Colombia: Ante la claudicación del comité nacional de paro. Por una salida desde abajo. ¡asamblea nacional constituyente libre y soberana para discutirlo todo!

Por Impulso Socialista – LIS Colombia

Ya se cumplen dos meses del gran estallido del pueblo colombiano. Este proceso histórico que puso contra las cuerdas al gobierno Duque y con grietas importantes al régimen uribista, hace parte del giro a la izquierda en el continente fruto de los procesos de lucha que se han dado desde 2018, contra las políticas de ajuste impulsadas por los gobiernos que buscan recargar la crisis capitalista profundizada en pandemia, sobre los hombros de la clase trabajadora y los sectores populares.  

El gobierno Duque y el régimen uribista han sufrido grandes golpes producto de la crisis social actual. La brutal represión combinada con la avanzada paramilitar desplegada para contener el estallido no ha podido derrotar al movimiento, la gente en la calle y, principalmente la juventud, han detenido el desarrollo de su programa y les ha tocado ceder en algunas concesiones, pírricas aún, pero que le abrieron la posibilidad de ir más allá, pidiendo cambios estructurales.

Sin embargo, a pesar de que la energía de lucha y la resistencia en contra del terrorismo de Estado se mantiene, ya se empieza a denotar un desgaste en el proceso, cuyo último pico de movilización masivo y nacional data del 28 de mayo. El desmonte de la movilización impulsado por el Comité Nacional de Paro ha tenido efectos sobre la intensidad de la lucha, pero el proceso aún sigue vivo, hay tanta inestabilidad política y social que en cualquier momento puede retomarse la energía de lucha con la que inició el estallido, ya que a pesar del terrorismo de Estado  (donde las violaciones de DDHH por parte de la policía y las FFMM dejan 48 asesinatos, 448 desapariciones forzadas, 3155 casos de violencia policial y 106 casos de violencias basadas en género), el pueblo continua luchando y rechazando el accionar genocida y ajustador del gobierno. 

El papel burocrático del Comité Nacional de Paro (CNP) impide profundizar la lucha, pues como dirección logró descomprimir  la movilización en la calle de cuatro formas: primero, no llamando a una verdadera huelga general para lograr parar la producción a partir de asambleas de trabajadores y trabajadoras por sector; segundo, negociando con el gobierno a espaldas de las masas movilizadas y de las asambleas populares; tercero, en cabeza de FECODE, levantando el paro docente; y finalmente anunciando que no llamaría más a movilizaciones en el país. En todo esto, cumple un papel de convocante y espectador pasivo sin ser una fuerza vital en el movimiento. 

Este accionar es parte de la política de los sectores reformistas de centroizquierda dentro del Pacto Histórico y la centroderecha de la Coalición de la Esperanza, que actúan al interior de la burocracia sindical y los movimientos sociales, pues buscan canalizar todo hacia las elecciones presidenciales del 2022 evitando que la lucha en la calle logre derrotar al gobierno de Duque vía revolucionaria, empujando todo a una salida ordenada para la burguesía que no toque al régimen, y en ultimas, los planes de ajuste y precarización del capitalismo – imperialista en cabeza del FMI, el Banco Mundial y la OCDE. 

Esta situación ha llevado a un rechazo generalizado por parte de los sectores más radicalizados de la juventud y el pueblo en contra del CNP, pues no se sienten representados en ninguna de sus políticas entreguistas y de conciliación de clases. Ante eso, hay que construir una nueva dirección genuina que logre realmente superar a la burocracia. Esta es muy importante en el movimiento para quitar las trabas que no permiten el avance y la maduración del estallido. 

Surgió como posible alternativa la Asamblea Nacional Popular (ANP), pero esta se llamó muy tarde y en medio del descenso de la movilización, razón por la cual no aglomeró realmente a la vanguardia que ha estado al frente y a todos los sectores en lucha. Es necesario fortalecer la intervención de la clase trabajadora, ya que no solo los sectores populares y la juventud, junto a los movimientos sociales pueden sostener la movilización, es urgente nutrir la ANP de sindicatos y líderes sindicales antiburocráticos para avanzar a una verdadera huelga general de masas, necesitamos de la participación del movimiento indígena y campesino, de los movimientos sociales y de la juventud de la primera línea, para lograr organizar una gran fuerza que tire al gobierno y permita empujar un programa donde seamos las mayorías quienes gobernemos y decidamos las riendas de nuestro futuro. Esto implica que la ANP no puede ser presa del reformismo que quiere acumular fuerza para las elecciones. 


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Se acerca una nueva ANP en la ciudad de Cali, centro de la resistencia a nivel nacional, es por esto, que se debe empujar para que todos los sectores en lucha y la clase trabajadora organizada participen y podamos elegir una nueva Coordinadora Nacional Popular que ayude a organizar desde abajo y con independencia de clase, para avanzar y correr a la burocracia sindical del CNP que funciona como tapón ante esta enorme energía combativa. 

¡Vamos por una Asamblea Nacional constituyente libre y soberana para discutirlo todo!

Los y las revolucionarias proponemos darle una perspectiva al movimiento para continuar la pelea que se abrió para tirar a Duque, y no permitir que todo se vaya a elecciones sin que hayan cambios realmente estructurales, pues no se trata de cambiar de un gobierno a otro que termine administrando la miseria que quiere imponer el capitalismo imperialista en medio de la crisis económica mundial, es por esto que proponemos avanzar en la lucha por una Asamblea Nacional Constituyente Libre y soberana, que le permita al pueblo discutir el conjunto de las reivindicaciones que se necesitan para que la crisis no la pague la clase trabajadora y los sectores populares, y que por el contrario, siente las bases para que el pueblo siga movilizado hasta conquistar cambios profundos. 

Construyamos una dirección revolucionaria 

Este momento histórico de la lucha de clases en el mundo, y hoy en Colombia, nos plantea a las y los revolucionarios grandes oportunidades para construir la herramienta que se requiere para derrotar al sistema capitalista que condena a la miseria a la clase trabajadora y los sectores populares. Esto implica conformar un fuerte partido revolucionario que pueda correr a las direcciones reformistas y socialdemócratas que pactan con la derecha y el régimen para frenar la lucha. 

Llamamos a la reagrupación de los sectores revolucionarios que están dando esta fuerte lucha para construir una alternativa, con el objetivo de pegar con un mismo puño y construir un camino para que sea la clase trabajadora y los sectores populares quienes realmente gobernemos. 

Desde Impulso Socialista y la Liga Internacional Socialista le proponemos defender las tareas que nos permitan retomar y avanzar la lucha que se abrió para tirar a Duque y el régimen uribista y generar cambios de fondo. Te invitamos a ser parte de esta construcción que se necesita para darle vuelta a todo. 

Fuera Duque y todo su gobierno, ¡Impulsemos las Asambleas Populares!

Huelga general y asambleas populares hasta que gobierne la clase trabajadora y el pueblo.

Contra el régimen uribista, genocida y paramilitar, la salida no son las elecciones, exijamos una Asamblea Nacional Constituyente para discutirlo todo.