Por Boris Castro. Trabajador socialista. LIS-Perú
Mientras Israel está desarrollando un verdadero genocidio frente a los ojos del mundo, también desde Perú expresamos nuestro rechazo a la ofensiva Sionista.
A 23 días del asedio israelí se daban cuenta de 8,005 palestinos muertos, entre los que había 3,324 niños y 2,062 mujeres y 20,242 heridos según el ministerio de salud de Gaza; además, los equipos sanitarios reportaban 1870 personas bajo los escombros, incluidos 1,020 niños. Se cuentan 116 miembros de personal médico asesinados y alrededor de 10,000 desaparecidos desde el inicio del bombardeo israelí. 25 ambulancias destruidas además del 42 % de infraestructura de viviendas destruidas por los bombardeos y cerca de la mitad de los 2,3 millones de palestinos que habitan gaza han sido desplazados obligados a evacuar para no morir ante la amenaza de las Fuerzas de Defensa de Israel para desalojar hospitales y escuelas para que bombardean luego. Se han cortado el suministro de agua potable, energía eléctrica, medicamentos y comida y con ello cientos de miles se enfrentan al hambre, deshidratación y enfermedades. Y el viernes, todas las comunicaciones fueron cortadas por Israel, en medio de los bombardeos aéreos más intensos desde que comenzó el asalto hace tres semanas de los que no se salvaron hospitales, escuelas, iglesias ni mezquitas, con el objetivo de impedir que se filtre la información del asesinato masivo de palestinos de la incursión de tanques y el comienzo de una invasión terrestre a Gaza.
Pero tal es la magnitud de este genocidio desarrollado por el Estado de Israel que el secretario de la ONU ha reconocido magnitud de la catástrofe en un comunicado el viernes, advirtiendo que el «sistema humanitario en Gaza se enfrenta a un colapso total con consecuencias inimaginables para más de 2 millones de civiles».
Sin embargo, Israel son total impunidad continúa desarrollando una la política de exterminio del pueblo palestino que se puede comparar a la “solución final” que los nazis desarrollaron para acabar con la población judía, pues hoy el Estado sionista hace lo mismo y con apoyo de los gobiernos de los países imperialistas como EEUU, Alemania Inglaterra, Francia, Italia, Canadá y demás gobiernos de los países miembros de la OTAN, que desfilan para abrazar a Netanyahu desnudando su complicidad en esta cruel e inhumana aberración. Mientras tanto persiguen y reprimen las reacciones y muestras de solidaridad que cada día crecen con movilizaciones de decenas y centenas de miles mujeres, jóvenes y trabajadores en sus países y en el resto del mundo. Las acusaciones de antisemitismo tampoco se sostienen pues organizaciones judías y grupos religiosos judíos igualmente muestran distancia con el Estado de Israel a quien acusan del crimen masivo que consuma al tiempo que muestran también solidaridad con el pueblo palestino.
Así, al tiempo que la consigna “Desde el Rio hasta el Mar Palestina será Libre” las ya millones saliendo a las calles se amplía la solidaridad ante la depravación y saña que muestran las elites mundiales y sus gobiernos, que se atreven a ir más allá señalando su disposición a impulsar la tendencia a una guerra regional de la que ya sacan grandes beneficios desde la suba de los combustibles y la inmensas ganancias de la industria de las armas reveladas de alguna forma en las declaraciones de Biden a cada momento.
Esa maniática disposición a la violencia que expresan el estado de Israel y los lideres mundiales debe ser detenida por mayores movilizaciones de la juventud y la clase trabajadora para detener el genocidio contra el pueblo palestino y la conflagración mundial que las élites pretenden normalizar. La clase trabajadora, obrera, la juventud, las mujeres en el mundo debemos movilizarnos para detener cualquier apoyo que se preste al Estado de Israel en esta su empresa militar asesina. Debemos exigir el cese inmediato de los bombardeos israelís y la desmovilización inmediata de las tropas israelís y su retirada inmediato de Gaza y de la frontera. Debemos poner fin al asedio de Gaza y poner a disposición de inmediato alimentos, agua, electricidad, atención médica y todas las demás necesidades.
Es necesaria la mayor fuerza de la movilización para detener esta guerra del Estado de Israel contra el pueblo palestino y los planes de las élites de normalizar su violencia de todo tipo. La población trabajadora de todo el mundo es la única que puede y debe detener la producción que prive a Israel de todos los recursos que puedan ser utilizados en su guerra. Los trabajadores portuarios, aeroportuarios y de transporte de todo el mundo deben negarse a facilitar cualquier cosa que arme y permite a Israel continuar este genocidio. Porque sólo será a través de la movilización de trabajadores y jóvenes en todo el mundo es que se puede detener este genocidio en desarrollo y hacer que los responsables rindan cuentas.
Netanyahu, Scholz, Biden, Sunak, Meloni, Macron y todas las figuras destacadas del eje Estados Unidos-OTAN deben ser procesados por su complicidad en genocidio y crímenes contra la humanidad.:
No a la guerra sionista contra Gaza
Todo el apoyo a la lucha del pueblo palestino.