Nuestra compañera Cele Fierro, del MST de Argentina y la LIS, estará viajando a Lima, para acompañar el enorme proceso de lucha que lleva adelante su pueblo hace dos meses.
Invitada por los camaradas de la Liga Internacional Socialista, participará del Paro Nacional y las movilizaciones en ese marco, el día 9 de febrero. Además ya hay programadas actividades y encuentros con compañeros y compañeras de distintas partes del país.
Este nuevo paro nacional arrancado a la burocracia, es producto de los bloqueos de las carreteras, paros en distintos sectores, la organización de las comunidades y las movilizaciones que recorren el país desde inicios de diciembre del año pasado. Se estima que la magnitud que tendrá esta acción nacional, no se tenía desde los años ‘70.
A pesar de la brutal represión que lleva adelante el gobierno golpìsta e ilegítimo de Boluarte y el Congreso, que ya lleva más de 60 muertos y miles de heridos y detenidos, la movilización y la lucha del pueblo continúan.
La fortaleza de este proceso que se expresa en las calles, unifica a los luchadores en el reclamo de que se vaya ya Boluarte y el cierre del Congreso, para ponerle fin al régimen fujimorista.
Con las y los camaradas de la Liga Internacional Socialista de Perú insistimos en no confiar en ninguna salida que venga desde este régimen corrupto y represor. Las elecciones adelantadas no son la salida que necesita el pueblo peruano. Llamamos a unificar y coordinar nacionalmente a todas y todos los que están luchando, a las organizaciones sociales, campesinas, sindicales y a las fuerzas de la izquierda revolucionaria, para que esa unidad sea la que tome el gobierno, echando a boluarte y todos los golpistas, y convoque a una Asamblea Constituyente, libre y soberana, para de una vez por todas todos los resortes de la economía estén al servicio de las mayorías populares, de las y los trabajadores, campesinos, la juventud en vez de al servicio de los corruptos, corporaciones y el imperialismo.
Hoy Perú recorre el camino de la rebelión como lo hicieron otros pueblos de nuestra América Latina y el mundo. El enorme desafío que tenemos las y los revolucionarios es encauzarlo hasta el triunfo final de la clase trabajadora y el pueblo.