Por Florencia Salgueiro
Los roces entre España y Marruecos se dan en el marco de una complicidad compartida contra los derechos humanos de los migrantes africanos y la autodeterminación del Sáhara Occidental. La movilización de los pueblos marca el camino a seguir contra la opresión. Es necesario reagrupar a los revolucionarios y avanzar en la construcción de nuevas alternativas de izquierda.
El 24 de junio 37 personas fueron asesinadas y centenares resultaron heridas al intentar ingresar a España por Melilla. La represión la llevaron a cabo las fuerzas de seguridad marroquíes y las del Estado español. Los representantes de ambos países justificaron su accionar y tomaron distancia de las responsabilidades políticas que les competen. Se abrió un nuevo episodio diplomático que colocó tres temas en el tapete: los derechos humanos, el estatus de Ceuta y Melilla y el posicionamiento frente al Sáhara Occidental.
Vulneran derechos humanos elementales
Con relación a la represión y la matanza de Melilla, las autoridades marroquíes afirmaron que sólo hubo «informaciones falsas» e “inmigrantes organizados” que actuaron con «violencia inusitada». Por el lado español, en su momento, el ministro Marlaska expresó: «Es evidente que estamos hablando de un episodio de intento violento de entrada irregular que es injustificable». No son palabras dichas al pasar, ya que el gobierno de “coalición progresista” PSOE-Podemos ejecuta “devoluciones en caliente” de personas migrantes. Las justificaciones provienen de los mismos que violan los derechos humanos de la población saharaui y de aquellos quienes, con su silencio e inacción, avalan la represión, los encarcelamientos y las torturas en los territorios ocupados.
Sobre Ceuta y Melilla
El reino alauita envío una carta a la ONU mencionando que Marruecos «no cuenta con fronteras terrestres con España», sino con «simples puntos de acceso», y que Melilla «sigue siendo un presidio ocupado». El presidente español, Pedro Sánchez, respondió desde el Congreso reafirmando que “Ceuta y Melilla son España”. Más tarde, ante la dimensión que tomaron los acontecimientos, un alto cargo del Ministerio de Exteriores marroquí dio marcha atrás y señalo que entre los dos países también hay «fronteras terrestres». Lo cierto es que Ceuta y Melilla son las únicas Ciudades Autónomas administradas por un país que integra la Unión Europea a pesar de encontrarse ubicadas en el continente africano. Y, además, el origen de sus estatus se remonta a la conquista y el reparto de África por parte de los colonialistas europeos. El contrapunto actual sobre soberanías se desarrolla impunemente mientras niegan la soberanía del Sáhara Occidental.
Niegan la autodeterminación del Sáhara Occidental
La relación entre los reinos de España y Marruecos se desarrolla con roces permanentes que aparecen y desaparecen con acuerdo a las coyunturas políticas. Sin embargo, lo dominante entre ambos países es la complicidad. Marruecos actúa como gendarme fronterizo al sur de la UE y España lo compensa con “ayudas financieras” y acuerdos comerciales “en el marco de una cooperación franca entre dos socios y amigos». Con intensidad variable, sientan posición sobre la pertenencia de Ceuta y Melilla a la par que desconocen la soberanía del Sáhara Occidental sobre sus propios territorios, impulsando el plan de autonomía de Mohamed VI contra la autodeterminación saharaui. Los regímenes de España y Marruecos despliegan un cinismo ilimitado que también se expresa en el ámbito de los derechos humanos.
Castigo a los responsables de la matanza
Aunque se laven las manos, las autoridades del Reino de Marruecos y del Estado español, tienen una complicidad compartida por la matanza de Melilla. De uno y otro lado de las vallas, custodian el proyecto de la “Europa fortaleza” racista y antiinmigrante. Por eso, ambos desplegaron un operativo racista y criminal sobre las personas desesperadas que pretendían entrar a España y, por esa vía, a la UE. Exigimos una Comisión Investigadora Independientes, formada por organismos de derechos humanos y el castigo a los responsables políticos y materiales por las perdidas de vidas y los heridos.
Manifestación por un Sáhara Libre
Ante el telón de fondo del posicionamiento sobre el Sáhara Occidental, seguiremos defendiendo su derecho a la autodeterminación, denunciando la violación de los derechos humanos, la represión y la persecución que se ejerce sobre el pueblo saharaui en los territorios ocupados. Por esto apoyamos y llamamos a participar de la manifestación que se hará el 12 de noviembre en Madrid ¡No nos callarán! ¡Sáhara Libre ya!
Por una salida socialista
Al abordar las situaciones que involucran a Europa y África, es necesario resaltar que son los poderosos quienes saquean territorios, explotan trabajadores por las ganancias capitalistas y oprimen pueblos para gobernar a su antojo. Sólo la unidad movilizada de los pueblos logrará derrotar a los imperialistas, los gobiernos burgueses, los dictadores y las monarquías y podrá abrir el camino de la liberación. Es una lucha indisoluble en el marco de la estrategia que gobiernen los trabajadores y el socialismo. Hay que dar vuelta todo, y ello requiere avanzar en el reagrupamiento internacional de los revolucionarios y en la construcción de nuevas alternativas de izquierda en todos los países del mundo.