Portugal. António Louçã: “El Partido Socialista portugués no ha sido nunca un partido obrero”

Antonio es historiador y periodista, integra la comisión de trabajadores de la Radio y Televisión de Portugal[1](RTP) y tiene una larga trayectoria como militante socialista revolucionario. Aprovechando su visita a la Argentina conversamos con él sobre la situación política de Portugal. Cuando nos encontramos, en diciembre, hacía poco que había renunciado el primer ministro António Costa. Iniciamos la entrevista preguntándole su opinión sobre la crisis desencadenada en su país.

El gobierno del Partido Socialista parecía tener todas las condiciones para gobernar con el apoyo completo de la Legislatura porque había ganado en 2022 con una mayoría absoluta. Pero al cabo de poco tiempo, comenzaron a notarse contradicciones con el presidente de la República[2], que es un hombre de derecha. Luego se dio un incidente de corrupción por las concesiones para la exploración de litio. En escuchas telefónicas que comenzaron a realizarse por orden de la Procuraduría General de la República aparecían varios funcionarios del gobierno diciendo que tenían el apoyo de “Antonio”. Suponiendo que se trataba del primer ministro, la Fiscalía emitió un comunicado declarando que el mismo estaba bajo sospecha en este proceso. A los pocos días de su renuncia se dio a saber que el Antonio del que se hablaba en las escuchas no era él, sino el ministro de Economía Antonio Costa Silva, quien también ya había renunciado.

Las nuevas elecciones van a ser en marzo, pero no se sabe qué va a pasar: si gana el PSD, partido socialdemócrata de tendencia liberal, o el PS, los socialdemócratas clásicos. Ninguno de los dos podrá ganar con mayoría absoluta y es muy difícil que el Partido Socialista pueda hacer nuevamente una alianza con el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda[3]. Para dar un ejemplo, a pesar de que realmente todo el mundo odiaba al gobierno de derecha en la elección de 2015, el PS quedo detrás del PSD. Y aunque habían hecho toda la campaña electoral diciendo que había que continuar la política del gobierno de derecha, luego dieron un giro oportunista para terminar pactando con el PC y el Bloque de Izquierda, hecho que la derecha despectivamente llamó “la jerigonza. El pacto funcionó, porque permitió que la gente recuperara un poco de poder de compra y respire después de años de gobierno de la derecha y la troika[4]. En síntesis, el PS ganó una popularidad con la política que no quería hacer.

A.B.: Contanos del Bloque y el resto de la izquierda institucional

El Bloque llegó a tener una fuerza parlamentaria bastante superior a la del PC. En este momento tiene cinco diputados y el PC tiene seis, lo cual significa una caída abrupta. Esto puede tener que ver con la colaboración demasiado estrecha con el PS. No podía ser partido de oposición, pero tampoco un partido de gobierno. No obstante, no se volvió mucho más combativo en oposición a la mayoría absoluta del PS. Nosotros como Comisión de Trabajadores de RTP, cada vez que necesitamos hacer una denuncia en el Parlamento tenemos que relacionarnos con el PC y mayormente con el Bloque. Y ahí sí, cuando aparece alguna lucha más radical, el Bloque juega un rol bastante positivo. Por ejemplo, a partir de enero de 2023 se inició un proceso de huelga en la enseñanza que todavía dura. Fue un fenómeno político extraordinario por mantener la movilización durante todos estos meses, pero también porque logró manifestaciones de hasta 100.000 personas. Por cierto, una oportunidad de lucha para ganar presencia en el movimiento obrero y sindical, algo que el Bloque nunca tuvo en forma sólida. Pero tal vez se haya sentido expuesto por el pequeño sindicato que convocó la huelga, cuya dirección trotskista es más combativa.

No creo que el Bloque recupere mucho de lo que ha perdido frente al PS. En las elecciones de marzo sólo podrá recuperar muy poco. En relación al PC hay que saber que fue el gran partido de la izquierda durante muchos años, ya que se lo apuntaba como uno de los pocos partidos comunistas que habían sobrevivido, que no habían entrado en el proceso de autodisolución del eurocomunismo y que mantuvo un aparato. Todavía mantiene una representación sindical y parlamentaria bastante estable. Aunque también es cada vez más una cáscara vacía. Por ejemplo, la gente más joven con empleos precarios se afilia muy poco a los sindicatos. Los sindicatos tienen tasas de afiliación cada vez más bajas, sumando al hecho que el partido tuvo un revés en el Parlamento. El Bloque había crecido bastante en su momento, pero luego retrocedió. Y no solo eso: el Chega (de extrema derecha) está peleando para meterse en el movimiento sindical. Ha comenzado a dar esta pelea justamente con los sindicatos que no tienen el respaldo del PC y de la central sindical. Con el de la enseñanza y con la Comisión de Trabajadores de RTP nos ha pedido reuniones que nosotros rechazamos.

El Partido Socialista portugués, a mi juicio, no ha sido nunca un partido obrero. Se conformó pocos meses antes de que comenzara la revolución del 25 de abril de 1974, en una estancia balnearia alemana y en un congreso de fundación que cabía en tres autos. Eran todos profesionales. La historia del PS se asocia a Mário Soares y a una alternancia entre supuestos socialistas y socialdemócratas en distintas combinaciones, pero el PS como tal nunca fue un partido obrero.

A.B.: Ustedes han estado en conflicto

La huelga por aumentos salariales se suspendió hace poco tiempo. Había una apertura de negociaciones. Sin embargo, el gobierno sacó una resolución que exime a las empresas públicas de aumentar los salarios por la inflación. En Portugal no hay una inflación como en Argentina, pero llega a un 7, 8, 9% anual. En líneas generales ha habido un aumento salarial del 5%. Pero el gobierno dijo que las empresas públicas pueden aumentar sólo el 1%. La administración de RTP había decidido no llevarlo a cabo. Aparte, hay una situación de informalidad laboral que no se resuelve. El gobierno del Partido Socialista prometió incluir a los trabajadores precarios y lo hizo con algunos, pero no con la gran mayoría. Nosotros hemos rechazado todo esto.

También estamos tratando de coordinar con los compañeros del sindicato de enseñanza. La lucha de la enseñanza, por otro lado, es un ejemplo precursor. Convocaron en enero de 2023 a una huelga por tiempo indeterminado de una forma novedosa. Se organizaron para que todos los días haya algunas escuelas que hagan cierres y se roten para mantener la medida de manera indefinida. Este nuevo método de lucha se ha demostrado muy exitoso y superador de las huelgas aisladas de 24 horas de los sindicatos docentes tradicionales. Con los compañeros de este sindicato de la enseñanza tenemos un acuerdo para trabajar en un movimiento de defensa de los servicios públicos, la sanidad, la limpieza urbana y otros sectores más pequeños.

A.B.: El genocidio del pueblo palestino ha generado una gran movilización a nivel mundial. En Europa, ¿cuánto impacto ha tenido en Portugal?

Nosotros estamos haciendo la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) desde hace varios años y participamos del Comité de Solidaridad con Palestina que también ha llevado adelante varias manifestaciones. No tienen nada que ver con otras multitudinarias que hubo en Londres o algunas muy importantes que hubo en Francia y en Alemania, pero algo se lleva a cabo. Tal vez tenga que ver con que la solidaridad sea más débil en Portugal que en estos países y también con que las comunidades inmigrantes son menos numerosas. Por sus sueldos bajos, Portugal es un lugar de paso. Pero, por ejemplo, hemos ido con banderas de Palestina a conciertos. Y de golpe comienzan a acercarse para fotografiarse con las banderas. Y ninguno es un palestino. Son inmigrantes bengalíes, nepalíes, magrebíes y de muchos otros países. La bandera palestina, en definitiva, se ha convertido en un símbolo del internacionalismo.

A.B.: ¿Cómo ves la propuesta de reagrupamiento internacional de los revolucionarios?

A mí me parece muy positivo que se haga el esfuerzo de mantener una vinculación internacional entre los distintos grupos nacionales que tienen una forma común de encarar la realidad y una metodología común, o al menos puntos comunes para encarar la realidad y darle respuesta. Espero que avance, porque lo requiere la lucha de clases.


[1] Radio y televisión públicas.

[2] Marcelo Rebelo de Sousa es el presidente portugués desde marzo de 2016.

[3] Coalición reformista amplia de izquierda.

[4] Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI.