El sábado 11 de febrero se llevó adelante otra jornada de lucha, con cientos de miles movilizados en toda Francia contra la reforma anti-jubilatoria de Macron. Al ser en día no hábil, distinto de como se hizo hasta ahora, permitió la participación de nuevos sectores y el ambiente de las marchas fue más familiar. Un cuarto round exitoso de esta pelea sin tregua contra el gobierno y las patronales.
Por LIS Francia
La cifra de personas movilizadas ronda entre las 963.000 y los 2,5 millones, en más de 200 ciudades de Francia, muchas más que el pasado martes 7 como tuvo que reconocer la propia policía. Trabajadores con sus familias le dijeron una vez más NO al aumento de la edad jubilatoria de 62 a 64 años y también de los años de aporte. Este cuarto round ha demostrado que se mantiene un nivel muy masivo de rechazo a la reforma de Macron, que hay fuerte malestar en la clase trabajadora y sectores medios ante el deterioro del nivel de vida y que no están dispuestos a seguir pagando el ajuste capitalista.
Mientras grandes columnas de organizaciones sindicales y también políticas recorrían el centro de París y otras ciudades, y muchos independientes se sumaban a los cortejos gremiales, la Intersindical que agrupa a todas las centrales reafirmaba la próxima fecha nacional de huelga y movilización: este jueves 16.
Aun con vacaciones escolares de invierno desde el 18, ahora se va a entrar en el período de mayor tensión y definición. El gobierno se mantiene firme y apuesta a lograr los votos favorables en ambas cámaras. Del otro lado, pese al ritmo moderado de la Intersindical, ya algunas federaciones como la CGT y SUD Ferroviarios llaman a parar el 7 de marzo, empalmar con el 8 -día internacional de la mujer trabajadora- y luego seguir en huelga reconductible.
Un acto exitoso al servicio de la lucha
De cara al jueves 16 y jornadas por venir, se hace indispensable para el activismo la tarea de organizar asambleas generales en cada lugar de trabajo y estudio, exigir a las conducciones radicalizar la lucha y extender el llamado a una huelga general que paralice por completo toda Francia, única manera de torcerle el brazo al gobierno de Macron, su reforma y sus socios capitalistas.
En sintonía con esta situación, el ala revolucionaria del NPA -en la que militamos los compañeros de la LIS en Francia- realizó el miércoles 8 de febrero un exitoso acto en París, en el salón “La Bellevilloise”. Hubo una concurrencia entusiasta pero reflexiva, de más de 500 asistentes entre trabajadores y estudiantes. Tomaron la palabra los compañeros Ken (obrero del automóvil en PSA Poissy), Irina (estudiante universitaria), Armelle (docente), Gaël Quirante (trabajador del correo) y cerró Damien Scali (ferroviario de Lille). Hicieron propuestas para fortalecer la actual lucha contra la reforma y también por una salida política de la clase trabajadora, anticapitalista y revolucionaria.
Como bien dice el periódico partidario, ahora la tarea es “establecer lazos reales entre nosotros, hacer reuniones, asambleas generales de huelguistas: con los movimientos sólo dirigidos desde arriba, existe el riesgo de que si un sindicato afloja ponga en peligro la movilización de todos, sabemos que esto ya pasó antes. Es nuestro movimiento, lo normal es que lo controlemos de principio a fin”[1].
[1] https://nouveaupartianticapitaliste.fr/faire-reculer-le-gouvernement-oui-cest-possible/