Por Lorena Perdomo. Impulso Socialista IS-LIS
El ascenso sorpresivo de Rodolfo Hernández en las encuestas ha modificado los pronósticos electorales, generando mayor incertidumbre sobre los resultados de la primera vuelta, e incluso sobre la definición de quien llegará a la Casa de Nariño en la segunda vuelta. Es importante que los trabajadores y los jóvenes nos expliquemos este fenómeno político y definamos una posición revolucionaria para enfrentarlo.
Crisis y polarización social
La crisis económica a nivel mundial ha llevado a crisis políticas que han puesto en vilo a regímenes y gobiernos en diferentes países, razón por la cual se está expresando una polarización social en donde se presentan grandes luchas de la clase trabajadora y los sectores populares en torno a derechos democráticos, económicos y sociales, contra regímenes y gobiernos cada vez más autoritarios que requieren de la represión para poder pasar reformas de ajuste y precarización de la vida con el objetivo de resguardar las ganancias de los capitalistas y descargar sobre las espaldas de los explotados la crisis en curso.
Este panorama se ha expresado con fuerza desde el 2018 con rebeliones como la de los chalecos amarillos en Francia o los levantamientos en Sudan y Argelia, donde cayeron dictaduras de 30 años. En 2019 con rebeliones tan importantes como las de Chile y Ecuador, o en 2021 con la enorme rebelión del pueblo colombiano en contra del gobierno de Duque y el régimen uribista. Incluso en el mismo corazón del imperialismo estalló una rebelión negra y popular de varios días en contra del gobierno de Trump. Sin duda, estamos en un periodo histórico de guerras y revoluciones, en donde la propia crisis ha profundizado el conflicto entre clases y entre países imperialistas al punto de la guerra en Ucrania, que tiene riesgo de escalar.
En diferentes procesos electorales a nivel mundial, la polarización se ha expresado. A falta de direcciones revolucionarias que puedan profundizar las luchas, los sectores reformistas canalizan parte del descontento y lo capitalizan a nivel electoral, al mismo tiempo van apareciendo fenómenos de derecha “outsider”, que usan un discurso anti casta política y anti corrupción que tiene como objetivo atacar a instituciones tan desprestigiadas como el parlamento, no para fortalecer las libertades democráticas, sino para suprimirlas con el fin de darle mayor poder al capital financiero para garantizar mayor explotación. Otra de sus características es que se desligan de los partidos tradicionales y se dicen alternativos, proyectando una imagen de independientes e incluso de irreverentes. Ejemplos de estos fenómenos políticos han sido Miley en Argentina, Kast en Chile, Bolsonaro en Brasil o Rodolfo Hernández en Colombia.
A nivel mundial se expresan las dos salidas a la crisis, revoluciones donde los y las trabajadores triunfen o proyectos de características fascistas para profundizar la explotación.
Polarización y elecciones
Claramente el contexto mundial toca las condiciones económicas y políticas de Colombia. La precarización de las condiciones de vida fueron caldo de cultivo para la rebelión que se presentó en 2021 en contra de la reforma tributaria y que fue escalando en contra del gobierno de Duque y el régimen uribista.
En medio del histórico proceso de movilización se fue expresando un programa de salida a la crisis, que fue más allá de lo que propuso el Comité Nacional de Paro y el actual programa del Pacto Histórico. Por falta de una dirección revolucionaria que pudiera profundizar la experiencia hacia un paro real de la producción manteniendo la movilización en las calles, las direcciones reformistas lograron canalizar toda esa energía hacia las elecciones.
Mientras el Pacto Histórico suaviza el discurso, hace acuerdos con sectores de derecha y plantea un programa progresivo pero limitado, en el contexto se van expresando salidas por la derecha que se van fortaleciendo a nivel electoral.
Por un lado, la candidatura de Federico Gutiérrez se catapultó después de que se desmovilizó la lucha en las calles y los partidos del régimen uribista garantizaran aceitar las maquinarias políticas para acumular votos y polarizar con Petro.
El fenómeno de Rodolfo Hernández va escalando bajo un discurso anti corrupción y en representación de los empresarios. Hace campaña sin el apoyo directo de los partidos del régimen para proyectar una imagen de independencia política a pesar de los guiños que existen entre el uribismo y su proyecto político. Hoy, en medio de la carrera electoral puede llegar a segunda vuelta.
Rodolfo y el uribismo son un peligro, la lucha revolucionaria es el antídoto
Ya se demostró en las elecciones a congreso que para derrotar al uribismo en las instituciones, no es suficiente votar, se necesita principalmente de la movilización y la organización para lograr conquistas, ya que, a pesar del avance del Pacto Histórico como oposición, los partidos del régimen siguen siendo la fuerza mayoritaria.
El Pacto Histórico, en vez de radicalizar su discurso y programa a favor de los más explotados para convencer a grandes sectores en medio de la despolitización, suaviza su política y hace acuerdos con sectores que han sido parte del régimen uribista. Mientras tanto, el discurso de Rodolfo Hernández se muestra como “independiente” y combativo contra los corruptos en medio de la despolitización y confusión que existen, ya que hay sectores de votantes antiuribistas que ven el proyecto de Hernández atractivo ante las dudas que genera el Pacto Histórico.
Para derrotar al régimen uribista y fenómenos por la derecha como Rodolfo Hernández, es necesario construir una dirección revolucionaria que ayude a potenciar la gran capacidad de lucha del pueblo colombiano para derrotar gobiernos y avanzar hacia un poder de los trabajadores y los sectores populares. Cada vez hay menos espacio para proyectos progresistas que no son anticapitalistas y terminan derechizándose en medio de la crisis, incluso antes de ser elegidos en elecciones.
En medio de la actual polarización electoral, es necesario prepararnos para un panorama de mayor lucha de clases, donde la construcción de una fuerza política con independencia de clase y con un programa revolucionario que rompa los límites de este sistema, es fundamental para garantizar victorias.
Por lo anterior, en esta primera vuelta, ante la necesidad de enfrentar a la derecha en el terreno electoral, pues vencerla solo es posible en las calles; ante la tibiezas y capitulación del Pacto Histórico en acuerdos y alianzas con burgueses y fracciones imperialistas; ante el peligro de propuestas como la de Rodolfo Hernández, proponemos mantener una política independiente: ¡Votar en blanco en primera vuelta! como forma de protesta en contra de los programas burgueses e imperialistas que nos presentan como alternativa en estas elecciones.