Se realizaron los actos de cierre de campaña del Apruebo y el Rechazo a la propuesta de Nueva Constitución, eventos simultáneos donde se expresó una contraposición que ninguna encuesta o editorial de prensa masiva puede esconder: afluencia masiva en la principal avenida de la Capital con cientos de miles por el Apruebo, la contraparte sólo un par de centenas en un evento cerrado y aislado por el Rechazo. Más allá de los números, la expresión social expresa su impulso en un dique de contención institucional. Un repaso a los cierres de campaña a 3 días del plebiscito.
Por M.A
A partir de las 18:00 horas en La Alameda comenzó a llegar cientos de miles de personas al acto por el cierre de campaña del Apruebo una Nueva Constitución, el impulso social que coreaba en las calles es parte de un proceso que, pese a sus contradicciones y límites, demuestra que la participación social nunca fue un impedimento para poder avanzar más al alero del proceso constitucional. El escenario que junto a destacadas bandas musicales que alimentaron la convocatoria, estaba dirigido por el Comando Apruebo Dignidad del Frente Amplio y el Partido Comunista con exponentes de la ex Concertación y que bajo el pretexto unitario se sumaron tras de ellos los Comandos de los Movimientos Sociales y otros menores, la iniciativa de estas variantes diluye, aún más, la independencia política frente al Gobierno que utiliza el Plebiscito como cortina de humo para seguir aplicando un ajuste que viven las mayorías sociales en medio de la crisis económica.
El último tramo de la campaña del Apruebo se enmarcó en el retorno de Bachelet al país, el final de la franja televisiva emitida con su rostro y que hace ya unas semanas sumó un nuevo Pacto entre los partidos gobernantes para limitar aún más la propuesta de carta magna emanada de la Convención Constitucional, es así que en clara señal para los grandes capitales apuestan a un cambio constitucional comandado por los partidos de los 30 años, diluyendo aún más los tópicos progresivos de la Nueva Constitución y en simultáneo, marcándole la pauta a los llamados Movimientos Sociales que agitan un Apruebo sin crítica y sentados con los responsables políticos de la herencia pinochetista. Esta orientación fue sin dudas la más nefasta de los “sectores independientes” que jugaron en las reglas del Acuerdo por la Paz, avalando pactos y ocupando la segunda fila tras los rostros oficialistas.
El acto final de Apruebo manifestó dicha tensión, la participación social que aún responde a las calles y frente a ellos el dique de las direcciones y los pactos de cocina que intenta cerrar el ciclo de la rebelión con el cronograma electoral.
El rechazo con poca calle y mucho pasado
La derecha golpeada desde el 2019 ha logrado ir recomponiéndose en base al cronograma electoral del Acuerdo por la Paz, otorgándole sobrevida mediática y poder expresar diversas formulaciones que van desde el “Rechazo para reformar” de sus sectores más clásicos y también experimentar, apoyados en la polarización, acciones fascistoides como los visto el domingo pasado con el atropello a ciclistas. Aún y pese a generar las condiciones de reacomode político con la dinámica institucional del cambio constitucional, las tensiones internas impiden tener una orientación clara y la disputa de quien comanda al bloque ha tomado más relevancia interna que una lógica de impacto de proyecto unitario, así se fue diluyendo el “centro” de Amarillos por Chile y la desaparición del ex candidato a presidente, el Bolsonaro chileno, Kast durante la campaña.
El Rechazo demuestra sus propios límites, la principal es que su noción es apostar al cierre de la rebelión aplastando todo ánimo de cambio que apuestan los pueblos, situación que pese a las encuestas manipuladas que arman castillos en el aire, expresan su poca sustancia real de base social.
El acto es una manifestación de aquello, no más de 400 personas, protegidos del repudio arriba de un cerro, lejos del mundo popular y agitando las banderas del conservadurismo pinochetista. Sin dudas, la cara más nefasta de la polarización institucional no logra convocar. Aún con estas características no se puede negar su recomposición en la polarización, espacio político que debe ser derrotado con fuerzas en todos los ámbitos, en especial en las calles.
¿Qué hacer después del domingo?
Desde el Movimiento Anticapitalista hemos impulsado un Apruebo crítico, que implica el necesario enfrentamiento directo a la herencia pinochetista, su Constitución y lo que ella a representado como articuladora de los 30 años, pero sin hacernos ilusiones en este gobierno, sus pactos y en la Nueva Constitución que entendemos no refleja las demandas más sentidas expuestas en las calles en los últimos años. No hay contradicción alguna en esto, simplemente sin confiar en las direcciones y su acción de desvío institucional acompañamos el proceso de cientos de miles que siguen mostrando su disposición a luchar por un Chile diferente.
Entendemos que quien más ha trabajado para que se ponga en riesgo el Apruebo es el gobierno y esto no es casual, ya que su orientación es diferente a la que expresan las calles. Lejos de trabajar por un modelo de sociedad con educación y salud públicas, sin AFP, sin represión y con una economía pensada y construida desde las y los trabajadores, los pueblos y los territorios ha sostenido la matriz del país constituida a los largo de los últimos años, maquillada con iconos juveniles y un discurso progresista que no se ha visto plasmado en medidas concretas en tal sentido. La Nueva Constitución lejos está de venir a cambiar eso, es por eso que el próximo lunes, de la misma forma que lo ha sido hasta aqui, la tarea fundamental es construir un programa que dé respuestas a las demandas sociales y una dirección política que lejos de administrarlas al servicio de sostener la estructura economica y politica del pais se anime a ir por transforma todo al servicio de las mayorías.
No es posible resolver la polarizacion por la via del acuerdo y el dialogo con quienes defienden sus intereses minoritarios a explotar y hundir en la miseria a millones, hay que trabajar para resolver la polarizacion por la via de conquistar las demandas de las mayorias y un nuevo modelo economico, politico y social que nosotras y nosotros entendemos como anticapitalista, feminista, ecosocialista e internacionalista.
Existen condiciones para ir por ello, si somos capaces de construir de manera independiente del gobierno y las instituciones una fuerza militante unitaria, democrática y revolucionaria. Solo por este camino el Apruebo tendrá un sentido transformador y no el de una nueva ilusión defraudada que abra camino a la derecha asesina.