Por David Morera Herrera, desde Costa Rica
Todo indica que asistimos a un punto de inflexión a escala global. Se trata de una coyuntura crítica en el epicentro hoy del combate entre la revolución y la contrarrevolución a nivel mundial que se escenifica alrededor de la resistencia palestina, su apoyo de masas y la ofensiva despiada del yanqui sionismo. Recordemos que movilizaciones de similar magnitud fueron combustible decisivo de la primera derrota de la historia del imperialismo yanqui en Vietnam.
Si miramos de conjunto las derivaciones del genocidio palestino y su impacto mundial, debemos tener en cuenta dos fenómenos contradictorios, bajo el principio dialéctico de la lucha y unidad de contrarios.
El polo de las masas populares y la clase trabajadora
Por un lado, tenemos movilizaciones cada vez más multitudinarias y contundentes por Palestina y en defensa de la Flotilla Global Sumud, con huelgas y acciones directas masivas de boicot a Israel en buena parte del mundo; sobre todo en países imperialistas occidentales, como los de la Unión Europea, destáquese Italia, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Bélgica, Grecia. En Estados Unidos se combina y complejiza el movimiento propalestino con la batalla callejera contra las deportaciones de migrantes de ICE y la militarización de grandes ciudades que impone Trump (en su ensayo por imponer un régimen cada vez más bonapartista). También son masivas las movilizaciones en países claves de América Latina como México, Brasil, Colombia, Argentina, así como en Asia: Marruecos, Turquía, Indonesia; en el Extremo Oriental de Asia destacan las movilizaciones de la juventud en Corea del Sur y Japón (si bien no tan multitudinarias).
El movimiento obrero italiano, con dos huelgas generales consecutivas, ha estado a la vanguardia con apoyo masivo de las masas populares y la juventud, y ha desatado al igual que en Reino Unido, Alemania y España batallas campales contra los antimotines, bajo la consigna: ¡Bloqueemos todo! Los sindicatos de Euzkadi anunciaron huelga general para el 15 de octubre en solidaridad con Palestina. Estas muestras concretas de boicot y solidaridad desde la clase obrera y con sus métodos de huelgas (un millón de veces más efectivos que los lanzacohetes de Hamas), no solo ponen a nuestra clase en escena, sino que nos permiten avizorar que, a la larga, es posible detener la mano sangrienta de Trump- Netanyahu. Agréguese a ello que ya hay signos de desmoralización y deserción entre las tropas israelíes, y una crisis política contenida al interior de Israel. Hay movilizaciones contra el genocidio (ciertamente no muy masivas- aún-) de propios ciudadanos de Israel contra el genocidio.
Recrudece la ofensiva sionista
En el otro polo del fenómeno, por más cantos de sirena de paz que promueve Trump, el sionismo arrecia su ofensiva de tierra arrasada, con el claro objetivo del exterminio de la población de Gaza y la expulsión de la franja de quienes sobrevivan a la metralla, las bombas y a la hambruna. Asimismo, sigue sin freno la ocupación ilegal de Israel, cada vez más voraz de Cisjordania.
Desde el 14 de agosto del año en curso, con respecto a la ocupación de Cisjordania: “(…) El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, de extrema derecha, dijo que aprobará los planes para construir más de 3.000 viviendas en un polémico proyecto de asentamientos en la Cisjordania ocupada, una medida que, según él, impedirá la creación de un Estado palestino. El llamado proyecto E1 entre Jerusalén y el asentamiento de Maale Adumim lleva décadas congelado en medio de una fuerte oposición de la comunidad internacional. Construir allí separaría de hecho Cisjordania del Jerusalén Oriental ocupado y obstaculizaría considerablemente su contigüidad territorial”. «El plan enterrará la idea de un Estado palestino», indicó Smotrich, según los medios de comunicación israelíes”.[i]
Bastó que Israel decretará, por sí y ante sí, que aguas internacionales del Mediterráneo eran su zona de exclusión naval, para que la pantomima de custodia de la Flotilla, con buques artillados enviados por los imperialistas europeos: el “socialista”, Pedro Sánchez, y la ultraderechista, Giorgia Meloni, para la supuesta protección y custodia de la Flotilla, se evidenciara como una burda demagogia. Con absoluto cinismo al unísono llamaron a la Flotilla a obedecer a Israel, con la supuesta garantía de su seguridad, para de esa forma contribuir a desmovilizarla.
Muy lejos de ser una derrota la interceptación y secuestro de la Flotilla humanitaria Sumud hacia Gaza, los malos tratos y torturas de sus integrantes, ha potenciado la lucha mundial por Palestina.
El odio visceral del sionismo ante esa gran muestra de solidaridad internacional humanitaria la expresó sin ambages el ministro ultraderechista de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, quien: “(…) se refirió a las denuncias sobre las condiciones de detención de los activistas de la Flotilla Sumud, al declarar que «cualquiera que apoye el terrorismo es un terrorista y merece condiciones terroristas».
«Si alguno de ellos pensó que vendría aquí y recibiría una alfombra roja y trompetas se equivocaba», afirmó en su canal de Telegram el ministro, quien visitó este sábado la prisión de Saharonim, ubicada en el desierto del Neguev cerca de la ciudad israelí de Beersheba (sur), donde los activistas se hallan retenidos.”[ii]
La paz de los sepulcros de Trump y sus cortocircuitos
En este aspecto, empecemos por indicar que el “Plan de Paz” de Trump, es un plan de sometimiento de la resistencia y la liquidación del autogobierno palestino de la Franja de Gaza, auspiciada por los gobiernos históricamente traidores a la causa Palestina: Egipto, Turquía, las monarquías del Golfo, en especial, Qatar, que cierra toda llave de ayuda financiera a Hamas, misma que le otorgó en el pasado. Por ello se trata de una “paz de los sepulcros”. Pero, incluso hay que preguntarse: ¿el plan colonialista de Trump tendrá eficacia en su implementación? Es difícil saberlo hoy, pero lo que sí es absolutamente claro es que nace plagado de contradicciones y cortocircuitos.
En el momento que escribimos estas líneas, a pesar de las ordenes de Trump contempladas en “su plan de paz”, el revulsivo Estado sionista está lejos de garantizar un alto al fuego en Gaza. Todo lo contrario, recrudece su ofensiva militar. El gobierno genocida de Netanyahu y su ejército de ocupación continúan, sin miramiento alguno, intensificando su estela de bombardeos y bloqueando toda ayuda humanitaria, para condenar a la muerte y al hambre a la población.
El 05 de octubre, informa la Agencia France Press: “Israel anunció ayer que continúa sus operaciones en Ciudad de Gaza y advirtió a los desplazados de que no vuelvan, a pesar del llamado del presidente Trump detener de inmediato los bombardeos, después de que Hamas (…) declaró el viernes que está dispuesto a liberara a los rehenes de Gaza en el marco de la propuesta de cese al fuego de Trump, y este sábado dijo que está listo para iniciar las negociaciones para ultimar los detalles”. No obstante, “las bombas siguieron golpeando Gaza y el portavoz de la Defensa Civil del territorio Mahmud Basal, reportó que fue una noche muy violenta, durante la cual el Ejército israelí llevó a cabo decenas de ataques aéreos y disparos de artillería contra la Ciudad de Gaza y otras zonas de la Franja, a pesar del llamado del presidente Trump”. [iii]
Es temprano para pronosticar el decurso de la maniobra diplomática de Trump, pero sin duda el escenario se le complica, porque la ofensiva bestial de la máquina de guerra sionista aún no se detiene. Si bien el lunes 6 de octubre se convoca a negociaciones e Egipto. “El encuentro tendrá lugar en Sharm el-Sheikh, una ciudad en el extremo sur de la península del Sinaí que ha acogido negociaciones en el pasado. Antes de la reunión, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, elogió el plan del presidente Trump, aunque señaló que espera que las negociaciones se encaminen hacia el reconocimiento de un Estado palestino como «camino para una paz y estabilidad duraderas». «Solo puedo expresar mi elogio y aprecio al presidente Trump», declaró en un discurso televisado, en el que subrayó la importancia de trazar un plan para la reconstrucción del enclave, devastado por la ofensiva israelí. En las conversaciones indirectas también participará el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, así como los servicios de inteligencia egipcios, para ultimar los detalles técnicos de la propuesta de Trump.”[iv] Es evidente que Al Sisi y el Emir de Qatar se frotan las manos con la participación que apuestan en el suculento negocio inmobiliario que Trump incentiva con la mampara de la reconstrucción de Gaza.
Las advertencias de Marco Rubio, secretario de Estado yanqui
Las dos partes: Israel y Hamas, se reúnen el 6 de octubre para mantener conversaciones indirectas en Egipto, en un encuentro en el que se espera determinar una fecha para establecer primero un alto el fuego temporal y la subsiguiente entrega de los rehenes vivos y muertos.
Pero más allá de la fanfarria: ¿hasta donde podrá controlar en este episodio Trump al sionismo, monstruoso engendro del imperialismo occidental? Las declaraciones de Marco Rubio, previa a la ronda de negociaciones revelan cierta impaciencia al respecto. El secretario del Departamento de Estado yanqui de previo al encuentro declaró: “Queremos que esto suceda rápidamente. Si no, creo que todo el acuerdo se pone en peligro», declaró el domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, sobre esta primera fase del plan. El jefe de la diplomacia estadounidense señaló que por el momento no se abordarán la seguridad y el futuro político de Gaza, temas espinosos de los que Hamas ya ha subrayado que quiere seguir negociando con Israel y Estados Unidos. Sin embargo, Rubio advirtió que las hostilidades en el enclave palestino deberían detenerse, al ser la única forma de llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto. «Si hay combates activos en curso, simplemente no se puede, remarcó”.[v]
La quimera de la solución de los dos Estados y La “solución final” del sionismo
Para quienes creen en la solución de los Estados, que se fragua con el sometimiento de la OLP desde los acuerdos de Camp David y más recientemente los de Oslo, no comprenden que el sionismo no se detiene en su empuje expansionista desde la creación artificial de Israel, que tiene una esencia fascista, intrínsecamente racista. Desde el punto de vista económico social, para sostener su carácter de potencia regional y sus grandes negocios, que están carnalmente ligados al imperialismo occidental, requiere de un expansionismo permanente, amparado en su ideología teocrática de la “tierra prometida” para “el pueblo elegido de Dios” y el “Gran Israel”. La base material desde 1947 para que se extienda esa apropiación ilegal de territorio palestino a sangre y fuego, es la promoción en todo el mundo del ingreso a Israel de colonos de cualquier lugar a quienes se ofrece vivienda, ingresos y prestaciones sociales de primer mundo. El único requisito es ser o convertirse a la fe judía. Por eso es un mito que Israel sea una etnia o nacionalidad, es un engendro del sionismo, tan monstruoso como el nazismo, que con la ideología oscurantista de Hitler al erigirse en “raza superior” exterminó a gran escala a otras confesiones religiosas (judíos), etnias (gitanos), comunistas, trotskistas, socialdemócratas, homosexuales, y toda disidencia.
La prueba de la esencia del sionismo muy similar al nazismo es su continúo desplazamiento del pueblo Palestino, que desde 1947 condujo a la Nakba, su marca de nacimiento. Para la colonización de cada vez mayores extensiones de tierra de los pueblos árabes, estrujando al pueblo palestino, expulsándolos de sus casas, destruyendo sus cultivos, y dando vía libre a los colonos israelitas para el efecto.
Ninguna confianza en las burguesías árabes ni las negociaciones de Trump: movilización permanente hasta detener al genocida Netanyahu y su banda fascista
El mundo entero ha presenciado el genocidio del pueblo de Gaza. Como nunca antes Israel y sus socios, abiertos o encubiertos, se cubren de descrédito y son despreciados. Su derrota moral y política es un hecho, como lo demuestran las grandes movilizaciones de masas contra el genocidio que reseñamos al principio.
Solo la movilización mundial y el boicot en todo el mundo a Israel, exigiendo a todos los gobiernos ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales, y la acción directa para impedir el arribo de buques de carga, cruceros turísticos o aeronaves provenientes o con destino a Israel, como enseñan los trabajadores portuarios italianos y las masas griegas.
La solución de fondo es una Palestina laica, democrática, no racista y socialista, donde convivan todas las etnias y credos religiosos, liquidando al Estado teocrático de Israel y también en combate contra el fundamentalismo religioso islamista.
Desde el río hasta el mar: ¡Palestina vencerá!
[i] BBC News Mundo, 14 août 2025, “Le plan enterrera l’idée d’un État palestinien”: un ministre israélien approuve l’expansion des colonies”. https://www.teletica.com/bbc-news-mundo/el-plan-enterrara-la-idea-de-un-estado-palestino-ministro-israeli-aprueba-expansion-de-asentamientos_390485
[ii] Agence EFE, 05 octobre 2025. https://efe.com/mundo/2025-10-05/ministro-ben-gvir-detenidos-flotilla-terroristas/
[iii] La Nación, 05 octobre 2025.
[iv] EL Mundo, 6 octobre, Israël et le Hamas négocient un tour de passe-passe en Egypte alors que les bombardements à Gaza se poursuivent
[v] Ibid.




