Este domingo 27 de marzo los y las uruguayas tenemos, una vez más, una jornada de resistencia al concurrir a votar en el Referéndum por la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), aprobada en julio de 2020.
Desde Rumbo Socialista queremos expresar las siguientes cuestiones:
La Ley de Urgente Consideración es básicamente el programa de gestión y la puesta en práctica de las estrategias que el gobierno derechista de Lacalle Pou pretende implementar para darle un marco legal a las decisiones que responden a la restauración de los valores conservadores y a acentuar las políticas públicas de signo capitalista y neoliberal.
Este tipo de leyes, al entrar con la denominación de urgente consideración tienen un tiempo límite para ser tratadas en el parlamento (45 días por cámara). Una vez pasados estos plazos, si los diputados y senadores no se expiden, queda vigente automáticamente.
Esta ley fue conocida por la población en su totalidad una vez que este gobierno asumió al comienzo de la pandemia, lo que limitó el acceso a la información correcta sobre la misma e impidió tener el tiempo suficiente para ser debatida en los diferentes ámbitos sociales y políticos. Cabe mencionar que la LUC cuenta con 476 artículos referidos a temas de toda índole, pasando por la autorización de la venta de chorizos caseros hasta transformaciones profundas y reaccionarias en materia de seguridad y educación.
De este total de artículos, la oposición parlamentaria de centroizquierda nucleada en el Frente Amplio, finalmente votó acompañando el 51% del articulado. Entre ellos, varios de los artículos más nefastos y que hoy se proponen derogar.
Frente a esta realidad y ante el escaso tiempo de discusión que hubo, las organizaciones sociales y sindicales entendimos que era necesaria una instancia más amplia de discusión ya que iba quedando cada vez más clara la necesidad de cuestionar y rechazar globalmente esta ley.
Después de varias instancias de debate, se fueron perfilando dos opciones o campañas, una definida por varias organizaciones sociales, que comenzó primero planteándose juntar firmas para habilitar un Referéndum para que sea derogada la totalidad de la Ley. Y frente al hecho consumado de que los sectores populares comenzaban a organizarse con fuerza y desde abajo, otras organizaciones, muchas de ellas referenciadas en el Frente Amplio comenzaron otra campaña consistente en juntar firmas para derogar no toda la LUC, sino 135 artículos que son los que actualmente están en cuestión.
Si bien quienes pertenecemos a esta organización creemos que es necesaria la derogación de toda la ley, en su momento, sostuvimos la posición de juntar firmas por las 2 opciones, ya que no era contradictorio y permitía que si no se llegaba con una opción se podía llegar con la otra que fue lo que finalmente sucedió. La primera opción llego a juntar un poco más 30 mil firmas mientras que la segunda opción, que fue la que con el correr de los días se fue vislumbrando que tenía más posibilidades de llegar, alcanzó las firmas necesarias para lograr el referéndum por los 135 artículos.
Este 27 llamamos a votar por la papeleta rosada del SI
Llamamos a reflexionar frente a esta instancia, al respecto de que puede marcar un antes y un después, en derechos conquistados por la lucha de todos y todas.Se trata de mantener las conquistas obtenidas con grandes esfuerzos como el reconocimiento de derechos fundamentales y en la perspectiva de impulsar las transformaciones para que haya un Estado presente, de aumentar el acceso a la educación y las garantías a los y las trabajadoras a una educación que no sea un privilegio de pocos, de impedir que se fortalezca un modelo de policía como aparato reprensor contra el pueblo y con habilitación para los abusos de funciones, dando legitimidad a más represión. De frenar los ataques a derechos fundamentales como la huelga y la ocupación como extensión de esta última y la libertad de las formas organizativas de los sindicatos.
Quedan por fuera en este referéndum, varios artículos que también implicarán un retroceso en nuestros derechos, como la reforma de la seguridad social que implica una extensión de la vida laboral y la transformación del sistema de ahorro solidario y público en un sistema de ahorro privado e individual.
Pero más allá del resultado del Referéndum, el 27 no se termina la lucha, sino todo lo contrario. Frente a una situación cada vez más angustiante en esta pospandemia y en un contexto de guerra, con un aumento creciente del costo de vida, miles de despidos como en Casa de Galicia, aumento exponencial de las violencias hacia las mujeres, tenemos que seguir peleando derechos, implementar los cambios necesarios en nuestros sindicatos y en el PIT-CNT para unificar y fortalecer la lucha. Los y las trabajadoras debemos asumir nuestro rol histórico en la defensa de nuestras condiciones de trabajo y de vida y asumir la representación de la defensa de los sectores históricamente vulnerados por el poder hegemónico como las mujeres y disidencias y los sectores sumergidos económica y socialmente. Llevando en nuestra lucha siempre la bandera de la necesidad de tener una sociedad más justa e igualitaria donde todos y todas podamos tener una vida digna y construyendo una herramienta política de los y las trabajadoras y el pueblo para lograrlo.