Por Alternativa Socialista/PSOL – LIS Brasil
Las manifestaciones Fora Bolsonaro, intensificadas el año pasado, aislaron a la banda de corruptos y genocidas, pero no lograron imponer su caída por las calles. Los factores objetivos estaban maduros en toda su potencia, pero no fueron suficientes, y casi siempre no lo son, para mover las masas contra una situación insostenible de miseria absoluta, hambre, desempleo, inflación y violencia y para desestabilizar a las clases dominantes. El pacto podrido entre el sector burgués más visceral del régimen, el Centrão, con el gobierno de Bolsonaro, asaltando las carteras ministeriales, es uno de los factores que explican la permanencia artificial hoy del gobierno. Pero no es el único, ni el central.
La postulación de Lula, con amplia influencia, como precandidato a la Presidencia de la República, intencionalmente en el momento que ganaron musculatura las manifestaciones de vanguardia contra Bolsonaro el año pasado, combinado con el apoyo desmovilizador del PT/CUT vía la Campaña Fora Bolsonaro, sin duda expresaron lo más conservador del factor subjetivo. Frente a la incertidumbre de las calles, pesa el recuerdo de un posible gobierno más «próspero» de Lula -que terminó su segundo mandato en 2010 con un 87% de aceptación en una encuesta, 95% en la región Nordeste.
La mayoría no es indiferente a los intereses materiales. Aun con el lulismo y el petismo en una dinámica general de crisis, con diferentes oscilaciones, las actuales condiciones de miseria, sumadas a la progresiva ausencia en el factor subjetivo, la existencia de una organización consecuente con influencia, empujan a la mayoría de la población a aferrarse al recuerdo de la reciente estabilidad económica de los dos primeros mandatos del ciclo gubernamental petista. Es comprensible que se escuche cada vez más «ya nadie soporta a Bolsonaro, pero viene Lula», pero no es aceptable que una organización que se dice socialista rebaje su programa a la conciencia inmediata imperante, abandonando por completo la paciente educación de las masas. El próximo ciclo de gobierno petista, cada vez más evidente, no repetirá la misma dinámica del primero. Las condiciones económicas y políticas en el mundo post-2008, en el Brasil post-2013, la polarización en la lucha de clases y la crisis del régimen político, no favorecerán una solución rápida de los problemas con un gobierno de «reconstrucción nacional».
Bloco PSOL de Todas las Lutas a la derecha
Si es cierto que la candidatura de Lula cumple hoy un papel conservador del elemento subjetivo, también es cierto que el servilismo de la dirección mayoritaria del PSOL entierra el compromiso histórico del partido con las aspiraciones populares y prioriza sus propios intereses. Juliano Medeiros, presidente del PSOL y vinculado a Primavera, afirmando que «Alckmin no hace necesariamente imposible un frente de izquierda» y Guilherme Boulos abandonando a petición de Lula la precandidatura al gobierno del estado de São Paulo, aprobada en la instancia más democrática del PSOL, el 7º Congreso Nacional, y entregarlo a Fernando Haddad (PT) con la promesa de un futuro apoyo a la municipalidad, muestra que el interés no se limita a apoyar la candidatura burguesa del frente popular, bajo el nombre de «Frente de Izquierda», sino a formar parte del futuro gobierno.
Si Primavera y Revolución Solidaria señalan su intención de subirse definitivamente a un posible gobierno de Lula, la Resistencia, en la división de tareas del PTL (PSOL de Todas las Lutas), cumple la función de sistematizar el servilismo a Lula/PT con la excusa de seguir la conciencia de las masas. Para la Resistencia y su mentor, Valerio Arcary, cualquier movimiento político del PSOL obstaculizará la victoria electoral de Lula. En esta lógica, lo ideal es que el PSOL haga los mínimos movimientos -sin excluir, por supuesto, el afán de ampliar la dependencia del parlamento burgués-. El cinismo político de la Resistencia se expresa, y seguirá expresándose, por etapas: frente de «izquierda» con Lula → rechazo de una posible fórmula Lula-Alckmin → aceptación de la fórmula Lula-Alckmin, pero con un programa de «izquierda» → aceptación del frente popular burgués tal como viene, con el PSOL expresando «su» programa. Por otro lado, la apática Insurgencia (sección del Secretariado Unificado) se limita a informar sobre el significado clasista de la candidatura y el gobierno de Lula, sin señalar en una sola línea cuáles son las tareas del PSOL contra el frenteamplismo.
De todo esto, la única conclusión obvia es que el Bloque PSOL de Todas las Lutas-PTL (Primavera, Revolución Solidaria, Resistencia, Insurgencia y Subverta), la dirección mayoritaria, está tirando a la basura el programa fundacional del PSOL. No satisfecho con la participación del PSOL en el frente popular burgués, también tumbó el 7º Congreso Nacional del PSOL, que tuvo lugar el año pasado, y todas las demás instancias, para cerrar su acuerdo de federación de partidos con la REDE, un partido pequeño-burgués, con un programa burgués y financiado por la familia Setubal, dueña del banco Itau.
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La posible concreción de la Federación del partido con REDE supone un cambio programático cualitativo del PSOL. A diferencia de las coaliciones, que el PSOL también hace absurdas coaliciones con partidos burgueses en estados y municipios, la Federación resulta en tener un programa común para un período de al menos 4 años, con convivencia y acuerdo común nacional, estatal y municipal. ¿Qué tipo de programa mínimo es posible con un partido de capitalismo «verde» financiado por el sector parasitario-especulativo? A diferencia del cinismo señalado de que esto será una presión positiva sobre los sectores de «izquierda» de REDE, la Federación empujará trágicamente al PSOL hacia la derecha.
No nos hacemos ilusiones sobre lo que es el PSOL, con sus propias limitaciones programáticas, sin un norte revolucionario, pero entregar esta importante experiencia de la izquierda en los últimos años, referente de la vanguardia que salió contra interminables ataques, en manos de la adaptación material al régimen burgués, significa retrasar, y no acelerar, el proceso de reorganización y referenciación de la vanguardia combativa y de nuestra clase. No somos puristas, la crisis del petismo no ha llevado a un partido revolucionario, ha llevado a un partido amplio, con las mismas limitaciones, pero en un proceso de degeneración más acelerado. Pero el PSOL sigue siendo una referencia. Hay que luchar para que todo esto no se derrumbe en un nuevo y profundo descrédito; por el contrario, con la experiencia y la radicalización, debe avanzar hacia otra forma de organización, con un norte revolucionario consecuente.
Un llamado a la Oposición de Izquierda y al MES
¿Vale todo? Para la dirección mayoritaria todo vale. Para detener la serie de ataques del bloque sin principios de la dirección mayoritaria, es urgente que la Oposición de Izquierda, que representa el 44% de los delegados en el 7º Congreso Nacional del PSOL, unifique las luchas en defensa del programa fundacional del partido. Para ello, es necesario revisar la línea política, sin zigzagueos como equivocadamente hacen los compañeros del MES, oscilando desde la correcta defensa de la precandidatura combativa de Glauber Braga hasta la indecisión del apoyo a la Federación con REDE. No es posible agrupar a la Oposición de Izquierda votando la misma política que el Bloque PTL. Hay que reforzar el PSOL en la izquierda y poner en pié un polo de atracción para los que se están desilusionando con el giro a la derecha de la dirección. Para ello, nuestra firmeza política y programática es fundamental. Debemos afirmar y defender un programa anticapitalista, feminista y ecosocialista del PSOL, opuesto al proceso de refundación del Bloque PTL. Negociar una salida intermedia, la Federación, significa perder radicalidad y legitimidad en la vanguardia que pretendemos organizar.
Nosotros de Alternativa Socialista, miembros del Movimiento de Izquierda Radical (AS, LS, SOB, PSOL pela Base, LRP, GAS), llamamos a los compañeros del MES, Fortalecer, CST, APS, Comuna, LSR, Alicerce, Centralidade do Trabalho, Revolução Brasileira, a cerrar filas en defensa del PSOL:
- – Hasta las últimas consecuencias para la propia candidatura del Frente de Izquierda Socialista con el PSOL (o el 44% del PSOL), PSTU, UP, PCB y organizaciones socialistas/clasistas.
- – Contra la Federación Política con REDE. La Federación es el fin del Partido Socialismo y Libertad tal y como lo conocemos hoy.
- – Lanzar precandidaturas socialistas para los gobiernos estatales.
¡Iremos hasta las últimas consecuencias contra el liquidacionismo y el bloque mayoritario PSOL de Todas as Lutas!