Compartimos el texto del Movimiento Anticapitalista, sección chilena de la LIS, a dos años del 18 de octubre.
De regreso a octubre, desde octubre
Se cumplen dos años de la rebelión que sacudió la estructura social y política de nuestro país. Millones salimos a las calles en todo el país a reclamar el fin de la herencia de la dictadura, los “30 años” de neoliberalismo salvaje y la construcción de un nuevo Chile de mayorías. La respuesta fue una represión brutal que no cesa y las maniobras de la casta política para sostener las cosas. Te proponemos un balance y algunas definiciones sobre cómo seguir organizados y organizadas hasta #TransformarTodo .
Estallido, pacto y pandemia
El 18 de octubre de 2019 estalló en el país un modelo responsable de expulsar a las grandes mayorías populares de los derechos más básicos. Esta estructura heredada de la dictadura, fue sostenida por la “transición” y la alternancia entre la derecha y la concertación, que con matices, se encargaron de mantener y en muchos casos profundizar el capitalismo extractivista y neoliberal, regodeándose de sus resultados llegando a mencionar que nos encontrábamos en el “oasis” del continente.
La realidad era muy diferente: educación privada, salud privada, pensiones saqueadas y un aumento de la pobreza y la miseria que no se detiene, el saqueo de nuestro bienes comunes dio un salto al servicio de las ganancias de un puñado de ricos y poderosos. Todo esto sostenido por una feroz represión, no solo en Wallmapu sino ante cualquier acción de reclamo.
Contra esto se expresó la rebelión, repudiando un intento de aumentar el pasaje del metro las y los secundarios saltaron los torniquetes y encendieron la mecha de una bomba que explotó en Plaza Baquedano transformándola en Plaza Dignidad.
La respuesta, como siempre, fue la represión, pero la primera línea éramos miles y dimos batalla. Con los portuarios a la vanguardia y dos huelgas generales pusimos al gobierno de Piñera al borde del abismo y allí llegó el Acuerdo por la Paz que el conjunto del régimen, con la ex Concerta y el Frente Amplio a la cabeza rescató a Piñera y pautó un camino institucional para cambiar la constitución en el estrecho margen del podrido régimen.
Tuvimos importantes falencias en ese proceso, que explican en parte que el pacto haya tenido éxito. Por un lado la defección de la CUT y el PC que desmovilizaron, impidiendo que la clase obrera participe organizada y con la fuerza que la caracteriza en el proceso. La inexistencia de una dirección anticapitalista y revolucionaria fuerte que decida avanzar con la enorme movilización también fue un contrarrestante. Por último, no se puede dejar de mencionar la brutal represión que causó miles de presos y presas aún tras las rejas y lxs mutiladxs y asesinadxs.
Sin embargo, pese a todo esto y algunas mínimas medidas sociales, la movilización no se detenía y llegó la pandemia que provocó el vaciamiento de las calles.
Es claro que ese momento de auge de la movilización pasó, pero también que no se han resuelto nuestras demandas y que aprendimos que en las calles podemos generar cambios. Estamos en una nueva etapa en nuestro país.
Superar las debilidades y construir una nueva referencia
La nueva etapa que mencionamos se expresó en la masiva votación por la CC y luego en la elección de grandes bancadas independientes y fuertemente opositoras al régimen de los 30 años (al menos durante la campaña). Luego de eso la acción del régimen y los errores de estas direcciones inexpertas y despegadas de las estructuras reales del movimiento obrero, los feminismos y la juventud provocaron que hoy la CC está muy alejada de las necesidades de cambio reales. El FA se prepara, cuidando que nada cambie, para gobernar en un próximo período.
Pero la fuerza de la rebelión sigue latente y somos miles quienes queremos conquistar las demandas por las que nos movilizamos y construir un Chile para y desde el 99%, para eso tenemos que resolver las deficiencias que se expresaron en octubre: Construir una fuerte alternativa política, con un programa de transformaciones profundas y un método democrático de funcionamiento, sin iluminados ni burócratas. Una fuerza que pelee en los lugares de trabajo, entre la juventud, en las poblaciones y en las peleas ambientales y feministas contra los viejos partidos y sea capaz de articular con asambleas y movimientos sociales. Una fuerza que no deje de plantear fuera el asesino Piñera y la necesidad de un gobierno de quienes nunca hemos gobernando: las y los trabajadores y los pueblos. Para lograr estos objetivos estratégicos te invitamos a que nos conozcas, esto proponemos, este es nuestro programa:
– Por un Chile de las y los trabadores: trabajo, salud, educación y vivienda garantizado por el Estado, gratuito y con acceso universal, #NoMasAFP. Derecho al pleno empleo erradicando la cesantía a través del reparto de las horas de trabajo para todas y todos, por el desarrollo de obras públicas y planes de inclusión y empleo para la juventud. Sueldo mínimo acorde a la canasta familiar. Plena autonomía del sindicalismo de cualquier organismo estatal, negociación por rama y democracia sindical.
– Por un Chile feminista y de las disidencias: Ley de emergencia que contemple un presupuesto estatal real para prevenir y atacar la violencia machista y que sea controlado por las organizaciones de mujeres y feministas. Por todos los derechos para las mujeres y disidencias, por plena igualdad en todos los ámbitos. Derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito en el sistema de salud. Sistema único y plurinacional de cuidados, que socialice las labores reproductivas y de cuidado que hoy ejercen las mujeres como mandato social.
– Por un Chile ecosocialistas: propiedad estatal con control social y de sus trabajadores de los bienes comunes, comenzando con el agua. Basta de extractivismo sobre nuestros territorios. Plan de transición, bajo control social y territorial del actual modelo energético y productivo a otro basado en energías limpias y renovables. Ley de emergencia climática para la reducción cualitativa e inmediata de la emisión de gases de efecto invernadero, en el camino de su eliminación.
– Contra la impunidad de ayer y hoy. #FueraPiñera! Libertad a las y los presos de la revuelta. Disolución de carabineros y juzgamiento a todos los responsables de casos de violaciones a los derechos humanos. Desmantelamiento de las fuerzas represivas. Impulso a una seguridad democrática, con gestión social, sin privilegios de ningún tipo en relación a las mayorías trabajadoras.
Súmate a construir una alternativa Anticapitalista, Feminista y Ecosocialista junto al Movimiento Anticapitalista
Estas propuestas son el punto de partida que te invitamos a dialogar e impulsar junto a nosotras y nosotros. Transformar el presente es una tarea anticapitalista y requiere de muchas voluntades, así lo demostró la rebelión y hoy más que nunca necesitamos una alternativa política que en los momentos decisivos no pacte y vaya por todo para que de una vez por todas gobernemos quienes nunca hemos gobernado: las y los trabajadores y los pueblo. Súmate a construir el Movimiento Anticapitalista y la Liga Internacional Socialista.