La Global Sumud Flotilla (GSF) avanza hacia la etapa decisiva.  En medio de la ofensiva sionista sobre Gaza, una hambruna devastadora y soportando intimidaciones; reafirma su voluntad de romper el bloqueo a la ayuda humanitaria.

Por Rubén Tzanoff

El reinicio de la navegación desde Sicilia se produjo en mar calmo. El 21 de septiembre ocurrió un hecho significativo: a gran altura, varios drones comenzar a seguir a la flotilla.  

El 22 de septiembre el oleaje se volvió más fuerte, aunque el clima no impidió avanzar y los barcos ingresaron en la zona marítima de Grecia.

El 23 de septiembre transcurrió como una jornada rutinaria: para entonces, las embarcaciones iban camino de superar el sur de la isla de Creta.

La madrugada del 24 de septiembre se volvieron a encender las alarmas, la presencia de los drones fue seguida de detonaciones. Todavía son mensajes intimidatorios, pero cada vez tienen más intensidad.

Cele en protocolo de seguridad activado.

Se acercan los momentos decisivos

Nuestra compañera Cele Fierro, que viaja en el “Adara” en representación del MST-Argentina y de la Liga Internacional Socialista (LIS), nos envió el siguiente mensaje:

“Tenemos dos o tres días de entrada en zona de riesgo por las posibles represalias de Israel y, si la superamos, quedarían otros tres o cuatro días decisivos para llegar a Gaza. Eso siempre y cuando no tengamos que fondear nuevamente. Para quienes no somos de mar fue difícil aceptar que el viaje se hiciera tan largo. Pero no queda otra. A este tipo de embarcaciones el mar les impone sus condiciones.

Igualmente, estamos centrados en el aumento de la actividad de los drones durante los últimos tres días. Las incursiones de esta madrugada han subido de tono: interfirieron las comunicaciones y hubo varias explosiones que causaron daños en algunos barcos. Por eso, tuvimos que activar los protocolos de seguridad. Nos quieren asustar con mensajes cada vez más fuertes para que no continuemos avanzando, pero seguimos”.

Daños en la vela de un barco.

Quieren evitar que pasen los alimentos

El sionismo quiere evitar que llegue la ayuda, intentando imponer la idea que la flotilla “viola la ley”. En realidad cumple con la ley humana más elemental: ayudar a personas asediadas y hambrientas. Por eso, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí pidió que los barcos atraquen en Ashkelon – costa sur israelí – para transferir la ayuda humanitaria.

Es un modus operandi conocido: controlan el cargamento, lo retrasan y rechazan su ingreso. Las pruebas están a la vista. Israel afirma haber levantado el bloqueo total en mayo, pero desde entonces solo permitió el ingreso promedio de 70 camiones diarios, cuando las agencias de la ONU estiman necesarios entre 500 y 600 para cubrir las necesidades básicas.

El resultado de este accionar criminal es devastador: la ONU confirmó que Gaza sufre hambruna en fase 5, con más de 500.000 personas en hambre extrema, consumiendo calorías muy por debajo del nivel de supervivencia y con más de un tercio de la población pasando días sin comer. La desnutrición aguda golpea a al menos 320.000 niños y ya se han registrado muertes por hambre.

La única forma de garantizar que los alimentos lleguen a destino es entregarlos a los palestinos en sus propias manos.

Niños desesperados de hambre.

El principal interrogante de una misión difícil

¿Se podrá romper el bloqueo? Nadie lo sabe, es una misión tan valiosa como difícil de concretar. El sionismo detuvo a la flotilla anterior, amenaza a la actual y lanza mensajes intimidatorios que van in crescendo.

Buscarán toda clase de excusas para luego actuar contra los “terroristas”, cómo falsamente califican a los activistas solidarios.

El derecho internacional marítimo reconoce la libertad de navegación en aguas internacionales y prohíbe impedir el tránsito de asistencia humanitaria hacia poblaciones bajo asedio (Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, UNCLOS 1982, y principios de derecho humanitario). Sin embargo, las bestias ignoran cualquier convención que los contradiga y el “derecho” internacional del capitalismo imperialista se aplica con doble racero.

Cuando navegan las mercancías del gran comercio global por el Mediterráneo, no hay problema. Cuando salen de Europa barcos cargados de armas para Israel, tampoco. Incluso colonos israelíes y extremistas han ofrecido paseos en barco para contemplar la destrucción de Gaza, y no pasa nada. Pero cuando se trata de migrantes en pateras, los dejan ahogarse o los deportan; y cuando una flotilla pacífica traslada alimentos la hostigan y las leyes quedan en “papel mojado”.

Una realidad de dos perfiles

De un lado está Netanyahu, ejecutor y negador del genocidio, respaldado por Trump y otros ultraderechistas: la cara monstruosa de la barbarie. Del otro lado están los trabajadores, los pueblos, los estudiantes, los artistas y todas las personas que en el mundo entero protestan y se movilizan. La huelga y las manifestaciones, como las del 22 de septiembre en Italia por Palestina y contra Meloni, son ejemplos de solidaridad combativa.

Huelga por Palestina y contra Meloni en Italia.

Como en tierra firme, y como hacen los activistas desde cada barco de la GSF, respondemos a la desesperada apelación mundial del pueblo palestino. Desde la LIS llamamos a multiplicar las movilizaciones para detener el genocidio, la limpieza étnica y la ocupación de Palestina. ¡Que los gobiernos rompan relaciones con Israel!

La protección efectiva de la flotilla es necesaria y posible

El gobierno español exigió respeto al derecho de navegación en el Mediterráneo y anunció el envío de un buque desde Cartagena para “asistir” a la flotilla y efectuar rescates si fuera necesario.  Y hasta la ultraderechista Meloni autorizó el despliegue de una fragata para socorrer a las embarcaciones afectadas, tras ataques recientes con drones que impactaron la flotilla.

No se trata de un giro humanitario, ni de un cambio en el apoyo estratégico a Israel. El pueblo español protagoniza una expresión popular sostenida y masiva por Palestina, que incluyó el bloqueo de la Vuelta Ciclista y los trabajadores italianos acaban de protagonizar movilizaciones y huelgas que impactaron en todo el mundo. Esto es lo que presiona a algunos gobiernos europeos a hacer algo.

¡Exijamos que todos los gobiernos de la UE garanticen la libre navegación en el Mediterráneo, la seguridad de la flotilla y que la ayuda humanitaria llegue a Gaza! ¡Qué investiguen de dónde parten los drones del sionismo y detengan el hostigamiento!

Las autoridades de los países de origen de los integrantes de la flotilla y las de la UE, tienen la obligación de asumir una protección efectiva contra eventuales abordajes, agresiones y encarcelamientos.

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Puedes seguir la información de la Flotilla en este enlace: 
Rumbo a Gaza: la GSF en tiempo real