Por Tilbe Akan – TIP y LIS Turquía
El 14 de mayo se realizaron las elecciones generales, presidenciales y parlamentarias en Turquía. Fueron seguidas de cerca desde todo el mundo ya que, por primera vez en una década, se abrió la posibilidad de que el régimen dictatorial de Erdogan cayera.
Finalmente el candidato de la oposición Kılıçdaroğlu se quedó corto con 45% de los votos y perdió las elecciones. Pero Erdogan, con el 49%, tampoco logró ganar. Es la primera vez que no gana en primera vuelta y tiene que ir a una segunda vuelta. Y esto es bueno.
Sin embargo, es poco probable que la oposición pueda ganar el ballotage. Hay una diferencia de unos 2 millones de votos entre Erdogan y Kılıçdaroğlu, y el candidato que quedó en tercer lugar es una figura de extrema derecha. Es abiertamente racista y anti-refugiados, y su partido es una escisión del MHP, miembro de la alianza de Erdogan. Obtuvo más del 5% de los votos, lo cual fue una sorpresa, y es probable que la mayoría de esos votos vayan a Erdogan en la segunda vuelta.
Pero el otro problema es el nuevo equilibrio parlamentario. La extrema derecha será muy fuerte en el nuevo parlamento. Erdogan y sus aliados contarán con una cómoda mayoría de 323 escaños de los 600 del parlamento. La Alianza de la Nación encabezada por Kılıçdaroğlu y su partido, el nacionalista CHP, ocuparán 212 escaños y nuestra Alianza Trabajo y Libertad tendrá 65.
Entonces, vamos a un escenario de un probable nuevo mandato de Erdogan con un parlamento más inclinado a la derecha. Esto significa que vamos a ver una agudización de la opresión contra los kurdos, contra las mujeres y contra los trabajadores en general. Erdogan va a estar más fuerte para imponer medidas de mayor ajuste e intentar mejorar la crisis económica por la vía de aumentar la explotación. También vamos a ver un fortalecimiento de la represión, contra el movimiento nacionalista kurdo en primer lugar, pero también contra la izquierda.
Sin embargo, creo que también vamos a ver una agudización de la polarización social y la lucha de clases. Segmentos importantes de la población ya están hartos de los efectos de la crisis, que han destruido el poder adquisitivo de millones de trabajadores y comerciantes y el mal humor social empeoró con el alevoso desdén del gobierno ante el terremoto que mató a por lo menos 50.000 personas en el sur del país. Por eso es importante el resultado que logró nuestro Partido de los Trabajadores de Turquía (TIP).
Nuestra alianza, conformada por el ex HDP del movimiento nacionalista kurdo, ahora llamado Partido de la Izquierda Verde (YSP), y nuestro partido, además de algunas otras agrupaciones socialistas más chicas, sacó cerca del 11% de los votos y mantuvo casi la misma representación parlamentaria que teníamos.
Pero hubo un cambio en la relación de fuerzas dentro de la alianza. El YSP perdió algunos votos. En parte, porque el umbral electoral antes era del 10%, ahora es del 7%. y algunos sectores que antes daban un voto solidario al HDP, ahora tomaron otro camino. Otra razón es que hubo muchas operaciones políticas contra el YSP, muchos de sus periodistas y diputados fueron arrestados, especialmente en Kurdistán. Y esto obviamente dañó su campaña. Además, la campaña del YSP simplemente fue más débil que las anteriores. De conjunto, la Alianza tiene un diputado menos que antes de las elecciones, por lo que no hay una gran modificación. Pero el YSP ha retrocedido un poco y el TIP ha logrado un avance muy importante.
Nuestro resultado es definitivamente un éxito, con casi un millón de votos, metimos cuatro diputados. Por fuera del nacionalismo kurdo, ninguna campaña socialista ha visto tal votación o éxito en los últimos 60 años.
Los cuatro diputados fueron elegidos por primera vez en la boleta del TIP. Nosotros teníamos dos diputados que fueron electos en las elecciones anteriores, pero como candidatos del HDP, y otros dos que se unieron al TIP después de haber asumido el cargo. Entonces, haber metido cuatro diputados directamente de la boleta del TIP, a pesar de la fuerte propaganda del CHP contra nosotros, diciendo que no podríamos pasar el umbral del 7% y que votarnos beneficiaría al AKP, es un salto gigante. Además, otros tres candidatos del TIP casi ingresaron al parlamento en sus distritos, uno de ellos quedó a solo 200 votos. Así que es todo un éxito.
Esta consolidación del TIP como fuerza socialista nacional es un hecho importante para el ajuste, la represión, la polarización y las luchas que se avecinan en el próximo período.