El jueves 16 de febrero, una nueva huelga y movilización masiva. Es la quinta jornada contra la reforma anti-jubilatoria de Macron y las patronales. Cientos de miles en las calles, debates parlamentarios y un gobierno que no cede muestran que en Francia se avecinan días decisivos.
Por Gustavo Galeota. LIS Francia
Como era previsible a poco de empezar las vacaciones escolares, y como lo reconocieron la Intersindical, los medios y la policía, el caudal de adhesión a la huelga mermó en esta quinta fecha. No obstante, el 16 fue una nueva y masiva muestra de fuerzas de la clase trabajadora y los sectores populares en las calles contra la reforma jubilatoria. Así se cumple un mes de paros y marchas en toda Francia, que expresan el enorme rechazo popular al plan de ajuste del gobierno y los capitalistas, que pretenden que la gente trabaje más años, aporte más años y cobre menos jubilación.
Presencia masiva en las calles
Jornada | Según la policía | Según la Intersindical |
1° (enero 19) | 1.120.000 | 2.000.000 |
2° (enero 31) | 1.272.000 | 2.800.000 |
3° (febrero 7) | 757.000 | 2.000.000 |
4° (febrero 11) | 963.000 | 2.500.000 |
5° (febrero 16) | 440.000 | 1.300.000 |
Marchas enormes, debates tramposos
Desde el minuto uno, el Poder Ejecutivo apeló a una maniobra con tal de hacer pasar su proyecto: lo presentó como reforma del “financiamiento de la seguridad social”. Sobre ese formato, el artículo 47.1 de la Constitución dispone: “si la Asamblea Nacional no se pronunciase en la primera lectura en el plazo de 20 días después de la presentación de un proyecto, el Gobierno lo trasladará al Senado, quien deberá pronunciarse en el plazo de 15 días… Si el Parlamento no se pronunciase en un plazo de 50 días, se podrán poner en vigor las disposiciones del proyecto mediante ordenanza”. Tiempos muy cortos para un tema tan importante.
Otra maniobra a la que podría apelar Macron es al antidemocrático artículo constitucional 49.3, que le permitiría establecer la reforma jubilatoria por decreto, eso sí, a un alto costo político. Por eso no se puede dar ninguna confianza a un gobierno que apela a todo tipo de maniobras para hacer pasar sus planes, ni un parlamento que vive a espaldas de las necesidades del pueblo trabajador y la juventud.
Los diputados de La Francia Insumisa-NUPES presentaron unas 14.000 enmiendas a la reforma, actitud que el oficialismo macronista tilda de “obstrucción parlamentaria”. A su vez la dirección de la Intersindical criticó a LFI y propone que el artículo 7 de la reforma, que eleva de 62 a 64 años la edad de retiro, sea puesto a votación. Esto abre un gran riesgo y confirma que la burocracia sindical confía más en los diputados que en la lucha. Lamentablemente, LFI cedió y retiró más de mil enmiendas. Aun así la Asamblea Nacional (cámara baja) no llegó al plazo para debatir y votar, que venció el viernes 17, de modo que el proyecto ahora pasó al Senado.
La única garantía de victoria: la huelga general
Como se canta en las marchas, la solución no es presionar a los diputados para que “voten bien”, sino seguir convocando a asambleas generales y coordinaciones para exigir a la Intersindical que la huelga general convocada para el 7 de marzo tenga continuidad hasta derrotar la reforma de Macron y los capitalistas.
- Ya varios sectores sindicales como la CGT Ferroviarios, SUD Rail y la Intersindical RATP (transporte público) anuncian la huelga indeterminada desde el 7, empalmar con la huelga feminista del 8M y paralizar todo el país. También los trabajadores de la basura (CGT Servicios Públicos) y sectores docentes de la Educación Nacional. Los obreros refineros, petroquímicos, del caucho, el plástico y el sector farmacéutico (CGT FNIC) inician la huelga el 6 de marzo.
- El colectivo Huelga Feminista, que nuclea a varias agrupaciones, expresa en su convocatoria unitaria: “El 8 de marzo todas paramos y nos manifestamos. Hacemos la huelga feminista. Mostramos la solidaridad y la fuerza de las mujeres. El 8 de marzo todas juntas salimos a la calle contra la reforma jubilatoria, por aumento de salarios, contra la violencia sexista y sexual, y en solidaridad internacional con las mujeres de todo el mundo”.
- Y las agrupaciones estudiantiles convocan a movilizar el 23 de febrero y el 9 de marzo.
En síntesis, se acercan momentos de definición de esta pelea, que es posible ganar en las calles y con la huelga general.