¡Por fin se fueron los conservadores! El Partido Laborista deberá responder a las exigencias de cambios profundos. Mejores condiciones laborales, salarios, salud y vivienda son necesidades postergadas que no pueden esperar. Hace falta una nueva alternativa política de izquierda radical para terminar con el bipartidismo y enfrentar a la ultraderecha.
Por Julio Santana – LIS Reino Unido
El Partido Laborista obtuvo y claro triunfo sobre el Partido Conservador que tuvo la peor derrota de su historia ¡Se acabaron catorce años consecutivos de gobiernos antipopulares! En tercer lugar se ubicaron los Liberal-Demócratas y la caída de los conservadores también la aprovechó Reforma UK, una formación de ultraderecha liderada por Nigel Farage, que en su octava presentación ingresará por primera vez al Parlamento.
Triunfo y exigencias
Los laboristas ganaron tradicionales feudos de los conservadores y en Escocia obtuvieron 37 escaños, frente a los nueve de los nacionalistas del SNP que retrocedieron. El Partido Laborista liderado por Keir Starmer cosechó un apoyo menor que en los últimos cuatro triunfos obtenidos. Además, perdió en una serie de antiguos bastiones frente a candidatos independientes, entre ellos algunos que se postularon en plataformas pro-Gaza y el propio Jeremy Corbyn, que ingresaron al Parlamento. Allí intentarán cooptarlos para que “comprendan” la “difícil situación” que provocó el gobierno anterior y que apoyen las medidas del actual como la opción “menos mala”. Ahora el Partido Laborista deberá responder a las exigencias del pueblo trabajador para mejorar cualitativamente las deterioradas condiciones de vida.
El día después de ganar
Los sucesivos gobiernos implementaron exenciones fiscales que fueron una carta de defraudadores. Un informe de la Oficina Nacional de Auditoría informó sobre 341 exenciones fiscales con la ostensible tarea de promover el crecimiento económico por un valor de ¡£204 mil millones! Antes de las elecciones el Partido Laborista redujo su paquete de inversión verde de £28 mil millones y buscó ganarse el favor de los líderes empresariales, “prometiendo no aumentar el impuesto de sociedades ni revertir la decisión del gobierno Conservador de eliminar un límite a las bonificaciones de los banqueros”. (Phillip Inman editor de economía del Observer, redactor del The Guardian). A esto hay que sumarle que las empresas eléctricas tienen un pasivo total y conjunto de dieciocho mil millones de libras que esperan que sea absorbido por el Estado, con el dinero de todos.
¿Servicio Nacional de Salud (NHS) y negocios privados?
En Inglaterra la salud pública está muy comprometida, por ejemplo, la lista de espera para recibir tratamiento hospitalario se ha disparado de 2,6 millones ( 2010) a 7,6 millones en (2024). Ante esto, el nuevo ministro para la atención pública de la salud ha propuesto: “Wes Streeting ha defendido los planes laboristas de utilizar el sector privado para ayudar a reducir el retraso en la atención del NHS, argumentando que no hacerlo resultaría en una “traición” de la clase trabajadora que no puede permitirse pagar la atención”. Además, planteó que su enfoque es “pragmático pero basado en principios”, apuntando a los “izquierdistas de clase media” que “corren el riesgo de anteponer la pureza ideológica a la atención al paciente”. Los conservadores asfixiaron al sistema público de salud y, sí se implementan medidas como las citadas, será lo mismo que “poner al zorro a cuidar de las gallinas”. ¿O es que las empresas privadas de salud trabajaran gratis? ¿O derivarán los pacientes con la salud menos comprometida a los servicios privados y los de alta complejidad a hacia la atención dependiente del Estado?
El drama de la vivienda
En Londres se pagan 700 u 800 libras por la habitación de una casa compartida y alrededor de 1.300 libras por un apartamento de un dormitorio, a lo que se suman los servicios, el impuesto anual, el transporte y la alimentación. Mientras los salarios promedio que oscilan entre 1.400 y 1.800 libras. Hay informes que advierten que hasta 2028 el número de niños en situación de pobreza relativa aumentará del 30% al 33%, debido al congelamiento de las prestaciones de vivienda, el fin de los pagos por el aumento del costo de vida y el límite máximo de las prestaciones por dos hijos. También proyecta que el número de niños en hogares superpoblados aumentará de 1,8 millones a 2 millones (2030), en la medida que la vivienda se encarezca. Es necesario que el nuevo gobierno implemente un plan de construcción de viviendas sociales de fácil acceso para comenzar a revertir el grave problema social que implica no tener techo propio.
Trabajo, salario y condiciones laborales
El Trades Union Congress (TUC) ha “advertido al nuevo gobierno que debe resolver urgentemente la pérdida salarial de los trabajadores. Matt Wrack, también secretario general del Sindicato de Bomberos (FBU), dijo que, Sir Keir Starmer debería convocar una cumbre con los sindicatos dentro de unos días para planificar cómo un nuevo gobierno cumpliría con los trabajadores si los laboristas ganan en las elecciones del jueves. Se debe invitar a los sindicatos rápidamente a establecer sus prioridades” (The Guardian 04/07/ 2024). En este marco es imprescindible luchar por el fin de los contratos de “0” horas, la farsa del despido con recontratación, demandar mejores condiciones laborales y un aumento salarial para recuperar y superar lo perdido con la inflación. Los justos pedidos de las huelgas de 2023 deben ser satisfechos por el gobierno y las patronales.
Hay que construir una nueva alternativa
Durante años en el poder, los reaccionarios conservadores se negaron a otorgar los derechos sociales y democráticos que necesita el pueblo trabajador. Son injusticias que el gobierno de Keir Starmer, que se presenta como “el cambio” tiene la oportunidad y la obligación de revertir. Desde ya, no hay que normalizar la presencia de Reforma UK porque la ultra derecha sólo puede empeorar los desastres hechos por los conservadores. De cara al futuro, vale una reflexión: una vez más, los trabajadores asistieron a votar sin representación propia, por lo cual, construirla es una gran tarea por delante. Desde la izquierda radical tenemos el desafío de sentar las bases de una unidad política independiente del bipartidismo, para para disputarle a los partidos patronales y monárquicos con propuestas socialistas. Lo fundamental será confiar fundamentalmente en la movilización y en la organización independientes. Por tal motivo, la nota finaliza como comienza “Ninguna confianza en el nuevo gobierno”.