Compartimos el editorial de ¡UNIOS!, la sección colombiana de la LIS.
El Estado sionista-imperialista israelí adelanta una campaña militar genocida contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza. Ha ordenado el desplazamiento forzado de más de un millón de habitantes hacia el sur de la franja a pesar de que la Organización de Naciones Unidas ha afirmado que dicho desplazamiento es imposible. Por su parte la dictadura militar egipcia se niega a recibir a los desplazados, y su frontera está bloqueada para la ayuda humanitaria como alimentos, medicinas o combustible. Es la razón por la que en las manifestaciones de protesta en todo el mundo se denuncia: “¡No es una guerra, es un genocidio!”.
Este genocidio está siendo patrocinado por todas las grandes potencias imperialistas, encabezadas por EE.UU. y la Unión Europea. Una reciente cumbre internacional que pretendía la mediación diplomática culminó con un fracaso rotundo e inocuos discursos pacifistas, cuando es evidente la imposición del Estado de Israel a partir del genocidio palestino; los bombardeos a la franja de Gaza hasta hoy dejan más de 7.000 muertes.
En medio de esta barbarie, cuya causa principal es la agresión colonial de Israel desde hace siete décadas, se quiere equiparar la actuación militar de la resistencia palestina con el genocidio ejecutado por el ejército sionista. Hasta el propio secretario general de ONU señala que “Es importante reconocer también que los ataques de Hamás no ocurrieron de la nada. El pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante” y que los palestinos “han visto sus tierras constantemente devoradas por los asentamientos y plagadas de violencia. Su economía fue asfixiada. Su gente fue desplazada y sus hogares demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”. Por eso fue motivo de escándalo diplomático las declaraciones del presidente de Colombia en que comparaba la agresión rusa a Ucrania con la ocupación israelí en Palestina. Esas declaraciones fueron un reconocimiento a la justa lucha del pueblo palestino por su liberación. Incluso, ante las amenazas del gobierno israelí de suspender suministros militares y de inteligencia al gobierno colombiano, Petro declaró estar dispuesto a la ruptura de relaciones. Pero esa postura democrática fue rápidamente modificada y ahora Petro pretende aparecer como “mediador de paz” -mientras el genocidio continúa- abrazándose con el Embajador de Palestina y con el criminal Embajador israelí.
Las organizaciones gremiales de los trabajadores de Colombia, las organizaciones sociales de los sectores populares, y los partidos de izquierda comprometidos incondicionalmente con la causa palestina, no somos neutrales frente al genocidio. Por eso debemos exigir al gobierno de Gustavo Petro y a todos los partidos integrantes del Pacto Histórico que se pronuncien a favor de la ruptura inmediata de toda clase de relaciones con el Estado sionista-imperialista de Israel. Comenzando por ahí, Petro debería encabezar una campaña internacional de aislamiento total a Israel, hasta llegar a su expulsión de la ONU. Al igual que en el pasado luchamos contra el apartheid en Sudáfrica hasta derrotar a la segregacionista burguesía blanca, hoy debemos aislar internacionalmente al sionismo hasta derrotarlo. Junto a esa exigencia debemos redoblar los esfuerzos por la movilización de protesta y la solidaridad con el pueblo palestino.
¡América Latina está con Palestina!
¡Detener el genocidio contra el pueblo palestino!
¡Dónde están que no se ven, las sanciones a Israel!
Por una Palestina única, laica, democrática y socialista.
Unidad Obrera y Socialista ¡UNÍOS!
Bogotá-Medellín
Octubre 26 de 2023
Tomado de El trabajador socialista