Reproducimos el editorial del periódico Révolutionnaires, del NPA de Francia, publicado el 7 de agosto de 2023.
El 26 de julio, el cuerpo de élite de la guardia presidencial depuso al expresidente Mohamed Bazoum. Hoy, del lado del gobierno francés y sus aliados que gobiernan los países vecinos de África Occidental, escuchamos el sonido de botas, una amenaza de intervención militar. Porque, incluso si el pueblo trabajador de Níger no tiene nada bueno que esperar del golpe militar, éste trastorna los intereses de la antigua potencia colonial francesa. Al igual que los recientes derrocamientos de otros gobiernos complacientes con los intereses comerciales de París, en Malí y Burkina Faso, este cambio revela mucho más de las revoluciones palaciegas. Pero el gobierno francés, grupos como Bouygues, Total u Orano (ex Areva) quieren el poder a sus pies.
Un récord desastroso
Níger con sus 25 millones de habitantes es un país rico poblado por gente pobre. La riqueza mineral es inmensa (incluido el uranio) con un 47% de su población viviendo en absoluta pobreza, apenas un 11% accede a servicios de salud y un 7% viviría en condición de esclavitud. Este es el resultado del balance de las ayudas al desarrollo desde París, el nuevo nombre de la dominación indirecta de Francia sobre esta antigua colonia. Por un lado despojo, corrupción generalizada, saqueos (Orano, el operador francés de minas de uranio dejó a la intemperie veinte millones de toneladas de residuos radiactivos). Por el otro, miseria para la mayoría.
Una presencia insoportable
Por lo tanto, no es de extrañar que parte de la población de la capital Niamey se manifestara por la salida de la presencia francesa. Para Macron y los patrones franceses, la evacuación de emergencia de cerca de 500 ciudadanos franceses, el pedido de la junta militar para que salgan los 1.500 soldados defensores de las multinacionales de bandera tricolor abrió una crisis sin precedentes. Después de Malí y Burkina Faso, este tercer revés para las ambiciones coloniales del soldado Macron pone en entredicho la presencia de los capitalistas de París y su saqueo en esta región del Sahel.
Lejos de una revolución anticolonial
Es cierto que la nueva junta que reina en Niamey tiene como único programa el fin de la presencia militar francesa, un anticolonialismo limitado que no afecta a los intereses de las empresas francesas y guarda silencio sobre la presencia de otra base militar, la de los Estados -Unidos. Este grupo de oficiales, como los de Malí y Burkina Faso, intenta jugar con las rivalidades entre potencias imperialistas: entre Francia, Estados Unidos y los que ya apuntan con sus narices, Rusia ya en el plano militar, China en el terreno económico. Putin, que celebró su “cumbre” en San Petersburgo con países africanos, prometió sus reservas de trigo. Hasta ahora, África ha visto sobre todo a sus milicias Wagner.
Los peligros que acechan a los explotados en Níger y la región
Al momento en que escribimos, aún no sabemos si las amenazas de la ministra francesa de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, y el ultimátum militar de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) dirigida por Nigeria, que acaba de expirar, terminarán en una intervención militar, que no será por la democracia ni por el respeto a la constitución como dirá Macron, sino por el uranio. Pero la prensa ya está subrayando los riesgos de que esto lleve a una guerra generalizada en todo el Sahel, con crisis internas como ilustra la oposición parlamentaria en Nigeria contra la intervención.
Por tanto, toda nuestra solidaridad se dirige a las poblaciones pobres, al pueblo trabajador de las ciudades y del campo de Níger y de la región, que sufren el saqueo y la miseria, los enfrentamientos entre clanes locales que compiten por el poder, pero también y sobre todo operaciones militares, directa o mediante tropas africanas interpuestas, de las grandes potencias depredadoras de África. Francia, a la cabeza. No tienen nada que esperar de los líderes o jefes militares que se autoproclaman “salvadores de la nación”. Es la unidad de los trabajadores a escala del continente la que podrá abrir un camino para salir de la dominación y construir otro futuro. Compartimos su revuelta contra el saqueo colonial que continúa, y ante todo el dominio del imperialismo francés y de sus patrones sobre toda una parte del continente africano.
- ¡Tropas francesas fuera de África!
- ¡No a la intervención militar!