Perú: murió el asesino y dictador Alberto Fujimori dejando un legado de corrupción e impunidad

Por Sofía Martínez – Alternativa Socialista Perú

Alberto Fujimori ha muerto sin pedir perdón y sin tener ningún gesto hacia las víctimas de los crímenes por los que fue condenado tras ser hallado culpable como el autor mediato de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos. Nunca se arrepintió ni ante el país ni ante las familias que padecieron su régimen.

También se le condenó por su participación en los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, ambos en 1992. Siendo la primera vez que un exmandatario constitucional de América Latina era juzgado y sentenciado en su propio país por crímenes de lesa humanidad.

A poco más de nueve meses de haber dejado el penal de Barbadillo, luego de que el Tribunal Constitucional repusiera el indulto humanitario que recibió en el 2017, Alberto Fujimori falleció este miércoles en la casa de San Borja donde vivió con su hija Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular.

El pueblo peruano no olvida los delitos por los cuales Fujimori terminó preso, acusado de ordenar que un escuadrón de la muerte conocido como el Grupo Colina cometiera dos masacres en las que murieron decenas de personas.

El Tribunal Constitucional de Perú dictaminó el 5 de diciembre de 2023 que el indulto otorgado por Kuczynski era válido y ordenaba la liberación de Fujimori. La decisión causó una gran polémica porque ignoró las decisiones en contra de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero Fujimori abandonó el penal y regresó a su casa.

En julio de 2024, su hija, Keiko, anunció que Fujimori planeaba volver a ser candidato a la presidencia de Perú y él mismo expresó en una carta al diario El Comercio su deseo de «volver a trabajar por todos los peruanos». La muerte le ha impedido cumplir ese propósito.

En una increíble coincidencia, Alberto Fujimori ha fallecido a la misma edad y en la misma fecha que Abimael Guzmán, otrora líder de Sendero Luminoso: 11 de septiembre a los 86 años. Mientras Guzmán murió en prisión en 2021, Fujimori lo hizo en casa, junto a su familia.

Sin ningún tipo de arrepentimiento, sin terminar de cumplir su condena, sentenciado por 7 casos, sin haber pagado un sol de los 57 millones de soles que debe al Estado peruano por reparación civil, ha muerto uno de los criminales más nefastos de la historia del Perú.

La mafia fujimorista que ahora tiene el control del régimen actual ha anunciado “honras fúnebres y homenajes póstumos” que solo alimentan la indignación popular. Keiko Fujimori se levanta como la candidata presidencial al 2026 por cuarta vez.

Al cierre de esta nota, familiares y organizaciones de derechos humanos continúan exigiendo justicia mientras que diversos activistas se autoconvocan a movilizaciones de protesta.

NI OLVIDO NI PERDÓN: ¡REPUDIÓ POPULAR!