Por corresponsal
El miércoles 1 de febrero una patota a sueldo del inglés Joe Lewis golpeó salvajemente a compañeros del MST y otros activistas y periodistas en la Séptima Marcha por la Soberanía de Lago Escondido, que desde 2017 exige la apertura de los caminos públicos que llegan al lago.
Con una fortuna estimada en 6 mil millones de dólares, Joe Ted Lewis está entre las 300 personas más ricas del mundo. Con la complicidad de gobiernos tanto peronistas, radicales como macristas, Lewis fue adquiriendo ilegalmente al menos 14.000 hectáreas de tierra en la Patagonia, dentro de las cuales niega el acceso público a patrimonio nacional como Lago Escondido. Además de su gigantesca mansión y centro recreativo, el terreno tiene su propia central eléctrica y aeropuerto que no es monitoreado por ninguna autoridad nacional. Es un verdadero enclave británico en la Patagonia.
Desde marzo de 2017 la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA) viene realizando marchas a Lago Escondido para exigir que se abran caminos públicos para poder acceder al Lago, algo garantizado por el Código Civil y toda la legislación de Argentina, que determina que los ríos y lagos son de dominio público, lo que ha sido ratificado por diversas sentencias a favor de la apertura del acceso al lago. Sin embargo Lewis mantiene esos caminos públicos bloqueados y ninguna autoridad ha movido un dedo para liberarlos. Por el contrario, las autoridades nacionales y provinciales, junto a las fuerzas represivas, actúan en connivencia con el usurpador.
En los últimos meses Lewis y Lago Escondido han adquirido notoriedad a partir de la filtración sobre reuniones secretas realizadas en ese terreno de varios jueces nacionales, importantes empresarios, directivos de medios y funcionarios públicos.
Esta séptima marcha se encaró en unidad con decenas de organizaciones como lucha por la soberanía nacional y para echar a Lewis de la Patagonia. También levantó la denuncia y el rechazo a la presencia de los ingleses en Malvinas, y del FMI que somete de manera semicolonial a la Argentina.
Las agresiones de la patota a sueldo de Lewis se expresaron primero en la marcha principal, que fue apedreada, y con mayor seriedad contra el grupo de compañeros que ingresó por un sendero público hacia el Camino público de Tacuifí que da acceso a Lago Escondido. Allí fueron interceptados por la patota que les tiró sus caballos encima y atacó a palazos, hiriendo a varios compañeros, entre ellos a nuestra dirigente del MST-FITU Cele Fierro.
Al día siguiente, declarando contra los hechos de violencia junto a los otros heridos, Fierro declaró: “Ayer quedó demostrado lo que significa este enclave británico en la Patagonia, hay un Estado paralelo. La impunidad con la que se manejan es por la complicidad del poder político, económico y judicial. Hacemos responsable a la gobernadora de Río Negro y a la justicia por la integridad de las y los compañeros. Seguiremos luchando por nuestra soberanía y por el acceso público a nuestro territorio”.
Agradecemos las innumerables muestras de apoyo que hemos recibido. Lejos de amedrentar a los cientos de activistas sociales, de DDHH y de diversas organizaciones políticas que nos hicimos presentes en esta actividad, lo sucedido nos da más fuerza para redoblar las acciones hasta que Lewis y los ingleses se vayan de Lago Escondido, la Patagonia y de Malvinas.