Las sesiones se realizaron durante los días 17 y 18 de febrero en Milán. El evento reunió fuerzas variopintas, expresándose importantes diferencias y limitaciones que impiden de conjunto ir más allá de un foro de debate, aunque también es un lugar de encuentro entre aquellas organizaciones que sin tener relaciones políticas previas defendieron posiciones muy parecidas y esto último abre la puerta a nuevos reagrupamientos, lo que es muy positivo. La Liga Internacional Socialista (LIS) viene participando de este espacio, cuya próxima cita se estipuló para los primeros meses de 2025 en fecha y lugar a confirmar.
Por Hugo Tortorissi
La iniciativa y organización de estos encuentros ha estado a cargo de un comité conformado por distintas organizaciones italianas: Lotta Comunista, que fue el anfitrion en su local del Club de Trabajadores Bicocca, el Partito Comunista dei Lavoratori, la Associazione Marxista Rivoluzionaria Controvento, ControCorrente, Rivoluzione Comunista y Sinistra Anticapitalista. La consigna convocante de este año fue “Los puntos neurálgicos de la lucha entre las potencias: desde Ucrania hasta Taiwán, desde África hasta el Gran Oriente Medio. Para una respuesta de clase”. En los días previos se publicaron las aportaciones escritas en un boletín interno. Participaron 25 organizaciones de 12 países[1], mayoritariamente europeas, provenientes de “las familias del internacionalismo proletario, leninismo, trotskismo, izquierda comunista, anarquismo y comunismo libertario”.
Los principales debates se centraron en la definición de China y Rusia, la política que debemos tener los revolucionarios hacia el enfrentamiento de Rusia con Ucrania, hacia Palestina y, más en general, frente a las luchas de liberación nacional.
Viejos y nuevos imperialismos
Es conocida nuestra opinión sobre la disputa inter imperialista por la hegemonía que existe entre el decadente imperio estadounidense, que pese a su debilitamiento sigue siendo el principal gendarme mundial y los nuevos imperialismos, con China al frente de un bloque que incluye a Rusia y otros países capitalistas. Negar el rol imperialista de China y Rusia conduce indefectiblemente a claudicarles y llevar agua al molino del campismo, que las defiende como progresivas en su enfrentamiento con EE. UU.. En este error teórico y político caen por ejemplo el Partido Obrero (PO) y la Fracción Trotskista (FT), dirigida por el PTS de Argentina. Estas fueron las dos únicas organizaciones que en Milán defendieron que China y Rusia no pueden definirse como imperialistas.
La FT, a través de su pequeño grupo italiano (FIR), explicó de manera academicista que China no es imperialista y la transición a serlo todavía no está concluida, lo que implicaría que de darse una confrontación militar abierta con EE. UU. seguramente apoyarían a China, algo que han esbozado en otros debates. El PO desarrollo un galimatías que lo llevó a explicar que todavía no estaba terminado el proceso de restauración en estos países, lo que implicaría que todavía ni siquiera son capitalistas, aunque a continuación asevera que si lo son y que están en camino a ser imperialistas, aunque aclaran que todavía ese salto no se ha producido (sic). ¡Una verdadera ensalada rusa!
¿Apoyo a la resistencia ucraniana o derrotismo para favorecer a Rusia?
Las mayores diferencias se explicitaron en relación con la guerra entre Ucrania y Rusia. Varios de los participantes en la reunión caracterizan la guerra como Inter imperialista. ¡Incluso los que defienden que Rusia no es imperialista! Para estos sectores el derecho a la autodeterminación de Ucrania no existe o es completamente secundario. Esto los lleva a no apoyar la justa lucha del pueblo ucraniano y a proponerles que en vez de defenderse bajen las armas.
Desde la LIS, desde el comienzo de la invasión rusa, venimos sosteniendo que en la guerra se combinan dos procesos: los roces inter imperialistas por un lado y la justa lucha del pueblo ucraniano en defensa de su independencia por el otro y que cualquier política que no tenga en cuenta ambos elementos termina siendo equivocada. Nosotros rechazamos la injerencia imperial tanto de Rusia como de la OTAN en Ucrania y Europa del Este. Hemos levantado una política independiente del gobierno liberal y anti obrero de Zelensky. Pero sostenemos el derecho a defenderse del pueblo ucraniano contra la invasión imperialista rusa con todos los recursos que tenga a su alcance. Esta posición principista nos permitió conocer y empalmar en la reunión con los compañeros italianos del Partito Comunista dei Lavoratori (PCL) y los alemanes e ingleses de la Liga por la Quinta Internacional ya que defienden la misma caracterización y política que nosotros. Y seguir profundizando la relación con la dirección del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Francia, con los que tenemos coincidencias y una relación de varios años.
¿Palestina del río al mar, dos Estados o uno binacional?
El otro debate importante de la reunión giró en torno a Palestina y el sionismo. Si bien la mayoría, no todos, pusieron énfasis en continuar impulsando las movilizaciones de apoyo al pueblo palestino y en el repudio al genocidio que está llevando adelante el sionismo en Gaza, las coincidencias solo llegaron hasta ahí. Las intervenciones evidenciaron diferencias y confusiones en diversos temas, principalmente sobre cuál debe ser la salida estratégica para Palestina. El PO planteó una visión acrítica de la política y los métodos de Hamas, los anarquistas que no se debería construir ningún Estado, otros defendieron la política de dos Estados, pero socialistas, varios un Estado binacional a partir de la confraternización de ambas clases obreras[2]. Nosotros nos detuvimos a explicar por qué no era viable ninguna salida que no arrancara por proponer destruir el Estado sionista y sobre sus cenizas construir una Palestina única, laica, democrática, no racista y socialista. Propuesta que solo podría viabilizarse en el marco de la extensión de la revolución socialista a todo Medio Oriente.
La cuestión nacional
Al discutir la invasión de Rusia a Ucrania y Palestina fueron surgiendo con fuerza diferencias de fondo con relación a cómo abordar los conflictos nacionales no resueltos y las luchas en defensa del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Una posición que polarizó el debate y que no compartimos en absoluto fue la de Lotta Comunista, que planteó que “los problemas nacionales no existen más” y que es un error apoyar a Palestina o a Israel, ya que no podemos cederle a los nacionalismos y debemos plantear una perspectiva socialista e internacionalista. Con relación a este tema el SEP de Turquía planteó que los problemas nacionales se podían defender cuando estaba la URSS como contrapeso, pero que ahora no podíamos quedar pegados a los nacionalistas que están al frente de los reclamos nacionales en distintas partes del mundo. Y hubo propuestas de olvidarse de las dicotomías agresores-agredidos y opresores-oprimidos para aplicar el derrotismo en todo tiempo y lugar.
Nuestra intervención refutó estos planteos reaccionarios, explicando que los reclamos por la autodeterminación y la soberanía de los pueblos agredidos u oprimidos no son opuestos a la lucha por el socialismo y tienen que formar parte de nuestro programa transicional. Y que dándole la espalda a las luchas por reivindicaciones nacionales no resueltas y sentidas por las masas, es imposible disputarle la dirección al nacionalismo burgués y construir fuertes partidos revolucionarios.
Balance positivo
La delegación de la Liga Internacional Socialista estuvo conformada por Vicente Gaynor, Rubén Tzanoff y Alejandro Bodart, Coordinador de la LIS, quien presentó nuestros puntos de vista sobre los distintos temas en debate. En el cierre del Encuentro y a modo de balance Bodart planteó que “las diferencias son grandes, pero es positivo intercambiar opiniones, y facilita el acercamiento entre quienes tenemos posiciones similares o buscamos el reagrupamiento de los revolucionarios”, algo que en nuestro caso se dio con compañeros del Partito Comunista dei Lavoratori, la Ligue for the Fifth International y el NPA. Y saludó el anuncio de la realización del III Encuentro el próximo año, sugiriendo que “sería útil que la próxima reunión aborde debates relacionados a ¿cómo enfrentar a la ultraderecha? ¿Cómo postular a la Izquierda revolucionaria como alternativa? Y discuta procesos concretos de organización e intervención, por ejemplo, el FITU en Argentina, el Psol en Brasil o el NPA en Francia”.
[1] Argentina, Alemania, Austria, España, Francia, Gran Bretaña, Grecia, India, Italia, Rusia (en el exilio), Serbia y Turquía.
[2] https://lis-isl.org/2024/02/26/el-dilema-de-la-clase-trabajadora-israeli/