En la nueva composición de la Eurocámara ganaron peso las organizaciones más retrógradas. ¿Cuáles son los factores que alimentan el auge de la derecha y la ultraderecha? La polarización política y social requiere de respuestas socialistas y revolucionarias. La izquierda anticapitalista tuvo representación con el NPA-Révolutionnaires (Francia) y el MAS (Portugal).
Por Rubén Tzanoff
Nueva composición del Parlamento Europeo
La X Legislatura del Parlamento Europeo se conformará en base a los siguientes resultados: el Partido Popular Europeo (EPP) obtuvo 186 eurodiputados con lo cual la derecha tradicional creció en escaños (+10). Los Socialistas & Demócratas (S&D), obtuvieron 135 diputados, lo que implica un retroceso (-4) pero que en líneas generales los mantiene a flote. Los liberales de Renovar Europa (Rene), sufrieron un importante descenso a 79 diputados (-23). El ECR Group obtuvo 73 (+4). El Partido Identidad y Democracia (ID), 58 (+9). Los Verdes/ALE, se desplomaron a 53 escaños (-18) fundamentalmente por las malas performances en Alemania y Francia. Y La Izquierda-GUE-NGL (The Left) se quedó con 36 diputados (-1) y mantuvo el espacio de la centroizquierda reformista.
Giro a la derecha
Aunque los “europeístas” se mantuvieron en pie, es evidente que no recibieron el espaldarazo que necesitan para superar la crisis de proyecto que atraviesa la UE. De todos modos, el dato más relevante de los resultados fue el auge de las expresiones reaccionarias. La extrema derecha ganó en Francia, Italia, Bélgica, Hungría, Austria y creció en otros países. El sacudón se hizo sentir en dos de los pilares de la UE: Alemania, donde la AfD se ubicó como segunda fuerza, y en Francia, donde la Agrupación Nacional de Marine Le Pen duplicó en votos a los liberales de Emmanuel Macron, quien ante la falta de apoyo convocó a elecciones anticipadas.
Reaccionarios con apoyo
Los resultados no causaron sorpresa ya que se situaron dentro de las proyecciones. Pero sí provocaron preocupación ya que el apoyo a las formaciones retrógradas es un indicativo del debilitamiento del “cerco sanitario” que antaño marginaba los discursos de odio contra los derechos sociales y democráticos de los trabajadores, los inmigrantes, los movimientos ecologistas, feministas y LGBTIQ+.
Alianzas por definir
El próximo paso en la Euro cámara será la votación del nuevo presidente de la Comisión Europea, para la cual se comenzaron a plantear las posibles alianzas. Una de las postulantes, en este caso a la reelección, es Úrsula von der Leyen (EPP), quien se manifestó abierta a pactar con formaciones de la extrema derecha, especialmente con Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni. Los Verdes están dispuestos a negociar y los socialdemócratas plantearon como condición para reeditar el acuerdo con el EPP y los liberales que no haya una “coalición con la extrema derecha”.
Se reactivaron las alarmas
Resulten como resulten las negociaciones por la presidencia y los otros cargos importantes, es un hecho que se acrecentó el peso de la derecha y de la ultraderecha, lo cual no tiene nada de positivo. Sí en la legislatura anterior, con menos influencia imponían puntos de su agenda, es probable que con la nueva composición intenten dar una vuelta de tuerca a los recortes de derechos sociales y democráticos. Aunque el espectro de derecha presenta divisiones y disputas que hasta el momento le impidieron conformar un bloque homogéneo, la reactivación de las alarmas está largamente justificada.
¿Quiénes son los responsables?
Hay varios elementos que confluyen para la irrupción de la derecha y la ultra como fenómeno de alcance mundial. Algunos de ellos son: la crisis de la economía capitalista, el desprestigio de los regímenes y de los partidos burgueses, la aparición de personajes “mesiánicos” que propagandizan soluciones simples para problemas complejos y la cobertura que les brindan los medios de comunicación masiva y las redes sociales. Sin embargo, el factor determinante es el rol que cumplen los partidos reformistas cuando llegan al poder. Cuando los gobiernos, socialdemócratas o centroizquierdistas, son corruptos, no resuelven las necesidades más acuciantes del pueblo trabajador y benefician a los privilegiados; decepcionan a quienes confiaron en ellos como herramienta de cambio. Por eso es una falsedad que se presenten como “mal menor” o “dique de contención” a las derechas cuando en realidad son los mayordomos que les abren las puertas de las instituciones y normalizan su presencia. El antídoto contra la ultraderecha fue, es y será principalmente la movilización y el enfrentamiento en las calles.
Creciente polarización política y social
El auge de las derechas en el Viejo Continente forma parte de un fenómeno que se evidencia en el Estado de Israel, Estados Unidos, India, Rusia, Brasil, Argentina y otros países, en los cuales la reacción adquirió representaciones políticas. Este es sólo uno de los polos existentes, hay otro polo que se le contrapone, conformado por los trabajadores y los pueblos que luchan en todo el mundo, es más fuerte en las calles pero carece de representación política y de dirección revolucionaria. Sólo para tomar algunos ejemplos, en Francia y Reino Unido hubo grandes movilizaciones y huelgas en defensa de los derechos de la clase trabajadora. En Alemania la población marchó masivamente contra la derecha. Y en toda Europa hay continuas manifestaciones contra el genocidio en Palestina, a pesar de la represión y la persecución de los gobiernos. La situación mundial tiene como característica más destacada una creciente polarización política y social que requiere respuestas socialistas y revolucionarias.
Expresiones de la izquierda anticapitalista
En las elecciones de algunos países hubo expresiones de la izquierda radical que, aunque modestas, son dignas de destacar. Es el caso de la primera presentación en Francia del NPA-Révolutionnaires, con la consigna “¡Por un mundo sin fronteras ni patrones, urgente revolución!”. Además, anunciaron la voluntad de participar en las elecciones anticipadas convocadas por Macron e hicieron un llamado postelectoral: ¡Urge una respuesta social de los trabajadores y los jóvenes!
También resaltamos la presentación del Movimiento Alternativa Socialista (MAS) de Portugal, que tuvo entre sus principales postulados: “Fin de los privilegios de los diputados europeos” y “Salario mínimo europeo de 1.300 euros para todos”. En las primeras conclusiones publicadas el MAS resaltó el mérito de haberse presentado, de haber realizado una campaña correcta y de no haber caído en la debacle casi generalizada de la izquierda portuguesa. Es necesario mencionar que también enfrentó la campaña de un grupo que responde a la UIT que, en vez de centrarse en la derecha, se dedicó a atacar a la única lista socialista consecuente en el apoyo a la lucha de los trabajadores y al pueblo palestino.
Desde la Liga Internacional Socialista (LIS) saludamos la presentación de las listas del NPA-R y del MAS, a l@s camaradas que las integraron y la disputa que llevaron a cabo.
La disyuntiva es socialismo o barbarie
Alejados de los proyectos “europeísta” y “euroescéptico” que se ciernen a los marcos del capitalismo decadente y sus regímenes cada vez más autoritarios, es necesario construir un proyecto socialista, de izquierda radical y consecuente. Que apoye las luchas de los trabajadores y los pueblos. Que impulse las movilizaciones, las huelgas y la autoorganización democrática. Que enfrente los planes de la “Europa Fortaleza”, imperialista y desigual, para reemplazarla por una Europa de los trabajadores y los pueblos y la libre Federación de Estados Socialistas Europeos. En el camino de estas tareas estratégicas se definirá si el futuro de la humanidad conduce a la barbarie o hacia el surgimiento de las nuevas direcciones y organizaciones revolucionarias que se necesitan para avanzar al socialismo.