Un golpe militar depuso al presidente Bazoum en Níger el 26 de julio e instaló al general Abdourahamane Tiani como nuevo líder del país. Bazoum se había vuelto extremadamente impopular debido a la corrupción de su administración, el fracaso en disminuir la pobreza, la cruel represión de las protestas y las fuerzas de oposición, y su función dependiente como lacayo del imperialismo francés y estadounidense.
Tras su expulsión de Mali y Burkina Faso, Francia y Estados Unidos quedaron dependiendo de sus importantes puestos militares en Níger, incluyendo una enorme base de drones en la provincia norteña de Agadez y una presencia militar combinada de 2.600 efectivos, para defender su control sobre uno de los depósitos de uranio más grandes del mundo.
Las potencias occidentales y sus aliados locales, en particular el gobierno nigeriano de Tinubu que encabeza la coalición de la CEDEAO, temen que si no aplastan a la nueva junta de Níger, otras naciones podrían seguirles.
Los socialistas no tenemos motivos para elogiar a las nuevas juntas militares de Mali, Burkina Faso, Níger y posiblemente Gabón. Estos no son regímenes progresistas ni socialistas. Por lo general, incluyen militares que han participado en operaciones «antiterroristas» emprendidas por Francia y Estados Unidos en los últimos años.
Los líderes de la junta no tienen una agenda socialista de establecer una sociedad dirigida por los trabajadores y campesinos empobrecidos, expropiar empresas extranjeras y romper con el imperialismo. Prefieren construir un régimen capitalista que busque la asociación con otras naciones imperialistas como Rusia y China.
Vimos esto en Mali, cuando la junta esencialmente reemplazó a las fuerzas francesas con mercenarios del Grupo Wagner. En la reciente Cumbre Rusia-África, el Capitán Ibrahim Traoré expresó el firme apoyo de Burkina Faso a Putin y al imperialismo ruso.
Sin embargo, los recientes golpes de Estado en Gabón, Níger, Mali y Burkina Faso responden a un auténtico movimiento de masas antiimperialista que se viene desarrollando y continúa desarrollándose en África Occidental, y esto es lo que realmente preocupa a los intereses del imperialismo occidental y provoca su reacción.
La CEDEAO, junto con la Unión Europea y Estados Unidos, han impuesto sanciones a Níger y amenazan con iniciar acciones militares contra el país.
Nos oponemos a las sanciones y amenazas militares del imperialismo estadounidense, la CEDEAO y la UE. Exigimos que se levanten las sanciones de inmediato.
En caso de materializarse una intervención militar de la CEDEAO (que contaría directa o indirectamente con el respaldo de las potencias occidentales), levantaremos la defensa armada de Níger y la derrota de los invasores proimperialistas. Lanzaremos y encabezaremos una campaña internacional de solidaridad en defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo de Níger.
Por lo tanto, llamamos a los socialistas genuinos a unirse a nosotros para luchar contra el imperialismo occidental en Níger, pero con total independencia del gobierno de Níger y de las potencias imperialistas que buscan promover su propia agenda en África Occidental. Los socialistas debemos rechazar a todas las potencias imperialistas, tanto de Occidente como del Este. Debemos unirnos y construir un partido revolucionario, tanto a nivel nacional como global, para deshacernos de todos los explotadores imperialistas y capitalistas y construir una sociedad socialista, que es el único camino verdadero hacia la liberación.