Cele regresó a la Argentina. La recibieron sus compañeros de militancia y cientos de amigos y simpatizantes de la causa palestina. Participó de una misión exigente y riesgosa que ha llegado a su fin. La denuncia contra el genocidio y la lucha por una Palestina Libre y Socialista, continúa.
Por Rubén Tzanoff
Cele tuvo un recibimiento multitudinario, cálido y combativo. Cuando salió al hall del Aeropuerto de Ezeiza hubo emociones a flor de piel. Entre sonrisas y lágrimas al mismo tiempo, todos cantaron “Cele, Cele, Cele corazón” y “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”. Las banderas palestinas coparon el aeropuerto. Nuestros compañeros del MST y de la LIS sostenían pancartas con consignas tales como: “Ruptura de acuerdos con Israel, Milei cómplice, Viva la Flotilla Sumud”. Estamos orgullosos de la actividad internacionalista de Cele.
También la esperaba el coordinador de la Liga Internacional Socialista (LIS) Alejandro Bodart, quien, insólitamente, tuvo que forcejear con la PSA para liberar a Cele y que pudiera abrazar tranquila a su hija Emilia, después de más de un mes sin poder hacerlo. En señal de bienvenida, Cele recibió decenas de ramos de flores de la militancia y de miembros de la comunidad palestina.
Estuvieron presente varios dirigentes de las otras organizaciones que junto al MST conforman el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FIT-U), entre ellos, Miryam Bregman y Romina del Plá. La misma noche, en distintos horarios, también regresaron otros dos argentinos que estuvieron en la flotilla, Ezequiel Peressini y Carlos “Cascote” Bertola.
No podemos dejar de agradecer a las organizaciones integrantes, simpatizantes, amigas de la LIS o solidarias que realizaron la campaña por la libertad de Cele y la flotilla.





Las siguientes fueron las primeras palabras de Cele en suelo argentino:
La travesía fue larga, el descanso será muy corto. La misión duró 43 días, para Cele comenzó con los preparativos e instrucción en Barcelona, ciudad a la que arribó el 27 de agosto. Finalizó con su regreso a Buenos Aires el 8 de octubre. No hay tiempo para paréntesis. Cele seguirá respondiendo al dramático llamado de los gazatíes: “Denuncien el horror que estamos pasando para detener el genocidio”.
La Global Sumud Flotilla (GSF) acumuló varios méritos. Intentó romper el bloqueo a la ayuda humanitaria con una acción civil. Interpeló a los gobiernos a romper con Israel y a tomar medidas efectivas. Impulsó la movilización mundial. Nunca, ni en la tierra ni en el mar, se olvidó de mantener el eje en la denuncia al genocidio en Gaza, ni de relativizar su esfuerzo, comparado con el que hacen los palestinos para sobrevivir.
Es por esto que la movilización mundial la arropó cuando sus integrantes fueron interceptados y secuestrados. Es la razón por la cual fueron liberados y no han sido sometidos a largos periodos encarcelados, de acuerdo a la amenaza sionista bajo la falsa acusación de “terroristas”.
Los testimonios de Cele y las conclusiones le ponen punto final a las sucesivas crónicas “Rumbo a Gaza – Global Sumud Flotilla”. Mientras tanto, sigue habiendo tareas por delante.
Al momento de escribir está nota no hay información fehaciente sobre la liberación de seis compañer@s secuestrados, entre los que está Reyes Rigo Cervilla, quien hizo la travesía marítima con Cele en el “Adara”. Además, Israel interceptó nueve barcos de la “Segunda Flotilla de la Libertad” que habían zarpado de Italia y detuvo a sus tripulantes. ¡Exigimos la inmediata liberación de l@s activistas de ambas flotillas!
Desde la LIS llamamos a impulsar las movilizaciones, acciones de boicot y, principalmente las huelgas de trabajadores por el alto el fuego y exigiendo a los gobiernos la ruptura de relaciones con Israel y el apoyo efectivo a Palestina. Denunciamos los planes de Trump para consolidar la dominio sionista- imperialista en la región , sin derecho al retorno, con partición, ocupación y legitimación del genocidio. Es la paz de los cementerios palestinos. Para lograr una paz justa y duradera, es necesario derrotar al Estado de Israel con la revolución en Medio Oriente, para instaurar una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista.




