El nuevo pacto militar imperialista, AUKUS, le hace pagar a la clase obrera la guerra con China

AUKUS

Publicamos aquí la ilustrativa nota del compañero Mick Armstrong publicada originalmente el 23 de setiembre en Red Flag (Bandera Roja), la web de nuestros amigos de Socialist Alternative (Alternativa Socialista) de Australia[1]

Estamos siendo testigos de una agresiva preparación para una confrontación con China por parte de los Estados Unidos y sus aliados. La administración de Joe Biden está realizando mejoras masivas en la capacidad militar de ese país y la está reorientando drásticamente para enfocarse sobre China. Al mismo tiempo, los Estados Unidos están librando una guerra de propaganda contra China y tratando de encolumnar a sus aliados, incluyendo a los llamados países del «Quad»[2] (India, Japón y Australia), para formar un bloque anti-China[3]. El gobierno australiano ha dejado en claro en los últimos años que está muy de acuerdo con este proyecto estadounidense.

Australia no está siendo arrastrada en contra de su voluntad por los Estados Unidos. Las autoridades australianas han estado instando a los Estados Unidos. Están encantados con el enfoque de Biden ya que lo ven como mucho más serio y resuelto que el errático Donald Trump. Esta orientación no es el resultado de algún tipo de resabio colonial por parte del establishment australiano. Lejos de ello. El ejército australiano y el establishment de la política exterior han hecho una evaluación calculada de que los intereses imperialistas de la clase dominante australiana se beneficiarán más con un compromiso sincero con el lado estadounidense en cualquier enfrentamiento con China.

Precisamente de eso se trata la nueva alianza «AUKUS[4]» entre Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos. AUKUS no es una alianza defensiva en ningún sentido. No existe la amenaza de un ataque chino y mucho menos de una invasión exitosa al continente australiano, en ningún momento en el futuro previsible. Los chinos simplemente no tienen ese tipo de capacidad ahora y no la tendrán en ningún momento en las próximas dos décadas.

No, AUKUS no se trata de «defender» a la masa de la población australiana de ser conquistada por las tropas invasoras chinas. Es una alianza agresiva que hace sonar los tambores de guerra para mantener el dominio imperialista estadounidense en la región del Indo-Pacífico[5].

El acuerdo para que Australia utilice tecnología estadounidense y británica para construir una flota de submarinos de ataque de propulsión nuclear es el paso inicial de esta nueva alianza. El ministro de Defensa, Peter Dutton, ha señalado que abriría las puertas a que más tropas estadounidenses, buques de guerra y aviones militares de primer ataque estén estacionados en suelo australiano.

Los submarinos nuevos y altamente sofisticados serán el gasto militar más caro de Australia de todos los tiempos. Con más de 7.000 toneladas, son más del doble del tamaño de los actuales submarinos de clase Collins de Australia y tienen una mayor capacidad operativa. Están siendo construidos para propósitos completamente agresivos. Estos submarinos deben ser altamente sofisticados y, en consecuencia, enormemente costosos, porque su función será operar durante largos períodos de tiempo en connivencia con la Marina de los Estados Unidos frente a las costas de China, a 5.000 kilómetros de Australia.

La clase trabajadora tendrá que pagar el costo de estos submarinos de propulsión nuclear increíblemente caros: más de 100 mil millones de dólares para construir solo seis de ellos, y otros 145 mil millones de dólares en costos de mantenimiento durante su vida útil. El gasto militar de Australia ha aumentado más rápidamente que la mayoría de los demás componentes del gasto público hace varios años. Australia tiene actualmente el noveno gasto militar por habitante más alto del mundo. Ahora aumentará aún más. Como dijo Scott Morrison[6]: «El gasto en defensa de Australia, como porcentaje del PBI, seguirá aumentando porque no se trata sólo de submarinos. Se trata de una amplia gama de otras capacidades».


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Según la Oficina Parlamentaria de Presupuesto, el gasto militar australiano aumentará en un 68% hasta alcanzar los 75.700 millones de dólares anuales a principios de la próxima década. Para 2030-31, representará 9 de cada 100 dólares de gasto presupuestario. Al mismo tiempo, el tesorero federal Josh Frydenberg está anunciando recortes drásticos en áreas vitales del gasto público, como educación y bienestar social, para frenar la creciente deuda de los gastos relacionados con el COVID y la desaceleración económica.

No serán los bancos y las compañías mineras increíblemente rentables ni la creciente clase de multimillonarios los que soportarán el peso de esta acumulación militar. El gobierno liberal está recortando una vez más las tasas de impuestos corporativos y los impuestos a las personas con mayores ingresos. Será el contribuyente medio de la clase trabajadora quien tendrá que pagar la factura. Mientras tanto, el FMI está instando al gobierno a aumentar todavía más la tasa del altamente regresivo Impuesto a los Bienes y Servicios[7], una medida que cargaría aún más sobre la gente de la clase obrera el financiamiento de las prioridades políticas de la clase dominante.

En cualquier guerra que haya con China también serán las personas de la clase trabajadora las principales víctimas. Cualquier guerra seria con China, inclusive una librada con armas convencionales, conducirá a un horrendo nivel de muertes.

Si la lucha se convierte en una guerra nuclear, lo cual es un riesgo real dado que tanto los Estados Unidos como China tendrían mucho en juego, decenas de millones podrían morir. Este es el peligroso camino por el que nos está conduciendo el gobierno de Morrison.

Vergonzosamente, el laborismo ha respaldado la alianza AUKUS y la compra de la flota de submarinos de propulsión nuclear. Esto no debería ser una gran sorpresa, ya que el laborismo ha defendido durante mucho tiempo los intereses del imperialismo australiano y el aumento del gasto militar. Después de todo, fue el gobierno laborista de Rudd quien elaboró el plan inicial para una nueva flota de submarinos.

Es necesario construir una resistencia concertada en los próximos años frente a esta implacable escalada militar y la agudización de las tensiones imperialistas. Este impulso hacia la guerra debe ser detenido en seco. La alternativa para los trabajadores de Australia, de los Estados Unidos y de China es demasiado catastrófica como para contemplarla.


[1] Mike Armstrong, 23 de setiembre 2021. AUKUS makes workers pay for war with China. Red Flag

[2] Abreviatura de Diálogo de Seguridad Cuadrilátero, acuerdo iniciado en 2007 entre los Estados Unidos, Japón, Australia e India.

[3] AUKUS no incluye a las potencias imperialistas de Europa continental, como Francia, Alemania y otros países miembros de la OTAN, que han hecho públicas sus críticas

[4] La sigla AUKUS incluye AU por Australia, UK por United Kingdom (Reino Unido de Gran Bretaña) y US por United States (Estados Unidos)

[5] Región geográfica que abarca desde el Océano Índico al Océano Pacífico occidental.

[6] Primer ministro de Australia, líder del Partido Liberal

[7] GST, según sus siglas en inglés