Por la organización y la lucha independiente, social y política, del pueblo trabajador
Por Marea Socialista
El 28 de julio no habrá unas elecciones presidenciales democráticas en Venezuela. Lo que está montado será sólo una simulación electoral en donde lo más probable es que sea reelecto Nicolás Maduro. El gobierno y las instituciones controladas por el régimen autoritario de la burocracia, el PSUV y los militares, han forjado un fraudulento diseño de elecciones absolutamente controladas a su favor y conveniencia.
Las candidaturas distintas a las de Maduro que se han podido inscribir y sus aparatos políticos, lo han hecho bajo condicionamientos, negociaciones y acuerdos con el gobierno, que las usará como monigotes del simulacro. Muchos de los partidos autorizados son simples franquicias electorales manejadas en trastienda por el gobierno.
Únicamente van con candidatos a las elecciones aquellos partidos o agrupaciones con quienes quiere hacer su «show» el gobierno, como una «oposición» pactada y quienes no aceptan sus condiciones extralegales o son vistos como un peligro para la reelección, son sacados de la parodia con cualquier artificio. Es éste el caso de María Corina, inhabilitada pero nunca juzgada, y el de su también fallida sustituta.
Creemos que MCM ha cometido delitos, pero también los han cometido otros candidatos (empezando por el presidente), y frente a ello opinamos que la decisión le corresponde tomarla libremente al pueblo elector, en vez de reducir el asunto a una guerra entre tramposos, al abuso del poder o a la fuerza del dinero.
Maduro no solamente impide la participación de su principal competidora electoral en la oposición de derecha, sino que tampoco quiere competidores de la oposición de izquierda, que le denuncian por comportarse como una derecha más.
Por eso tampoco se ha permitido la inscripción de la candidatura de Manuel Isidro Molina, presentada por el Movimiento Popular Alternativo (MPA) y el Partido Comunista de Venezuela (despojado de su legalidad, tarjeta y nombre por el CNE y el TSJ del gobierno) quienes pretendían hacerlo utilizando la tarjeta electoral de la organización política Nueva Visión para mi País (NUVIPA).
Lo ocurrido con el PCV y con el PPT-APR, víctimas de maniobras para despojar a sus direcciones genuinas de la legalidad y representación electoral es producto de un método recurrentemente aplicado por el gobierno para impedirle a la izquierda opositora y no madurista participar en elecciones; de la misma manera que anteriormente impidió continuar el proceso de legalización electoral a Marea Socialista.
Pese a sus discrepancias, hay algo en común entre los factores políticos del sistema, que expresan los intereses de la burocracia gubernamental (convertida en un nuevo sector burgués) o los intereses de los sectores clásicos del gran capital en Venezuela, así como de las transnacionales, incluida la inhabilitada MCM, y es que, aunque se disputen el poder y tengan distintas políticas, todos se aprovechan y benefician del paquete antiobrero aplicado por Maduro.
A los capitalistas y grandes empresarios, el gobierno de Maduro les ha servido en bandeja la mano de obra obrera y profesional casi gratuita, con salarios «simbólicos», casi equivalentes a cero, que apenas cubren ínfimos porcentajes del costo de la canasta alimentaria.
Todos ellos han puesto a los venezolanos y venezolanas a producir en condiciones equivalentes a lo que hoy se denomina «esclavitud moderna» y, además, el gobierno ha destruido gran parte de la capacidad organizativa y de movilización de la clase trabajadora, en favor de las conveniencias tanto burocráticas como del capital. La diferencia entre ellos es como la que existe entre dos ladrones que se pelean el botín y que también se lo roban juntos.
Vistas las condiciones imperantes en estas supuestas elecciones y las candidaturas que han sido impuestas, la clase trabajadora y el pueblo venezolano no tienen ninguna opción propia o favorable en ellas.
Frente a esta coyuntura de elecciones presidenciales, seguiremos denunciando la ingeniería electoral antidemocrática y tramposa que aplica el gobierno, por lo que continuaremos exigiendo el aplazamiento y reelaboración del cronograma de las elecciones que coloque las elecciones para finales de noviembre o principios de diciembre del presente año, y que se reabra con plenas garantías democráticas el registro de organizaciones y la inscripción de candidaturas, sin trabas ni artificios que violentan la ley.
Exigimos que se ponga fin a las intervenciones e injerencias del gobierno y sus instrumentos institucionales sobre los partidos, que se le devuelva su estatus legal al PCV originario y al PPT encabezado por Rafael Uzcátegui, que se permitan las legalizaciones de partidos y grupos de lectores sin impedimentos ni arbitrariedades.
Siendo obvio que la clase trabajadora y los sectores populares realmente no tenemos nada que buscar en estas elecciones amañadas y que no existen candidaturas que nos representen, nuestro esfuerzo debe estar centrado en organizarnos para la lucha en defensa de nuestros derechos y reivindicaciones.
Necesitamos potenciar nuestra capacidad de movilización combativa con la reconstrucción o recuperación democrática y desde las bases de instancias como los sindicatos, los frentes de lucha unitaria y solidaria, los movimientos sociales… para dotarnos de los instrumentos y las fuerzas en favor del cambio requerido. Si no, estaremos a expensas de falsos intérpretes del pueblo, de los estafadores de turno.
Por eso mismo no llamamos a votar por ninguno. Pero sí nos parece que debemos, en nuestros espacios laborales, sociales y políticos, discutir y debatir sobre lo que está sucediendo con estas elecciones y sobre la situación del país, sobre qué pueden hacer los trabajadores y el pueblo, y pronunciarnos o manifestar nuestras opiniones, así como reclamar colectivamente nuestros derechos.
Aparte de haber promovido la unidad electoral de las fuerzas de izquierda y de los trabajadores opuestas al gobierno de la burocracia madurista y a los capitalistas de la oposición de derecha, Marea Socialista viene propulsando desde hace tiempo la concurrencia en espacios de encuentro socio-político para la lucha. Hemos estado construyendo y participando, con varios factores, de manera unitaria, en lo que se ha venido presentando como el Encuentro en Defensa del los Derechos del Pueblo (con el PCV, PPT-APR, MPA, PSL, la CUTV y otros agrupamientos).
En el marco de este espacio se han realizado eventos de discusión y elaboración de respuestas políticas, así como acciones de calle por el salario, por la libertad de los trabajadores presos por luchar, en defensa de las libertades democráticas, en contra de la corrupción o en solidaridad con el pueblo palestino masacrado por Israel en Gaza… Además, hemos buscado avanzar en acuerdos programáticos comunes sobre las luchas que debemos dar y las soluciones que debemos proponer para cambiar la situación del país.
Marea Socialista insiste en que el camino es construir una fuerza política y de lucha independiente de la burocracia gubernamental y de los patronos, de sus partidos y de los intereses del capitalismo global. No será votando por nuestros verdugos que hallaremos la «salida» o nuestra liberación, sino forjando democráticamente y con nuestra lucha cotidiana la opción verdadera de los trabajadores y del pueblo en su conjunto.
Publicado originalmente en Aporrea.org