Por Hazal Toprak – LIS Turquía
Dos terremotos han devastado el sur de Turquía y el norte de Siria este lunes, uno de 7,7 grados en la escala Richter a las 4.17 de la mañana y otro de 7.6 a las 13.30 horas. Ya se contabilizan más de 6000 muertos y sigue subiendo, 20.000 heridos y decenas de miles aún desaparecidos. Más de 6000 edificios han colapsado en las 10 ciudades afectadas.
La reacción del gobierno de Erdogan en nuestro país ha sido lenta e insuficiente. Todavía hay zonas a las que no ha llegado ninguna ayuda. La gente está abandonada a su suerte, sin electricidad, agua, gas ni internet, con miles aún atrapados bajo los escombros muriendo de hipotermia en medio de un crudo invierno.
Desde el terremoto de Estambúl de 1999, el Estado a recaudado impuestos para un fondo de terremotos, pero esos fondos no han ido a fortalecer la infraestructura antisísmica. Además de edificios viejos, se han derrumbado hospitales y viviendas públicas construidas con esos fondos por el gobierno del AKP.
Tampoco se han tomado acciones ante las alertas de los expertos, que hace años venían advirtiendo de la probabilidad de sismos importantes en esta zona y de la necesidad de mejorar la pobre infraestructura del lugar.
Ante la inacción del Estado, el pueblo se está movilizando. Los efuerzos de rescate se organizan como se puede en cada lugar. Las organizaciones socialistas, los sindicatos y otras asociaciones voluntarias estamos organizando colectas y viajando a las zonas afectadas a sumarse a los esfuerzos de busqueda y rescate.
Solo la solidaridad nos puede salvar.