Visto y considerando
- Que en Nicaragua se mantiene un régimen de dictadura contra el conjunto del pueblo trabajador, campesino y la juventud, con los derechos democráticos más elementales suprimidos;
- Que Ortega-Murillo, hace pocas semanas excarcelaron a más de 200 presos y presas políticos, entre ellos ex dirigentes sandinistas de la revolución de 1979, como así también representantes de los sectores de la oposición burguesa ligada a la Casa Blanca;
- Que evidentemente esta decisión política pactada con el imperialismo yanqui, fue tomada de forma cuidadosamente pensada para hacerla en un momento sin protestas, separada por meses de la acción que encabezó la LIS como fue la Comisión Internacional y la Caravana por la Libertad que llegó hasta la frontera, para evitar lógicamente fortalecer un polo de resistencia en el exilio, ligado a la izquierda internacionalista y delimitado del Departamento de Estado;
- Que aunque la noticia fue recibida con alegría, por las organizaciones del exilio con las que mantenemos relación desde la LIS, el hecho con todo lo positivo que tiene, porque implica preservar la vida de decenas de luchadores, también intenta potenciar el rol del imperialismo en la región, apareciendo como demócrata en la gestión de la excarcelación, levantando referentes de la oposición burguesa;
- Que además, Ortega-Murillo, tomaron medidas de represalia contra los excarcelados políticos y figuras del exilio, tales como quitarles la nacionalidad, confiscarles bienes e incluso, aportes previsionales, como forma de hacer una demostración de fuerza y encubrir la debilidad que expresa el hecho de tener que “liberar” a los presos políticos;
- Que a pesar de todo, queda una treintena todavía de rehenes y que la campaña por su libertad incondicional tiene que seguir, como así también la lucha ideológica por una posición anti-dictatorial desde la izquierda, independiente del injerencismo imperialista, como así también, fuertemente crítica y delimitada del campismo que defiende o encubre por inacción y silencio al régimen criminal de Nicaragua;
- Que la campaña que realizamos encabezando la Comisión Internacional desde la LIS, junto a los camaradas del PRT, de nuestro grupo nicaragüense como de las principales organizaciones de exiliados en Costa Rica, fue exitosa y se transformó en un suceso de impacto regional en Centroamérica, que nos abrió oportunidades de relacionamiento y construcción;
- Que en pocas semanas se cumplen 5 años, de la Rebelión de Abril de 2018;
Este Congreso resuelve:
- Ratificar nuestra estrategia para Nicaragua que conecta las tareas democráticas contra la dictadura, pero que no se detiene allí: el propósito es barrer a toda la burguesía sandinista y opositora, y a través de un gobierno obrero y del campesinado pobre basado en su propia autoorganización democrática, reorganizar toda la economía al servicio de esas clases sociales, sin quedarse en los marcos de las fronteras nacionales, sino apostando a una perspectiva internacionalista inmediata de desarrollo de la revolución socialista regional en toda Centroamérica.
- Impulsar acciones hacia el 5° aniversario de Abril de 2018, exigiendo la libertad de todos los presos políticos que mantienen Ortega-Murillo; repudiando las represalias de la dictadura sobre los excarcelados y el exilio, y ratificando el llamando a construir un Movimiento Internacional unitario en la acción por la caída del régimen, aunque con dos premisas políticas claras: con delimitación de la Casa Blanca y del campismo cómplice.
- Actualizar la presentación del Informe Final que elaboramos desde la LIS sobre el trabajo de la Comisión Internacional tomando la nueva coyuntura, subiendo el mismo a la web de la LIS y preparando una edición impresa.
- Avanzar en la planificación del trabajo de construcción orgánica hacia Nicaragua, desde Costa Rica en equipo con los camaradas del PRT, a partir de nuestro joven grupo militante Alternativa Anticapitalista. Todo como parte de una estrategia de construcción regional de la LIS en Centroamérica y los países aledaños.