Por Movimiento Anticapitalista – Perú
El país vive momentos de una profunda crisis política, social, económica de valores y principios, que los grupos neoliberales y los sectores políticos de la derecha tradicional que los representan, son absolutamente incapaces de solucionar. Solo buscan preservar los pilares del régimen político y del modelo económico capitalista impuesto al pueblo peruano.
El jueves 15 de diciembre a nivel nacional se movilizo la población para rechazar contundentemente al congreso golpista y al gobierno usurpador de Dina Boluarte, que solo pueden acudir a la represión con un saldo de 28 muertos a nivel nacional. Con su política mercenaria e intervencionista, Boluarte este sábado 17 intervino al local partidario de Nuevo Perú y de la Confederación Campesina del Perú profundizando, como si eso fuera posible, en medidas antidemocráticas y típicas de un gobierno ilegitimo.
La Policía y las Fuerzas Armadas dirigido por Manual Gómez de la Torre jefe del Comando Conjunto de las FF. AA son responsables de esta la masacre y evidencia así que Dina Baluarte solo puede sostenerse con represión mientras todas las encuestas reflejan que el gobierno tiene un rechazo de casi el 90 % exigiendo que se vayan todos, junto con el cierre del Congreso.
Toda esta situación evidencia que no podemos seguir poniendo parches a la constitución fujimorista, la misma que ha permitido que el poder del dinero secuestre la democracia y la justicia. Nuevas elecciones para el 2023 convocados por los viejos políticos y la partidocracia tradicional no son garantía de nada. Nada tienen para ofrecer los defensores de la Constitución del 93, solo nuevas frustraciones. Por eso la movilización debe imponer un Gobierno de todas las organizaciones en lucha, con los trabajadores y las organizaciones populares.
Necesitamos un cambio integral, dar vuelta todo. La soberanía, la justicia, la solidaridad y la verdadera democracia solo podrán ser garantizadas por un Gobierno de los de abajo, de los que nunca gobernaron. La envergadura de la crisis y el descrédito de los partidos golpistas de la derecha abren una nueva oportunidad histórica para cambiar el país. Desde la movilización y la organización construimos la herramienta de masas que se convierta en la expresión de lucha y poder de nuestro pueblo.
Seremos firmes en la defensa de un programa de ruptura con el modelo económico y el régimen político imperante propugnando un nuevo Estado, fundado bajo nuevas bases.
Sin embargo, también se requieren respuestas concretas a cada coyuntura, en tal sentido afirmamos:
1) Que la crisis en nuestro país está inscripta en una crisis más global del capitalismo y la relación de dependencia neocolonial con las grandes potencias sobre todos los EEUU que buscan reducirnos a ser un país primario exportador y sin industria.
2) Que en nuestro país los escándalos de corrupción que el congreso defiende han mostrado la asociación perversa del gran capital con el Estado, con la justicia que le responde, profundizando una verdadera crisis crónica del régimen que en esta oportunidad se expresa a través del golpe inconstitucional.
3) La movilización e indignación popular y ciudadana continuará porque es un proceso social y político muy profundo que se gesta en rechazo a todo lo viejo.
4) Que, en el arduo y permanente camino de la organización política del pueblo peruano, se requiere actuar permanentemente, con altos valores y principios revolucionarios en todo escenario político y bajo cualquier circunstancia coyuntural, en el proceso de la construcción del frente unitario por la lucha anticapitalista y el Gobierno de los Trabajadores y el Pueblo.
Reafirmamos que es tiempo de cambiar las reglas de juego que favorecen a pocos y que perjudican a las grandes mayorías. Necesitamos un nuevo gobierno que exprese la voluntad de jóvenes, agricultores, mujeres, jubilados, pueblos originarios, comerciantes y de todos los sectores que luchan diariamente por sacar adelante a nuestro país, No hay otra salida posible a esta crisis sino es de la mano del gobierno de los de abajo, anticapitalista, socialista y revolucionario, porque una vez más, sino nos organizamos para cambiar TODO, nada va a cambiar.