 millones de reales y la negociación de importantes cargos del gobierno- muestran que el presidente tendrá que plegarse al nuevo acuerdo para garantizar su continuidad y, como deseo propio, una reelección. El principal ganador, como extensión de las elecciones municipales de 2020, fue el conjunto de partidos burgueses tradicionales.
El nuevo acuerdo significa la urgencia del realineamiento autocrático burgués en el cumplimiento de los objetivos: Bolsonaro se mantiene hasta 2022 para no retrasar las reformas ni fracturar aún más el régimen; la utilización de los pedidos de impeachment como carta para que Lira y su grupo ganen más terreno en el gobierno; la celeridad de las reformas – tributarias, administrativas, fiscales, de entrega de la riqueza nacional. Se cumpla o no este escenario, está claro que Bolsonaro seguirá gruñendo atrocidades en los sótanos de la extrema derecha y no descartará, ni siquiera en condiciones más lejanas, su proyecto de régimen a sus órdenes.
El impeachment
Con un nuevo pico en la crisis del gobierno, los campos de la izquierda y progresistas han presentado más solicitudes de impeachment en la Cámara de Diputados (hasta ahora más de 60) y están tratando de reiniciar un calendario nacional de movilizaciones contra el gobierno y las reformas. Los días 23 y 31 de enero estuvieron marcados por protestas con caravanas en las capitales y otras ciudades.
Estas movilizaciones, aunque iniciales, son importantes como presión sobre el gobierno. Pero también muestran limitaciones en la equivalencia entre el Fuera Bolsonaro y el impeachment. Ambos se cruzan en partes del recorrido, pero no comparten el mismo camino. La lucha por Fuera Bolsonaro (y Mourão) significa la reactivación de la movilización nacional con un objetivo político claro, la caída completa del gobierno y sus reformas. Por más que no anule la vía parlamentaria, entrar en esta vía significa llevar a cabo una democracia de cooptación. En otras palabras, puede ocurrir, y aun así sería una victoria, pero sería incompleta.
La agenda del impeachment está prevista en el ordenamiento jurídico del entramado burgués para tratar de resolver su crisis cuando hay un impasse, disfrazado de «responsabilidades», pero tratando de mantener intacto el pacto entre las instituciones del régimen -hoy con grietas-. En realidad, puede impedir a Bolsonaro y mantener a Mourão, o impedir a ambos, dependiendo de la fuerza y las limitaciones de la presión política. Aun así, es un mecanismo de control de la democracia de cooptación para dirigir una necesidad popular por medios legales.
Se sabe que, incluso el impeachment con sus restricciones, representa al menos una fractura gubernamental compleja de resolver y con peligros a medio y largo plazo. En este sentido, puede utilizarse incluso en función de la correlación de fuerzas en el momento crucial. Si las limitaciones son evidentes, la impugnación puede ser una victoria desgarrada, aunque sea incompleta; pero, si la fuerza es fuerte, se convierte en un collar. En otras palabras, la lucha por el impeachment no debe ser un fin en sí mismo.
Fuera Bolsonaro y Mourão
Cada día, el drama de la crisis se agudiza y deja al descubierto la necesidad de un cambio estructural. Al mismo tiempo, pone un peso en quién, cómo y qué hacer. Este momento requiere un momento conjunto de movilización y campaña. Movilizar a la vanguardia en este momento y realizar una campaña popular para que la clase obrera y el pueblo pobre entiendan la necesidad urgente de estar en la calle.
No hay duda de que una gran unidad es fundamental. Los sectores burgueses consiguen hacer la unidad porque conocen sus limitaciones, y lo hacen cuando se sienten amenazados. La CSP-Conlutas, y todas las centrales sindicales, el MST, el MTST, los sindicatos, los movimientos y los partidos deben hacer una convocatoria nacional urgente. También es urgente unir a la izquierda en la lucha por construir una verdadera alternativa política de la clase obrera y el pueblo pobre para una salida socialista y anticapitalista. En este camino, llamamos a los compañeros del MES, y a todas las corrientes de la izquierda socialista del PSOL, a estar en la vanguardia en la construcción de la unidad.
Dentro del PSOL hay posiciones de corrientes que postulan un frente político orgánico amplio con sectores de conciliación de clases, como el PT, e incluso sectores burgueses. Se trata de una polémica que se ha profundizado en el partido con el transcurso de la crisis en el país. No albergamos expectativas sobre esta salida y luchamos por un gobierno independiente de la clase obrera, tenemos la responsabilidad de ganar esta batalla por la unidad de acción dentro y fuera del PSOL.
La victoria de Lira/Pacheco y el nuevo acuerdo repiten las lecciones. Primero, la burguesía quiere cohesión para atacar. En segundo lugar, el único «bloque democrático» que conoce la autocracia burguesa es el de su supervivencia. Finalmente, la urgencia de la unidad en las calles para el consecuente derrocamiento de Bolsonaro, Mourão y las impopulares reformas.